Fuerteventura-Tarfaya, al ‘at(r)aque’

Un consorcio entre los grupos Newport y Hamilton reaviva la ruta que lleva 15 años parada tras el encallamiento del ferri ‘Assalama’ en la costa marroquí

El 30 de abril de 2008 encalló en Tarfaya

El 30 de abril de 2008 encalló en Tarfaya / La Provincia

Las Palmas de G.C.

Un consorcio formado por dos empresas de arraigo en Canarias -Newport y Hamilton y Cía- ha optado por rescatar a la malograda línea marítima entre Fuerteventura y Tarfaya, quince años después de que encallara el ferri de Naviera Armas, Assalama, el 30 de abril de 2008, cuando partía del puerto marroquí con destino a la capital majorera. Una racha de viento hizo que rozara contra una escollera y sufriera una vía de agua. Cuando la tripulación comprobó el alcance del accidente, su capitán decidió que en esas condiciones no podía seguir su viaje a Puerto del Rosario y encalló el buque en una playa cercana, con aguas someras, donde sus 113 pasajeros fueron evacuados ilesos. 

La conexión con Tarfaya ha sido siempre una demanda largamente esperada por ambos territorios, no solo por lo que supone de apertura económica al continente africano, sino también por la parte sentimental que une a muchas familias canarias con el Sahara. La población de esta localidad del Sur de Marruecos, que cuenta con 13.000 habitantes (8.000 viven en el centro urbano y 5.000 en zonas rurales), anhela que la ruta vuelva a ser operativa, una línea muy batallada por el Gobierno canario y, en especial, por el presidente ya fallecido Adán Martín durante su mandato (2003-2007), que sentó las bases para su puesta en marcha el 10 de diciembre de 2007. 

No obstante, esta línea solo sobrevivió cuatro meses hasta el embarrancamiento del barco, periodo en el que tuvo cierto éxito principalmente con el traslado de personas más que de mercancías. El trayecto duraba menos de cuatro horas por la corta distancia entre Fuerteventura y Tarfaya, similar a la que hay entre Puerto del Rosario y Jandía o entre Gran Canaria y Tenerife, menos de cien kilómetros.  

Tripulación del barco a su llegada a Canarias en 2008, con  periodistas.

Tripulación del barco a su llegada a Canarias en 2008, con periodistas. / Andrés Cruz

Ahora el grupo Newport lidera este proceso de recuperación en consorcio con la consignataria Hamilton y Cía, y se lanzan a la aventura de restablecer este trayecto tras varios intentos fallidos en estos 15 años. El director de Relaciones Institucionales del grupo Newport, Blas Trujillo -un veterano del PSOE y UGT y exconsejero de Sanidad en la anterior legislatura con Ángel Víctor Torres como presidente-, está mandatado para desarrollar este proyecto por parte del presidente José Antonio Newport, cuyo grupo, de raíz majorera, es un auténtico conglomerado empresarial especializado en ámbitos potencialmente en crecimiento, como el mercado inmobiliario, consultoría, formación, sector audiovisual o sanitario. El consorcio con Hamilton y Cía hace que el proyecto esté ya caminando a pasos agigantados puesto que es un gestor portuario «de prestigio», precisa Trujillo, una gran empresa del puerto que desarrolla múltiples modalidades como los cruceros o las plataformas petrolíferas. En breves semanas constituirán una sociedad anónima que se llamará Puerto de Tarfaya S.A.

El consorcio ha mantenido en torno a seis contactos desde hace meses con las autoridades de los gobiernos marroquí y canario para desbloquear el proyecto, que empezó a cristalizarse tras una visita que realizó el anterior presidente Ángel Víctor Torres, acompañado de una delegación comercial, el pasado mes de marzo, a las autoridades e instituciones económicas alauitas.

Empresas y navieras negocian para elegir el barco que hará el trayecto y la frecuencia

Posteriormente, el 2 de junio, cinco días después de las elecciones autonómicas del 28 de mayo, la anterior consejera de Economía, la socialista Elena Máñez, acompañó al consorcio de empresas Puerto de Tarfaya Canarias para celebrar reuniones más técnicas con el secretario general del Ministerio de Transportes y Logística de Marruecos, Khalid Cherkaoui. Entonces se constató la voluntad de las partes de recobrar esta ruta. 

