Cuando se habla de realizar inversiones financieras, las opciones que vienen a la mente son las tradicionales: acudir al Ibex 35, a la deuda pública o a los fondos de inversión. Sin embargo, en los últimos años se han vuelto cada vez más frecuentes las inversiones en activos y sectores de la economía real. Este último modelo, el de la denominada “inversión alternativa”, es en el que Bankinter se ha hecho un hueco como actor de referencia en el mercado español.
Con su apuesta por la economía real, el banco ha lanzado ya 22 vehículos de inversión, canalizando más de 4.500 millones de euros de sus clientes hacia este tipo de activos en sectores tan diversos como las energías renovables, residencias de estudiantes, sector hotelero, inmologístico, infraestructuras, tecnología, edificios de oficinas, superficies comerciales y capital riesgo.
¿Cómo se logra tener éxito en las inversiones en activos reales? La respuesta a esta pregunta se dio en el Encuentro ‘Bankinter Nuevas tendencias de inversión, nuevas oportunidades’, organizado por el periódico El Día, cabecera de Prensa Ibérica en Tenerife.
Laura García Vera, directora territorial de Bankinter en Canarias, que recordó en su mensaje de bienvenida que Bankinter es la entidad más sólida de España y la quinta de Europa, según las últimas pruebas de resistencia realizadas por el Banco Central Europeo, destacó el liderazgo del banco en el negocio de la inversión alternativa que, a su juicio, debe estar guiada por «algo más que la búsqueda de rentabilidad».
Por su parte, Íñigo Guerra, director general de Bankinter y responsable de Bankinter Investment, la filial del banco dedicada a la actividad de Banca de Inversión, explicó en su ponencia cómo el banco se propuso cambiar las cosas y crear valor al inversor buscando un «interesante» binomio rentabilidad/riesgo mediante la inversión en proyectos solventes que, además, generan riqueza y empleo en nuestra sociedad.
La inversión alternativa tiene como objetivo dirigir el ahorro y la inversión de las familias hacia activos y sectores de la economía real con alto potencial. A cambio de un plazo más largo y una mayor iliquidez, este tipo de inversiones tienen una menor correlación con los mercados financieros y con los ciclos económicos, alejándolas de la volatilidad de estos, contribuyendo a una adecuada diversificación y mayor equilibrio de las carteras.
Los expertos de Bankinter Investment buscan en múltiples sectores empresariales este tipo de oportunidades. Una vez localizado el activo, seleccionan al que consideran el mejor gestor profesional para cada tipo de inversión con el fin de que desarrolle esa actividad y obtenga la mayor rentabilidad, por supuesto midiendo los riesgos. El denominador común en todos los vehículos se centra, por tanto, en que Bankinter escoge «de forma rigurosa» al socio gestor, una empresa de referencia en cada uno de los ámbitos en los que se invierte. Asimismo, tanto el gestor como el banco coinvierten junto a los clientes en los activos seleccionados, en una clara alineación de intereses.
La filial Bankinter Investment ha lanzado en los últimos siete años 22 vehículos de inversión alternativa con un capital comprometido por inversores superior a los 4.500 millones de euros que, incluyendo la financiación de proyectos, supone actualmente una cartera de activos bajo gestión superior a los 7.200 millones de euros,
Uno de los ejemplos de inversión en activos reales destacado por Íñigo Guerra en su ponencia, es el de la reforma del Paradisus Salinas, un hotel ubicado en Lanzarote, perteneciente a la cartera de Victoria Hotels & Resorts que, de no haber contado con la inversión canalizada desde el vehículo constituido por Meliá, GMA y Bankinter Investment, habría tenido que acometer un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERE) en su plantilla. Este hotel, al igual que el Paradisus Gran Canaria, son actualmente ejemplo emblemático de la apuesta inversora por activos hoteleros de alta calidad.
Otros proyectos por los que ha apostado Bankinter son, por ejemplo, 250 escuelas infantiles ubicadas en países del norte de Europa, residencias de estudiantes en ciudades como Sevilla, Barcelona, Granada y Oporto, centros logísticos como la Ciudad del Transporte de Guadalajara, una gran planta de reciclaje en Albacete o el edificio de Primark ubicado en Plaza Cataluña de Barcelona, entre muchos otros. Guerra puntualizó que la inversión en estos activos reales no significa que las familias inversoras, clientes de Bankinter, hayan «prestado» su dinero a terceros, sino que se han convertido en propietarias de estos activos, en los que el banco coinvierte igualmente.
Para Íñigo Guerra es importante que este tipo de inversiones se realicen con capital español, pues de no ser así, la riqueza que se genera tras la inversión acaba «expatriándose». En cambio, «si la riqueza va a parar a familias españolas, esas familias pagan sus impuestos y el dinero se queda en el país».
