La agricultura, ganadería, el sector forestal y, en definitiva, el campo canario, necesitan de una mano de obra que hasta el momento no encuentran. El trabajo en el sector primario también se ha ido especializando de la mano de los avances tecnológicos, y las empresas, pymes en la práctica totalidad de los casos de Canarias, no encuentran quienes estén formados para, por ejemplo, el manejo de maquinaria pesada.
Tampoco los currículos de la formación profesional (FP) están actualizados ni adaptados al contexto. En Fuerteventura hay dos módulos dedicados a los caballos. «Aquí lo que tenemos son cabras», se quejó un docente de un centro majorero. Lo hizo durante la jornada organizada esta semana por CaixaBank Dualiza y el Gobierno de Canarias en la capital grancanaria para, precisamente, estrechar el espacio que hoy separa los conocimientos que se imparten en las aulas y las necesidades del mercado laboral en todo el sector primario, excepto el pesquero.
El nuevo Gobierno de Canarias pactado por CC y PP tendrá una Consejería de Educación y FP
«No hay formación para manejar maquinaria forestal», señaló la coordinadora de CaixaBank Dualiza para el sur peninsular y Canarias, Eva Aguado. Hace tiempo que para dedicarse a la agricultura no basta con saber plantar y cosechar. Eso llevó al director general de Agricultura del Gobierno regional, Augusto Hernández, a señalar la necesidad de «incidir en la formación para lograr una profesionalización real».
Que existe salida laboral lo deja claro el más del 80% de inserción que consiguen quienes finalizan sus estudios de FP. Sin embargo, son muchos los jóvenes a quienes impacta el volumen de conocimientos que deben adquirir frente al simple salto a la acción que daban sus antepasados.
Reto para la Administración
La Administración tiene un importante reto por delante. La FP Dual impone la flexibilidad y la velocidad en la toma de decisiones; «juega un papel importantísimo», sostiene Hernández. Los jóvenes pasarán mucho tiempo en las empresas y cobrarán por esas prácticas. «Tendrán dos tutores, el del aula y el del centro de trabajo», expuso la consultora de IDEA María Ángeles Caballero. Esa es una de las grandes ventajas que introduce una modalidad formativa que es ley desde este mismo año.
Además de tener la prueba directa de cómo se traduce en la práctica la aplicación de las horas pasadas frente a los libros, los alumnos atesorarán un conocimiento exacto de todos los detalles de la profesión que han escogido. Para llegar a ese punto, empresas y centros formativos habrán tenido que sentarse y ponerse de acuerdo en los conocimientos que han de hacer llegar a esos jóvenes. Evidentemente, no se apartarán de los que demanda el mercado laboral, que no espera por nadie.
En la actualidad, la FP cuenta con 174 ciclos formativos y tan solo 21 cursos de especialización
La última palabra para dar luz verde al entendimiento entre el tejido productivo y los centros de formación la tiene la Administración autonómica, que se enfrenta a un gran reto. O decide a partir de ahora con rapidez o, de nuevo, las pymes de las Islas tendrán que buscar en otros lugares los trabajadores que les hacen falta. La importancia que cobra esta modalidad formativa se refleja en el pacto firmado por Coalición Canaria y Partido Popular para la gobernabilidad del Archipiélago durante los próximos cuatro años: la habitual Consejería de Educación sumará a ese nombre el de la FP.
Para hacerse una idea del trabajo que queda pendiente para conseguir ajustar la FP a los perfiles que necesitan las empresas, basta saber que en la actualidad existen 174 ciclos formativos –28 de FP Básica, 59 de Grado Medio y 89 de Grado Superior– y solo 21 cursos de especialización. Estos últimos deberán proliferar en los próximos años si se quiere que el ajuste fino de la FP resulte exitoso.
Empresas y centro de formación, sentados a la misma mesa
La sesión de trabajo organizada por CaixaBank Dualiza y el Gobierno de Canarias juntó en una misma mesa a las empresas y los centros de formación. Las unas detallaron las necesidades de personal que tienen; los otros, las dificultades que encuentran para conseguir el máximo nivel de eficiencia en el desarrollo de su labor. Cada subsector lo hizo de manera separada y la conclusión principal es que, por un lado, escasea el personal cualificado y, por otro, los currículos no están dispuestos para la mejora de esa falla por una carencia de actualización.
Agricultura
Los negocios agrícolas se quejan de los abundantes cambios normativos que han tenido que abordar durante los últimos años. En su gran mayoría se trata de empresas pequeñas o microempresas a las que les faltan horas en el día para sacar adelante la producción. Si además de ello tienen que enfrentarse de manera periódica a readaptaciones a un nuevo marco legislativo, la pervivencia dentro de las lindes normativas se les hace complicada.
En lo que respecta al personal, señalan los esfuerzos que deben hacer para encontrar trabajadores y el alto grado de absentismo que soporta el subsector. En muchos casos, se encuentran con empleados que no muestran el más mínimo interés y carecen de la aptitud adecuada. Son indicios claros de que entre la casuística abundan los casos de puestos de trabajo cubiertos con personas que llegan allí por el simple hecho de no encontrar sitio en otro rincón del tejido productivo canario.
El grado de absentismo laboral es elevado, según las empresas
Por supuesto, del ingreso en las plantilla de perfiles capaces de compatibilizar el puro trabajo en el campo con las labores administrativas y los conocimientos tecnológicos, no hay noticia.
De esto último también son testigos los centros de formación, que pidieron a las empresas que sean pacientes y no se lancen a la caza de mirlos blancos antes de que el proceso de formación llegue a su fin. Incidieron además, en la necesidad de extender el conocimiento de la FP Dual por todo el alumnado, que de manera general se sorprende cuando conoce la existencia de la posibilidad de estudiar y trabajar, cobrando y cotizando, al mismo tiempo.
