La RIC llega a 1.361 millones y supera el techo de la gran crisis económica
El crecimiento del 74% en 2021 y del 66,4% en 2022 convierte la dotación de este potente mecanismo de bonificación fiscal para la reactivación económica en la mayor desde 2006

Trabajadores de la construcción durante la jornada laboral. / E.D.

Han tenido que pasar 15 años para que el más potente mecanismo de bonificación fiscal previsto para impulsar la actividad económica y crear empleo en el Archipiélago recuperara músculo. Según consta en el Informe Anual del Consejo Económico y Fiscal (CES) entregado la pasada semana al Gobierno que preside Fernando Clavijo, en 2022 la dotación para la Reserva de Inversiones en Canarias (RIC) fue de 1.362 millones de euros, situándose en el nivel más alto desde 2006.
Este almacenamiento de dinero empresarial para autofinanciar las inversiones de las entidades que trabajan y operan en el Archipiélago augura que, ante la obligación de invertir que establece la propia RIC, a finales de la presente legislatura habrá un fortalecimiento del tejido económico que favorecerá el mantenimiento del empleo en las Islas. No en vano, el texto que regula este mecanismo establece que la inversión de las cantidades destinadas a la RIC debe realizarse en el plazo de tres años, contados desde la fecha del devengo del impuesto correspondiente al ejercicio en que se ha dotado la RIC. Un plazo de casi cuatro años si se suma el que se dota la RIC y los tres posteriores. Por tanto, esos 1.316 millones deben estar invertidos en su totalidad en 2026.
En el año 2007 comenzó una de las mayores crisis económicas de la historia con efecto global. Se inició circunscrita al carácter financiero del mercado inmobiliario, la quiebra de Lehman Brothers -entonces el cuarto banco de inversión más grande de Estados Unidos- y las hipotecas ‘subprime’ pero, a través de diversos canales, se trasladó al resto de la economía y de los países en 2008. En España provocó el estallido de la burbuja inmobiliaria y sus consecuencias fueron la profundización de la crisis de la construcción, el rescate de las cajas de ahorro quebradas y el aumento de los desahucios por la imposibilidad de pagar los créditos hipotecarios.
La obligación de invertir en cuatro años vaticina un fortalecimiento económico y laboral
Un año antes de la crisis, la RIC batió su récord con una dotación de 2.302 millones de euros y doce meses después, en pleno caos económico mundial, cayó un 42,4% hasta los 1.326 millones de euros. Una caída de la que no se ha recuperado hasta 2022. No obstante, del análisis del CES sobre los datos aportados por la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), se desprende que la dotación de la RIC sufrió una bajada del 55,3% en 2020 a raíz de la pandemia, aunque desde entonces no ha hecho más que crecer: el 74% en 2021 y el 66,44% en 2022. Antes de esa recuperación, hubo un tímido crecimiento sostenido desde el año 2012 (565.697 euros) hasta el año 2017 (1.240 millones) que se vio truncado antes incluso de que el virus Covid-19 irrumpiera en el escenario, pues en el año 2018 la dotación cayó un 7% (1.154 millones) y la curva no comenzó a ascender hasta 2021.
Se da la circunstancia de que en 2006, el mismo año en que la RIC batió su récord de dotación, se desactivó que la misma se pudiera usar para el construir viviendas para alquiler residencial, pues los legisladores que efectuaron la modificación del Régimen Económico y Fiscal (REF) consideraron que esa posibilidad estaba ejerciendo un efecto negativo sobre los precios y engordando la burbuja inmobiliaria, una tesis que se ha demostrado errónea con el paso del tiempo.
Dieciocho años después de esa modificación Canarias está inmersa de nuevo en un debate en el que participan los partidos políticos, empresarios y centrales sindicales sobre la necesidad de introducir modificaciones que adapten el REF a los cambios económicos y comerciales globales del siglo XXI. Una deliberación en la que, precisamente, el vicepresidente del Gobierno canario y consejero de Economía, Manuel Domínguez, y el comisionado del REF, José Ramón Barrera, propusieron en junio retomar la posibilidad de usar la RIC para destinarla a la rehabilitación de viviendas vacías o inacabadas y poner más casas de alquiler en el mercado.
El máximo de dinero para autofinanciar las inversiones fue de 2.302 millones en el año 2006
No es ésta la única modificación puesta sobre la mesa dentro del debate sobre la necesidad de modernizar el REF, pues el propio Barrera propuso en junio nuevas bonificaciones tributarias en favor de las empresas, es decir, una Reserva de Capitalización propia (RCC) más flexible que la RIC y más potente que la que ya se aplica desde 2015 en todo el territorio nacional. A diferencia de la RIC, que como se vincula a la inversión en ocasiones obliga a las empresas a endeudarse para poder cumplir los plazos establecidos, la RCC no tendría esa limitación en tanto en cuanto no exige invertir y puede usarse para, por ejemplo, pagar el sueldo de los trabajadores. Tampoco se descarta que el REF incluya rebajas fiscales para los trabajadores o incorpore la propuesta de constructores y asesores fiscales para que las familias puedan usar la RIC para la compra de vivienda de primera ocupación.
En este escenario, el informe del CES también incide en que "nuestro REF requiere de una perspectiva dinámica y evolutiva que vaya adaptando" sus distintas figuras económicas y fiscales a "los continuos desarrollos y avances que se están produciendo en Canarias, en el resto de España, en la UE y en el mundo".
Preguntas destacadas
¿Qué es la RIC?
Es un mecanismo que permite a las empresas radicadas en el Archipiélago una reducción fiscal de hasta el 90% del impuesto de sociedades y del 80% en el IRPF si dedican estos beneficios a realizar inversiones como la ampliación o modernización de sus instalaciones o la creación de puestos de trabajo.
Materialización
La inversión de las cantidades destinadas a la RIC debe realizarse en el plazo de tres años, contados desde la fecha del devengo del impuesto correspondiente al ejercicio en que se ha dotado la reserva. Esto podría implicar un plazo de casi 4 años: aquel en el que se dota la RIC y se reduce la base imponible y los tres posteriores. Se entiende realizada la inversión en el momento en que los activos entren en funcionamiento, incluso cuando se financian mediante contratos de arrendamiento financiero.
Duración
Los elementos patrimoniales que se consideran inversiones iniciales deben permanecer en funcionamiento en la empresa durante el plazo de 5 años como mínimo, sin ser objeto de transmisión, arrendamiento o cesión a terceros para su uso. Si se adquiere suelo, el plazo es de 10 años.
Inversiones
Las inversiones iniciales deben ir a la adquisición de elementos patrimoniales nuevos del inmovilizado material o intangible, la creación de puestos de trabajo o la suscripción de acciones o participaciones. Las Inversiones para continuar con la actividad pueden ser en deuda pública, protección del medioambiente o en I+D+i.
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