Las mujeres de Las Palmas padecen la pérdida de 7.800 empleos en verano

El verano no es la mejor época para la actividad turística del Archipiélago y la Encuesta de Población Activa (EPA) para el tercer trimestre del año publicada ayer lo deja claro. Entre julio y septiembre se destruyeron en las Islas 7.800 puestos de trabajo. El reparto de estos daños no fue homogéneo. Ser mujer, vivir en la provincia de Las Palmas y trabajar en la hostelería, el comercio o la industria fue contar con muchas probabilidades de ser atrapada por las garras del paro.

La caída del número de personas (-1.800) que trabajan o pretenden hacerlo concedió un leve respiro y dejó en 6.100 el incremento del número de desempleados en la región. El total de ciudadanos que están a la caza de un empleo en las Islas es ahora de 167.800.

El descenso de la población activa suavizó el impacto de la pérdida de empleo en las listas del paro

El panorama mejora de manera sustancial si se observa el comportamiento a lo largo del último año. Canarias tiene 25.600 personas más trabajando que hace doce meses, 4.300 parados menos y, aun con el varapalo del tercer trimestre, la tasa de paro del 14,4% (1,6 puntos más que en el trimestre anterior), es la más baja registrada desde el final del año 2007.

La Península, al contrario

Si la época estival no es las más propicia para la actividad alojativa de la comunidad autónoma, ocurre lo contrario con el conjunto del país. La actividad económica se dispara en la costa peninsular con la llegada del calor y de los visitantes, y lo demuestran los 138.300 empleos generados entre julio y septiembre. No obstante, el tercer trimestre de este año rompió una racha negativa que duraba desde 2021, último ejercicio en el que el verano sirvió para el adelgazamiento de las listas de parados.

También al revés de lo que sucedió en las Islas, la población activa creció (137.100), lo que impidió una mejor traducción del positivo comportamiento del mercado laboral a las cifras del paro. Solo se recortaron 1.200 desempleados en comparación con el final de junio, lo que deja la tasa estatal en el 11,2%, más de tres puntos por debajo de la canaria y el mejor registro desde 2008. En toda España buscan empleo aún 2,7 millones de ciudadanos mientras que defienden uno cada día otros 21,82 millones de trabajadores, que vuelve a ser un máximo histórico para el país.

En toda España se generaron 138.300 empleos entre los meses de julio y septiembre

Volviendo a poner el foco del análisis sobre el Archipiélago, la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) ligó los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a «la finalización de la temporada veraniega». Un efecto negativo que vino a compensar ligeramente el incremento de la contratación en educación «por el inicio de curso escolar».

La rama de actividad que agrupa la hostelería, el comercio y el transporte fue la que peor parada salió, con la destrucción de 11.700 puestos de trabajo. La industria añadió otros 6.000 y, en este caso, son 9.000 los empleos perdidos en el último año. Por contra, el grupo que engloba la Administración, la sanidad y la educación aportó 5.400 oportunidades laborales, y el de las actividades artísticas o el empleo, doméstico, entre otros, 5.200.

El país vuelve a anotarse un récord de ocupados, con 21,82 millones de personas trabajando

A juicio de la patronal de Las Palmas, el comportamiento del mercado laboral dibuja un «escenario que constata el enfriamiento en la creación de empleo y unas perspectivas de crecimiento a la baja».

Por otro lado, la disparidad mostrada por la evolución al desagregarla por sexos fue muy pronunciada. Mientras se crearon 8.500 empleos ocupados por hombres en el tercer cuarto del año, se volatilizaron 16.300 a cuyo frente se situaba una mujer. El resultado fue un crecimiento de la brecha que existe desde prácticamente siempre. Ahora hay 7.800 féminas de las Islas más en busca de un puesto de trabajo para un total de 91.000, y 1.900 varones menos, lo que deja su presencia en las listas del paro en 76.800.

Factor geográfico

El segundo factor que revela una distorsión de grandes proporciones es puramente geográfico. Toda la pérdida de puestos de trabajo –9.600– se concentró en la provincia de Las Palmas, según la EPA. Por contra, se sumaron 1.800 en la de Santa Cruz de Tenerife. La traducción al desempleo de este desigual comportamiento fue que ahora se contabilizan 7.900 parados más en la provincia oriental y 1.800 menos en la occidental.

Y hay aún un tercer ángulo desde el que observar un reparto desigual de las malas noticias. Fueron los asalariado los que sintieron con mayor intensidad el impacto de la destrucción de empleo. Un total de 13.100 de ellos sufrieron un despido o la no renovación de sus contratos. La suma se eleva hasta los 15.200 si se toma solo el grupo de los trabajadores por cuenta ajena del sector privado.

15.200 asalariados del sector privado firmaron un finiquito y se ganaron 4.900 autónomos

Aminoraron por tanto esa destrucción de puestos de trabajo quienes decidieron arrancar un proyecto laboral generado por ellos mismos. Las Islas ganaron 4.900 trabajadores por cuenta propia y fueron mayoría (3.000) los que, además, contrataron personal. Los autónomos que operan en solitario también crecieron (2.900), mientras que 1.100 personas que ayudaban en el negocio familiar cesaron en su actividad.

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