Y en esta nueva legislatura, con Fernando Clavijo como presidente autonómico, se ha pasado de «las palabras a los hechos», remarca Blas Trujillo. La pasada semana Fernando Clavijo se reunió con la cónsul de Marruecos, Fatiha El Kamouri, para trabajar en medidas que permitan agilizar los trámites para reabrir la conexión marítima. Y la Delegación del Gobierno en Canarias acogió el martes la primera reunión de las administraciones implicadas en la reactivación de la ruta marítima y las empresas Newport y Hamilton y Cía, que conformarán el consorcio operativo y gestor para explotar esta línea. 

El primer trayecto de la línea entre Puerto del Rosario y Tarfaya (foto inferior, derecha)  fue el 10 de diciembre de 2007.

El primer trayecto de la línea entre Puerto del Rosario y Tarfaya fue el 10 de diciembre de 2007. / La Provincia

En este encuentro participaron el delegado y la subdelegada del Gobierno, Anselmo Pestana y Teresa Mayans, el director general de la Marina Mercante, Gustavo Santana, el director general de Relaciones con África del Gobierno, Luis Padilla, representantes de las empresas Newport y Hamilton y Cía así como miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Aduanas, Autoridad Portuaria de Las Palmas, Capitanía Marítima, Sanidad Exterior y Sanidad Vegetal. Esta reunión ha sido «muy importante», por lo que supone poner en línea a todos los actores de este trayecto marítimo, apunta Blas Trujillo. 

En estos momentos, se están tramitando «todas las autorizaciones en Puerto de Rosario porque en el Puerto de Las Palmas se tienen las áreas de Hamilton y Compañía», explica Trujillo. En concreto, en Puerto del Rosario se ha de habilitar más espacio y crear determinadas infraestructuras, por parte de las propias administraciones, como reactivar el puesto de inspección fronteriza o, incluso, para el tráfico rodado hay que hacer una instalación para que los vehículos pasen por una serie fosas de desinfección, es decir, cada una de las administraciones tiene su cometido, y van a celebrarse reuniones mensuales para encarrilar esta línea marítima. Si todo va bien se pondrá en marcha en verano.

Blas Trujillo explica que ahora están negociando con las navieras para determinar el barco que operará la línea y la frecuencia. El buque Assalama realizó su primer viaje en diciembre de 2007 desde Fuerteventura a Marruecos con un total de 150 pasajeros y 56 turismos. Esta línea tuvo más éxito con los viajeros que con las mercancías. Por eso, Trujillo recalca que están en conversaciones con empresarios marroquíes para ver qué tipo de productos y qué entidades pueden hacer importaciones desde Marruecos, y viceversa con empresarios canarios. «En la primera experiencia lo más que se movió fueron pasajeros y determinados bienes, como frigoríficos», precisa Trujillo. De ahí, todas las conversaciones con los empresarios marroquíes y canarios, al objeto de «implementar de manera importante el movimiento de mercancías».

El exconsejero Blas Trujillo se encarga de encarrilar el proyecto con Newport

Hay otro elemento que es clave para el director de Relaciones Institucionales de Newport, y que han puesto sobre la mesa de las autoridades marroquíes, como es la necesidad de que se garantice de manera continua los controles precisos de la batimetría del puerto, esto es, el estudio de las profundidades marinas, para mostrar el relieve del fondo. Blas Trujillo, «un viejo empleado» de la Junta de Obras del Puerto de Las Palmas, como él se define, subraya que el fondo en esa zona de Tarfaya es arenoso y se mueve. Por lo tanto, requiere que se tenga un control para evitar la situación de encallamiento que ocurrió en 2008.

En cualquier caso, todo está prácticamente listo. Después de una inversión de 50 millones de euros, el puerto alauita vuelve a reunir las condiciones de seguridad y operativas necesarias para restablecer una línea de transporte regular con Canarias. El Puerto de Tarfaya cuenta ahora con una línea de atraque de 225 metros de largo, un área de operaciones comerciales de 10.000 metros cuadrados y una zona de desarrollo industrial de otros 84.000. Además, se ha construido una rampa de 400 metros cuadrados adaptada para buques Roll-On/Roll-Off y se han llevado a cabo trabajos de dragado para mejorar la navegabilidad y la seguridad. 

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