Ganadería
El número de empresas ganaderas decae durante los últimos años. Buena parte de culpa la tiene el incremento de los costes de las materias primas que se produjo desde el final de la pandemia y se acentuó con la invasión que el ruso Vladimir Putin lanzó contra la vecina Ucrania. Los emprendedores del sector aseguran que las ayudas dispuestas desde el sector público no son suficientes para atenuar esta circunstancia, por lo que no pueden seguir adelante. La savia nueva que viene a integrarse en sus relaciones de personal llega con título pero sin certificados en, por ejemplo, bienestar animal o el uso de las aplicaciones que son inherentes a la marcha del negocio.
Los centros echan en falta profesorado con alto nivel de formación en la materia
Por su parte, los centros educativos señalaron la ausencia de personal docente bien formado, tecnificación y profesionalización como las grandes carencias con las que tienen que convivir hasta la fecha. La ausencia de profesores especialistas, de reconocimiento social –a pesar del alto índice de consumo de los productos que generan– y de equipamiento para ejemplificar las enseñanzas impartidas marcan el camino a seguir para la mejora.
La FP ganadera también se queja de la ausencia de tutores de empresa preparados para recibir a los alumnos y conducirlos por el camino preciso. Además, aunque saben que también están para eso, señalan que en muchas ocasiones los jóvenes utilizan esta vía como trampolín para dar el salto a la enseñanza universitaria veterinaria.
Forestal
Desde el incendio acaecido en Los Realejos hace alrededor de dos años, las administraciones decidieron contar con el sector privado en cuestiones de emergencia. Eso supone la apertura de una vía para el crecimiento de las necesidades de personal. Las empresas necesitan manos en todas las categorías, desde un peón especializado hasta ingenieros técnicos, y afirmaron que les cuestan grandes esfuerzos encontrarlos. Hasta la fecha resulta prácticamente imposible no extender más allá de las Islas las ofertas de trabajo; encontrar un operario de maquinaria pesada, por ejemplo, es a día de hoy una utopía.
Los docentes de este ámbito viven con incertidumbre la cristalización de la FP Dual. Desconocen qué habrán de hacer, cómo deberán afrontarla para garantizar a los alumnos las mayores posibilidades de éxito cuando tengan que pasar al mercado laboral. Para colmo, son pocos los jóvenes que se deciden a explorar este terreno para su formación académica, con lo que incluso se establece una competencia entre los diferentes centros para hacerse con ellos.
Viticultura
La dureza del trabajo ha llevado a la generación anterior a alejar a sus hijos de esta labor. Saben de los sinsabores que pueden encontrarse y se esfuerzan por inculcarles el deseo de ir a la universidad. Sin embargo, la tónica está cambiando al calor de la profesionalización y el incremento de la calidad de los vinos que se están gestando en las Islas.
En este ámbito se está produciendo una visibilización de las mujeres muy intensa. No porque antes no estuvieran presentes junto a las uvas, sino porque ahora son muchas las que están asumiendo roles protagonistas, ya sea firmando caldos o colocándose al frente de los negocios.
Las empresas se las ven y se las desean para encontrar trabajadores que puedan cubrir todos y cada uno de los puestos. Hacen falta bodegueros, peones agrícolas, enólogos... Como en el caso anterior, estas carencias motivan el robo de personal. Los jóvenes que se acercan al mundo de los vinos se sorprenden al comprobar que los conocimientos para el trabajo del día a día se adquieren mediante el estudio reglado.
La presencia de mujeres en puestos protagonistas ha aumentado
Los centros formativos reconocen que hay recorrido para la mejora de la formación del propio profesorado. Además, también inciden en la obselescencia de los currículos. Demandan una mayor divulgación para que los potenciales alumnos sepan que van a aprender muchas más cosas que a hacer vino. ¿Cómo lograrlo sin saber el modo de cuidar las vides?
Como dato positivo, se han recuperado los volúmenes de matriculaciones que hubo en el pasado. El nivel de inserción laboral es del 85% y en muchos casos se trata de autoempleo, por lo que es necesario reforzar la labor de asesoramiento y acompañamiento a aquellos que deciden emprender.
Jardinería
Es el subsector más ligado al sector público a través del mantenimiento de parques, jardines y otras instalaciones. La mano de obra menos especializada se encuentra con facilidad, pero del cargo de oficial hacia arriba comienzan los padecimientos de las empresas. En el caso de las islas no capitalinas, este problema se multiplica, igual que sucede si los que se pretende es encontrar jóvenes cualificados.
Desde el plano formativo, los docentes añaden a la general falta de recursos materiales, el de espacios –jardines– donde poner en práctica los conocimientos. La FP Dual es una gran desconocida para la mayoría del alumnado, que la recibe de buen grado cuando se les acerca. Para mejorar en la profesionalización y la tecnificación, recomiendan divulgar la realidad de esta profesión, alejada del romanticismo que lleva a cualquier persona a ponerla en práctica como hobby.
Los alumnos se sorprenden de la cantidad de conocimientos que deben adquirir
La supuesta mecanización de este trabajo lleva a no pocos alumnos a sorprenderse por todo el contenido que deben asimilar. Por lo mismo, la presencia de personas con discapacidad es más intensa que en otros subsectores. A decir de los docentes, se consigue en gran parte de los casos dotar a estos últimos de un nivel muy aceptable de conocimientos.
Por otra parte, decae el relevo generacional y la presencia en el grado superior de jóvenes de islas no capitalinas es rara avis. Solo Gran Canaria y Tenerife ofertan ese nivel formativo. El mantenimiento de las zonas verdes de los hoteles o los campos de golf son las salidas más comunes hacia el sector privado.