Papas y lácteos, los productos de la cesta navideña que más suben en Canarias

Los alimentos de kilómetro cero sufren el mayor encarecimiento, de un 20% en quesos y un 50% en tubérculos

El sector teme «retroceder» ante los productos importados

Una trabajadora coloca el cartel del precio de las papas en su puesto en el Mercado Nuestra Señora de África, en Santa Cruz.

Una trabajadora coloca el cartel del precio de las papas en su puesto en el Mercado Nuestra Señora de África, en Santa Cruz. / Andrés Gutiérrez

Clara Morell

Clara Morell

Santa Cruz de Tenerife

La papa, el producto estrella de cualquier plato, es el que más se encarece esta Navidad en Canarias. No importa qué menú se vaya a servir en la mesa porque, prácticamente todos, incluyen este tubérculo. Ya sea dentro de potajes de verduras y sopas o como guarnición de carnes y pescados, la papa no puede faltar. Pero su precio, que encadena subidas debido a las distintas crisis que ha sufrido este año, se ha vuelto prohibitivo y es un 9,3% más elevado que en las mismas festividades del año pasado, según el Índice de Precios al Consumo (IPC). También se incrementan, aunque en menor medida, los pescados (6,2%) y los quesos (4%). Pero es que los productos de kilómetro cero han subido todavía más, incrementándose en un 50% los precios de las papas canarias y en un 20% los de los quesos isleños. 

La situación del campo canario durante este 2023 ha ido empeorando un mes tras otro. Ángela Delgado, presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), sitúa en el mes de junio el comienzo «de todos los males», cuando entraron en juego la sequía y el calor: «Arrasaron con la cosecha de papas de Canarias y, desde entonces, hemos sufrido una falta de producto». A esto hay que sumar las restricciones para evitar la plaga de escarabajos de Colorado y el exceso de precipitaciones que desde otoño se han producido en Europa y que han afectado a las exportaciones. 

«Los países afectados por las lluvias dejaron entre un 15% y un 25% de las cosechas sin recoger y quienes antes contaban con producción propia son ahora demandantes de papas. En definitiva, se ha elevado el precio de la papa de Reino Unido, cuando en otros años solía bajar por estas fechas». Todo esto lleva a Delgado a considerar que la papa canaria puede haber visto incrementado su precio «en torno a un 50%». A las papas le siguen los quesos canarios, que han incrementado su coste debido a la subida de los piensos por la guerra en Ucrania. Alimentar a una cabra o una vaca es ahora más caro y eso se traduce en una subida de los quesos de un 20%. 

Delgado señala también que a las causas climáticas y geopolíticas se deben añadir otras como el aumento del coste salarial o los cambios en la regulación de los productos fitosanitarios. 

Ante el encarecimiento de los productos de kilómetro cero, Delgado teme que el consumidor se vea tentado a elegir alimentos importados para sus cenas navideñas. No obstante, recalca que las ventas «están yendo muy bien por ahora» y que una parte del consumidor canario sabe que lo elaborado aquí tiene «una garantía de calidad» debido a que se acoge a la normativa europea. 

Distinto es el caso del pescado, que varía más en estas fechas si es importado que si procede de cofradías canarias. David Pavón, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Canarias, explica en este sentido que las Islas juegan con ventaja: «Aquí el consumidor se beneficia porque no existe la subasta, como sí ocurre en la Península, donde un pescado que salía diez euros el kilo pasa a costar 50 euros. Nosotros tenemos la venta directa y eso no altera tanto el producto final». 

Pavón explica que lo más que afecta a las cofradías de las Islas es «el incremento de los sueldos» y, en menor medida, el coste de la electricidad: «Nosotros escapamos porque somos productores en sí, no como una metalúrgica o como cualquier taller que dependa mucho de la electricidad para sacar su producción».

Los turrones lideran el desperdicio

El gasto de las familias se dispara durante este mes, en gran medida, por la inversión en comida que se realiza. Pero lo que comenzó siendo una inversión puede terminar fácilmente convertido en dinero tirado a la basura. El desperdicio alimentario en estas fechas es del 10% en tres de cada diez hogares españoles, explica Carlos García, director de relaciones públicas en España de la aplicación móvil dedicada al aprovechamiento de comida Too Good To Go. Los productos que más se desperdician son los dulces, como turrones y polvorones. Por detrás, se sitúan las galletas, chocolates y pasteles. Y, en menor medida, las carnes. Entre los motivos por los que se tira la comida, la ciudadanía consultada por Too Good To Go señala que compra más comida de la necesaria, cocina demasiada cantidad o compra productos típicos navideños como el turrón o los dulces «simplemente porque es la época a pesar de que no sea lo que más les gusta». Para evitar el desaprovechamiento, se recomienda almacenar de forma óptima la comida sobrante para consumirla más adelante, calcular mejor las cantidades, planificar el menú y la lista de la compra o preparar tuppers para los comensales. Otra de las opciones populares es «echar a volar la imaginación con recetas de croquetas o sopas» con lo sobrante. | C.M.

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