Canarias escapa de la caída del crédito pero se frena la inversión empresarial

Canarias no está sufriendo la caída del crédito bancario en la medida en que lo está haciendo la mayoría de las comunidades autónomas. Los préstamos fluyen hacia las familias y empresas del Archipiélago con cierta alegría, sobre todo el crédito al consumo, que fue la modalidad que a nivel nacional alivió la disminución experimentada en 2023 por el global del crédito. El lunar está en la baja demanda de préstamos para inversión empresarial, y no porque las entidades financieras hayan cerrado el grifo, ni siquiera por los elevados tipos de interés, sino porque los negocios de las Islas se cuidan muy mucho de embarcarse en operaciones de endeudamiento de cierta envergadura por la incertidumbre administrativa y la falta de seguridad jurídica que perciben. Menos crédito para inversiones, menos capitalización de las empresas canarias y, por ende, menos posibilidades y herramientas para elevar los bajos –bajísimos– niveles de productividad de la economía regional.

A cierre de 2023, hasta donde abarcan los datos más recientes del Banco de España (BdE), el montante del crédito vivo en la Comunidad Autónoma ascendía a 37.980 millones de euros. Se incluyen aquí tanto los préstamos a los llamados sectores residentes, esto es, a hogares y empresas –suponen entre el 90 y el 95% del total–, y una parte menor que corresponde a los créditos concedidos a la Administración pública, es decir, a los Gobiernos, los cabildos, los ayuntamientos... Pues bien, esos casi 38.000 millones de euros son 3.651 millones más, un 10,6% más, que al término de 2019, el último ejercicio antes de la doble crisis de la covid, primero, y de la ola inflacionaria, después. Canarias es así una de las únicas tres regiones españolas donde el volumen del crédito bancario se mantiene, en términos porcentuales o relativos, dos dígitos por encima de los niveles precrisis. Las otras dos son Galicia, con un 12,3% más, y Asturias, con un 12,9%.

Es más, esos 37.980 millones a los que llega el global del préstamo bancario en el Archipiélago representan un 3,16% de todo el crédito vivo en el país. Esto significa que de cada cien euros que en forma de préstamo reciben las familias y las empresas españolas, 3,16 euros van a parar a los hogares y negocios de las Islas. Dicho así no parece gran cosa, pero se trata de la mayor cuota de participación de la economía canaria en el negocio crediticio nacional –junto con el 3,17% registrado en el trimestre inmediatamente anterior, el tercero de 2023– desde el 3,19% alcanzado a finales de 2008. Así que hay que remontarse al primer año de la Gran Recesión (2008-2014) para dar con la última vez que Canarias arañó un trozo aún mayor de la tarta del préstamo bancario. Hay que irse, en definitiva, 16 años atrás, cuando todavía ardían los rescoldos de los tiempos de la burbuja inmobiliaria y del crédito a espuertas e incluso había quienes negaban la gravedad de una crisis que ya era evidente.

CaixaBank dispara un 15% el crédito al consumo y un 28% la financiación a empresas en 2024

En lo que va de 2024, y a falta de nuevos datos del BdE, el negocio crediticio parece mantener en la región ese cierto dinamismo que no ha llegado a perder en ningún momento –desde luego no como en otras comunidades– pese a que la inflación obligó al Banco Central Europeo a disparar los tipos de interés. Así se desprende de las cifras de dos de las principales entidades del Archipiélago: CaixaBank y Cajasiete.

La cooperativa de crédito ya repartió a lo largo del año pasado 756 millones de euros en forma de préstamos y a través de 13.000 operaciones. Cajasiete despidió el último ejercicio con 2.143 millones en activos financieros por los créditos y anticipos concedidos, lo que supone un incremento interanual –en relación con las cifras al cierre de 2022– de prácticamente un 7%.

En cuanto a CaixaBank, desde la entidad explican que el negocio crediticio ha experimentado en Canarias en el arranque de 2024 un crecimiento «relevante». Y lo que es más positivo: lo ha hecho tanto en el segmento de particulares como en el de empresas. Hasta un 24% se incrementó el préstamo hipotecario de CaixaBank en el primer trimestre de este año en relación con el mismo período de 2023, un dato que insufla optimismo a un mercado, el hipotecario, muy tocado a nivel general por el alza de los tipos de interés. CaixaBank ha tenido un comienzo de ejercicio con cifras positivas también en los segmentos del crédito al consumo, con una subida del 15%, y de financiación a empresas, en el que la entidad registró «un incremento del 28% interanual en nueva producción». Además, tanto CaixaBank como Cajasiete mantienen a raya la ratio de morosidad, con lo que están en disposición para seguir inyectando recursos en la economía regional.

En el ámbito de las empresas, y más en concreto en el de la inversión empresarial –que depende mucho de la financiación bancaria y que atraviesa un período de atonía–, el problema no reside tanto en el acceso al crédito como en factores exógenos. La economista Lola Pérez, directora general de la Cámara de Comercio tinerfeña, explica que la inversión «se está viendo retraída fundamentalmente por la incertidumbre administrativa y la falta de seguridad jurídica para invertir».

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