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‘Canarias tiene un límite’ (II) | Las repercusiones en la reputación del destino

La imagen de Canarias como destino turístico cae tras las marchas del 20A

Expertos advierten que hay que tomarse en serio la política de imagen y comunicación para revertir la ‘turismofobia’ que se percibe en los países emisores

Manifestación 20-O en Tenerife

Arturo Jiménez

Las manifestaciones bajo el lema Canarias tiene un límite, que este domingo recorrieron por segunda vez varias zonas turísticas del Archipiélago, no son inocuas. Al menos así se desprende de los datos que maneja YouGov, multinacional especializada en estudios y análisis de mercados que corrobora cómo las marchas del pasado 20 de abril -las primeras- tuvieron dos consecuencias inmediatas: la proliferación de ruido mediático negativo, esto es, la multiplicación de mensajes, noticias e informaciones que redundan o pueden redundar en detrimento del destino -basta con ver cómo los tabloides ingleses usaron en sus informaciones sobre las manifestaciones del domingo términos como acoso, rechazo o desprecio al turista-, y la consecuente merma en la estima de las Islas como destino mismo.

La consultora Torres y Carrera publicó ayer -dos días después de las marchas del 20-O en el Archipiélago- un nuevo informe, titulado Análisis de clima social, en el que escruta la cuestión del rechazo social hacia la industria turística. En el caso de Canarias, los expertos de Torres y Carrera hacen hincapié en cómo hay tres lugares en España donde se concentran en estos momentos los «movimientos» contra sus respectivos «modelos turísticos».

Son los casos de Barcelona, Palma de Mallorca y las Islas en general, así que frente a lo que ocurre con este fenómeno social en destinos competidores como Cataluña o Baleares, donde estos movimientos de rechazo se concentran en sus dos grandes urbes, aquí se han generalizado. No en vano, tanto las marchas del 20A como las del 20-O se llevaron a cabo en paralelo en todas las islas, con mayor presencia en las cuatro más eminentemente turísticas: Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.

No extraña así que los analistas de esta consultora concluyan en su informe que más allá de perderse en disquisiciones sobre si puede hablarse o no de turismofobia en sentido estricto -nada tienen que ver las manifestaciones en Canarias con lo sucedido en su día en, por ejemplo, Venecia-, es hora de tomarse muy en serio las políticas de imagen y comunicación del destino.

«La reputación como destino turístico podría comenzar a resentirse; los medios visibilizan cómo los hechos locales han saltado a nivel internacional y cómo se percibe desde fuera este fenómeno», se explica en el análisis del despacho Torres y Carrera, donde recomiendan, cabe insistir, «trabajar en comunicar el compromiso con la sostenibilidad y el bienestar local para mantener su estatus como destino de primer nivel».

«A corto plazo, la narrativa antiturista puede afectar la toma de decisión de algunos visitantes»

En cualquier caso, eso sí, hay que tener en cuenta que «a corto plazo, la narrativa del sentimiento antiturista puede afectar la toma de decisiones de algunos visitantes». Y el problema para el destino Canarias es que esa narrativa digamos distorsionada o magnificada sobre los movimientos contra el actual modelo turístico tiene especial peso en el Reino Unido, que a su vez es el país que más visitantes envía cada año al Archipiélago. Y con mucha diferencia sobre el segundo -Alemania-. «El tratamiento informativo en Reino Unido ha creado una narrativa preocupante».

Lo anterior lo corroboran los datos de YouGov, que son en los que se basó la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Jessica de León, cuando este lunes avisó que en los países emisores de turistas hay cada vez más ruido en torno a las Islas, lo que a su vez conduce a la pérdida de consideración del destino. Así viene ocurriendo desde el pasado marzo.

«La consideración de Canarias como destino descendió coincidiendo con las manifestaciones»

Entre marzo y abril, es decir, desde que se anunció el 20A, el «ruido mediático negativo» sobre las Islas se disparó en el Reino Unido en unos nueve puntos -las informaciones negativas no llegaban ni al 2% y se fueron hasta los diez puntos-. Esta narrativa perjudicial para el destino se desinfló en agosto, pero el mes pasado «volvió a subir a niveles de los meses de junio-julio de este año» en coincidencia con la antesala del 20-O. Una narrativa que dio lugar al deterioro de la imagen del Archipiélago. «En Reino Unido, la consideración de Canarias como destino se está recuperando tras un período de descenso coincidiendo con las manifestaciones» del 20A. No obstante, es lógico pensar que ese proceso de recuperación de la imagen se haya frenado por las marchas del domingo.

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