«No podemos garantizar el éxito de la inversión, puede ocurrir que vaya mal. Pero sí garantizamos el trabajo que hay detrás, que es sólido», apunta Guerra, «Debe haber una explicación fácil. Nosotros desechamos muchas ideas de inversión porque no las vemos claras, solo hacemos un 10% de lo que nos llega», señala. Bankinter se encuentra en los comités de las inversiones y tiene poder de veto. Un veto que, afirman, usan con cabeza: «Si hemos dicho que solo haremos hoteles de cuatro y cinco estrellas, no vamos a meternos a hacer un hotel de tres estrellas», especifica.
Una vez que se considera que existe «una verdadera oportunidad de inversión», en Bankinter se contrasta si es así realmente. Un ejemplo fue cuando en 2017 creyeron que era el momento de apostar por las renovables. «Llegamos a la conclusión de que sí existía la oportunidad, pues habíamos hecho un concienzudo trabajo de análisis e investigación. Compramos un buen número de activos renovables a buen precio y luego logramos grandes beneficios», contó Guerra.
Para analizar de forma correcta cada mercado, Bankinter se rodea de socios clave: ya sea en las renovables, en las residencias o en los hoteles. Ellos son quienes saben los detalles sobre cómo gestionar y diseñar soluciones. «Hay bancos que no quieren tener colaboradores porque supone ceder beneficios», apunta.
Un mercado en alza en España
El mercado de la Inversión Alternativa adolece en España de la maduración que ha alcanzado en otros países de nuestro entorno o en Estados Unidos. Así, el porcentaje del ahorro global dedicado a estas inversiones se encuentra en nuestro país por debajo del 5% cuando en Europa está entre el 15% y el 20%, y en EEUU entre el 20% y el 30%, y en crecimiento. Unas cifras que dan idea del potencial que atesora en España esta actividad, en especial en entornos como los actuales.
El modelo de inversión que se sigue en Bankinter Investment es invertir solo en lo que se es capaz de gestionar. Esto quiere decir que «se trabajan y conocen cada uno de los activos» y se pueden dar explicaciones sobre su evolución.
Para ver la realidad y descubrir las oportunidades de inversión, el director general de Bankinter cree que es necesario ponerse «unas gafas especiales». De esta forma, puedes ir por la calle mirando sin ver o puedes ir por la calle viendo dónde invertir o qué se puede mejorar. De hecho, estos días la entidad volaba a Sevilla para valorar un proyecto con el que mejorar dos comunidades de regantes. Ahí ven una necesidad, pues existe un problema por la falta de agua en el campo español. «Hay que apostar por el sector primario y resolver el problema del agua.», valora.
También es clave, más allá del trabajo de estudio previo, la diversificación. Bankinter recomienda a las familias inversoras que pongan su dinero en distintos sectores. La necesidad de diversificar se evidenció cuando el primer día de la pandemia hubo que cerrar los hoteles. De estos, 40 eran de las familias inversoras de la entidad española. Sin embargo, ese varapalo se suavizó con una subida que les benefició: se dispararon las renovables. Así que los inversores que habían apostado tanto por los hoteles como por las renovables se mantuvieron estables.
En cuanto a qué sectores son más propensos para la inversión, Guerra señala que se debe invertir «en lo que se es bueno».
Inversor minorista
Bankinter se define también como el primer banco español que facilita el acceso del inversor minorista a estos proyectos rentables. Y es que dado el elevado ticket de entrada exigido, la inversión alternativa ha estado, hasta hace poco, restringida a los grandes inversores institucionales, en muchos casos extranjeros, o a los clientes de elevado patrimonio, que podían dirigir una parte de su inversión a proyectos perfectamente seleccionados.
Pero al amparo del nuevo marco regulatorio que fijó la Ley 18/2022, la situación ha cambiado sustancialmente. A finales de 2022 se constituyó Bankinter Investment SGEIC, entidad del Grupo Bankinter especializada en la gestión de activos alternativos. Así, Bankinter comercializa desde febrero de 2023 el primer fondo de gestión alternativa desde el que permite a los inversores, delegando la gestión de su inversión en la nueva gestora, acceder a un amplio universo de inversiones a partir de los 10.000 euros.
El fondo tiene como vocación la diversificación de sus inversiones, así como la búsqueda de activos que permitan ofrecer una retribución estable, periódica, con protección frente a la inflación y sin renunciar a lograr un potencial de revalorización del capital a largo plazo.
Para la entidad, invertir en la economía real es hacerlo con los cinco sentidos, pues es posible ver cómo crecen los jóvenes de las residencias, oler la naturaleza gracias a los parques eólicos, saborear la gastronomía de los hoteles renovados y escuchar cómo ríen los niños en las guarderías del norte de Europa.