Aguacates y papayas buscan dar el ‘sorpasso’ a las piñas y los tomates

El consejero Narvay Quintero considera que el mercado europeo supone una oportunidad para las producciones frutales tropicales y subtropicales canarias

El consejero de Agricultura, Narvay Quintero (i) durante su visita a la empresa Bonnysa.

El consejero de Agricultura, Narvay Quintero (i) durante su visita a la empresa Bonnysa. / E.D.

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife

El plátano canario mantiene su prestigio en el exterior y sigue siendo el rey de las frutas isleñas. Y el tomate, aunque lleva dos décadas en franco declive, continúa luchando por ser la hortaliza canaria más exportada. Sin embargo, ambos cultivos, junto a la piña, tienen frutos tropicales y subtropicales pisándoles los talones: el aguacate y la papaya y, en menor medida, la pitahaya o fruta del dragón.

Según los datos del Instituto Canario de Estadística (Istac), en 2018 la superficie cultivada de aguacateros era de 1.702 hectáreas, que alcanzó las 2.479 hectáreas en 2022, tan solo cinco años después. Y lo mismo sucede con el cultivo de papaya: de 292 hectáreas ha pasado a 391.  

Un incremento de superficie cultivada que también se traslada al volumen de exportación. Si en agosto de 2018 apenas se exportaron 78.380 kilos de papayas, por valor de 88.470 euros, el mismo mes del pasado año la cifra se multiplicó por seis: 461.350 kilos por valor de 524.110 euros.

El desembarco de la pitahaya

Con respecto a la pitahaya, una fruta tropical originaria de centroamérica que se ha adaptado perfectamente a la climatología de Canarias y que era desconocida en Europa hasta 2010 (de hecho, los productores canarios fueron los primeros en introducirla) su cultivo comenzó con 7.000 metros cuadrados de invernaderos que actualmente son 50.000 metros cuadrados que producen anualmente unos 270.000 kilos.

Frente a estas potentes remontadas, el tomate y la piña tropical cada vez tienen menos posibilidades, sobre todo porque las hectáreas papayeras y aguacateras son antiguas fincas tomateras reconvertidas para afrontar la crisis de este subsector que se inició en la primera década del siglo XXI.

Así, la hortaliza canaria hasta ahora más exportada pasó de 21.470 kilos en 2018 a 12.690 kilos el pasado mes de septiembre. Por lo que se refiere a la piña tropical,si en 2018 existían 186 hectáreas cultivadas, se redujeron a 171,7 hectáreas en 2022 y apenas se exportaron 5.700 kilos (8.350 euros) el pasado mes de septiembre. 

Este potencial de Canarias como productor de frutales tropicales y subtropicales no ha pasado desapercibido por el Gobierno de Canarias. Así, el consejero de Agricultura, Narvay Quintero, señaló la pasada semana que el mercado europeo supone una oportunidad para estas producciones canarias, «cuyo principal valor frente a los competidores procedentes de sudamérica es su frescura, por su proximidad a los consumidores europeos». 

También se refirió Quintero a las cualidades organolépticas (sabor, textura, olor o color) de las papayas canarias, pues son «fruto de una maduración más prolongada en el árbol y el clima subtropical de Canarias, tratándose, en definitiva, de una papaya un 70% más sostenible que la procedente de ultramar».

En este sentido, Vanesa Raya, investigadora del Insitituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), valora que «la huella de carbono que se produce en el transporte de las producciones canarias es muchísimo menor que la supone el traslado de las frutas desde sudamérica», además de que en las Islas se recolectan «con el 25% de cambio de color de la piel, mientras que, debido a la distancia, las de Brasil, por ejemplo, se cosechan cuando están más verdes».

«Eso hace que el sabor de nuestros productos sea mejor», concluye Raya.

Pero no solamente la Consejería de Agricultura se ha fijado en los cultivos frutales subtropicales, pues la empresa pública Sociedad Canaria de Fomento Económico (Proexca), comenzó en 2021 a diversificar las exportaciones hortofrutícolas desde Canarias a Reino Unido incluyendo papayas y pitahayas (Fruta del dragón) en las transacciones con este país.

Proexca, además, facilitó en febrero de 2022 la primera incursión comercial de la empresa Canary Fresh, a la que guió en el proceso de gestión los aspectos aduaneros tras el Brexit y que permitió la llegada a los supermercados de la cadena Waitrose de papaya de Canarias: la primera exportación fue un contenedor de 5.000 kilogramos de papaya BIO, que es la denominación que adquirió en destino.

Es más, Proexca coordinó y financió la asistencia de empresas canarias exportadoras de papaya a la feria internacional Fruit Logística que se celebró en febrero en Berlín.

Gran Canaria y Tenerife

En 2021, el entonces vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez,respaldó el proyecto de la Cooperativa Agrícola del Norte de Gran Canaria de implantar 100 hectáreas de cultivos de mango, papaya y aguacate, productos que ya eran muy demandados en península y otros países de la UE, con el objetivo de diversificar la agricultura en la isla, reduciendo la dependencia del plátano y atrayendo empleo al sector primario. Un proyecto que también fue respaldado por el expresidente Ángel Víctor Torres.

Por lo que se refiere a Tenerife, la empresa Bonnysa es la mayor productora de papaya del Archipiélago tras iniciar hace más de una década un proceso de reconversión del cultivo del tomate, del que llegaron a producir 32 millones de kilos, hacia la pitahaya la papaya y el plátano. Aprovechando la línea comercial iniciada por el tomate, apostaron por una estrategia de especialización de frutas tropicales que comercializó 6,8 millones de kilos de papaya a la UE: el 80% frente a un 12% para el mercado peninsular y el 8% para el local.

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