Día Internacional del Café

Canarias es la comunidad en la que más sube el precio del cortado

Los isleños siguen siendo los que más café consumen de toda España pero su encarecimiento hace que se beba más en casa

Un barista sirve un café en una barra.

Un barista sirve un café en una barra. / E.D.

Santa Cruz de Tenerife

Sentarse en la terraza de una cafetería y tomarse un cortado a media mañana para recobrar fuerzas cuesta ahora un 3% más que hace un año en Canarias. Los negocios de restauración del Archipiélago son los que más han incrementado el precio de este producto en los últimos doce meses. Pero la bebida sigue siendo indispensable para muchos si quieren rendir nada más despertarse. Por eso, ante su encarecimiento son cada vez más los consumidores que optan por tomarse el café en casa para no tener que renunciar a él.

Este es uno de los resultados del estudio sobre la Evolución de los Precios del Café, –elaborado por la consultora Simon-Kucher– que evidencia cambios en los patrones de comportamiento de los consumidores respecto a esta bebida debido al alza de su precio. La restauración en Canarias no es la única que se ha visto obligada a subir entre cinco y diez céntimos el precio de sus expresos o capuchinos. En la Comunidad Valenciana lo han hecho un 2,4% entre septiembre de 2023 y la actualidad y los madrileños un 1,6%, aunque hay regiones donde se ha mantenido estable. 

Sin embargo, esta no es la única subida que ha experimentado este producto desde que comenzó la crisis inflacionista. De acuerdo con el Índice de Precios de Consumo (IPC) desde agosto de 2021, el café se ha encarecido un 23,3% en el Archipiélago y el coste de esta materia prima parece seguir al alza. Pero, ¿cuál es el motivo? Como ha ocurrido en años anteriores la respuesta hay que buscarla en una caída de la producción provocada por efectos climáticos. La sequía en Brasil y Colombia –los dos mayores exportadores de la variedad arábica– han mermado las últimas cosechas, mientras que los graves tifones que han azotado Vietnam recientemente –primer productor mundial del grano robusta– han reducido la disponibilidad de esta materia prima en el mercado. 

Por lo que las subidas que se han producido hasta ahora no serán las últimas, ya que esta situación tendrá también su efecto en las próximas cosechas. Por lo pronto, los precios en los mercados internacionales ya se han disparado un 20% en el tercer trimestre del año, alcanzando sus niveles más altos en una década. Unas subidas que no tardarán en llegar a los mercados locales.

Estos encarecimientos pondrán a prueba el amor por el café no solo de los canarios sino de toda Europa, aunque, por ahora, los isleños continúan siendo los españoles más amantes de esta bebida. Cada habitante de las Islas consumió de media 2,44 kilos de este producto en 2023. La media en toda España se situó en 1,7 kilos, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 

Pero este liderazgo podría verse amenazado precisamente por ese alza de precios. Aunque el consumo en el Archipiélago sigue siendo un 60% superior al de Castilla La Mancha –la comunidad con menor demanda– los isleños tomaron menos café que el año anterior. En concreto, un 15% menos, de acuerdo con el estudio de Simon-Kucher. «A pesar de que se observa una economía cada vez más estable, el café se ha convertido en un lujo cada vez más costoso. Sin embargo, para muchos españoles, se mantiene como un lujo asequible, un pequeño placer diario que sigue siendo altamente valorado a pesar de los vaivenes económicos», Carles Munich, director senior la consultora.

Ante la perspectiva de tener que dejar cinco o diez céntimos más en la barra del bar para pagar el cortado, los canarios hacen más café en casa. Tomárselo en un local de restauración cuesta hasta tres veces más, por lo que prepararlo en el hogar se convierte en una única vía para muchos, que ante la inflación se han visto obligados a reducir los conocidos como gastos hormiga, como el que supone ese euro y algo que se invierte en el café cada día. 

Y aunque muchos sigan optando por la cafetera italiana de toda la vida para prepararse esta bebida en casa, cada vez son más los que usan las de cápsulas. Su consumo por habitante se ha visto incrementado hasta los 0,38 kilos por persona y año. 

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