El sector de los coches de alquiler afianza su recuperación en Canarias con un 85% de reservas para agosto
La flota de automóviles en arrendamiento roza cifras prepandemia, con 90.000 unidades en circulación
Alquilar un vehículo cuesta un 35% menos este verano

Dos turistas acceden a un vehículo de alquiler / ED

Encontrar un coche de alquiler para disfrutar de unos días de desconexión en cualquiera de las Islas Canarias se ha vuelto una tarea complicada este mes de agosto. Las empresas afrontan el verano de 2023 con cifras muy similares a las de 2019, antes de que estallara la pandemia de la covid-19. El sector sitúa la ocupación para el mes de agosto en el 85% y en islas como Tenerife y Gran Canaria comienzan a darse problemas a la hora de conseguir un vehículo si no se ha buscado con una antelación de, al menos, dos semanas.
La recuperación de los coches de alquiler en el Archipiélago es una realidad avalada por los datos. Juan Antonio Jiménez, presidente de la Asociación Profesional de Empresarios de Coches de Alquiler de Canarias y propietario de Jocar, cifra en 90.000 vehículos la flota disponible este 2023, apenas dos mil coches menos de los que había en 2019. El progreso del sector –según Jiménez– es fruto de un «gran esfuerzo» que ha durado tres años y ha costado a los empresarios «una inversión de mil millones de euros».
Debido a la celebración de elecciones en julio, este verano ha empezado «un poco tarde». Jiménez explica que los españoles son los principales clientes de las empresas de alquiler de vehículos durante estos meses y, con el miedo en el cuerpo por tener que acudir a una mesa electoral y verse obligados a alterar sus vacaciones, las reservas se frenaron. Sin embargo, en agosto los turistas nacionales han vuelto a pisar el acelerador y han hecho subir la ocupación al 85% en Canarias.
Juan Carlos Curbelo, jefe de reservas de Cicar, confirma la recuperación del sector pero matiza que lo que ha habido este año, más que un despegue, es una estabilización, pues en 2021 y 2022 coincidieron varias circunstancias que hicieron despegar de forma «anómala» las reservas y elevaron la ocupación por encima del 95%. Aquellas cifras –recuerda Curbelo– se debieron a las ganas de salir de casa tras el confinamiento, a que todavía había miedo a compartir trayecto con desconocidos en el transporte público y al hecho de que las empresas aún estaban recuperando la flota que habían reducido drásticamente en 2020.
Además, mientras que en 2021 y 2022 las islas no capitalinas se pusieron de moda –especialmente El Hierro, Lanzarote y La Graciosa– por el deseo de los canarios de encontrar tranquilidad y el impacto que la baja cifra de contagios en esos territorios tuvo en los turistas nacionales, este verano el «boom turístico» se está viviendo en los hoteles de Tenerife y Gran Canaria: «Nos costó que las reservas arrancaran en julio por la inflación y las elecciones pero, tras la celebración de los comicios, las reservas hoteleras han despegado en estas islas». Pese a ese elevado nivel de ocupación, desde Cicar mantienen que todavía existe un «perfecto margen de maniobra» a la hora de ofrecer alternativas a sus clientes.
Respecto a los precios, la estabilización en los alquileres ha provocado que bajen respecto al verano pasado. Tanto Jiménez como Curbelo aseguran que, gracias a que el mercado está «mucho menos tensionado», quienes vayan a arrendar un vehículo este mes de agosto en el Archipiélago lo encontrarán hasta un 35% más barato que hace un año. Y ambos hacen la misma recomendación, reservar con antelación para garantizar la disponibilidad. Además, insisten en las facilidades que se ofrecen al cliente que se anticipa, como la cancelación gratuita y el no pagar nada hasta que no llegue al punto de recogida.
Por otro lado, el fin de la alerta sanitaria ha cambiado las tendencias de los viajeros, que cada vez se animan más a hacer reservas de última hora. Esta novedad es positiva –según Jiménez– porque ayuda a las empresas a hacer una «mejor planificación» de la flota. Sin miedo a contagios, el sector vuelve a ver crecer el perfil del turista que planifica el viaje a su medida: «Es una persona libre que compra su vuelo, su estancia y encuentra en el vehículo de alquiler su solución de movilidad para mejorar la experiencia en la visita de las Islas, donde busca recorrer cada rincón y llevarse un recuerdo exclusivo».
El único punto negativo que enfrentan las empresas dedicadas al alquiler de coches es la inflación, que ha subido los costes de los vehículos en un «60%». Jiménez denuncia que esta situación «preocupa» porque pone en «peligro» la viabilidad de sus negocios.
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