Cambio de tendencia

ArcelorMittal quiere activar el horno incendiado con el repunte que el sector espera en Europa desde el verano

Las patronales del acero de España y la UE y la de la industria electrointensiva piden medidas para aliviar el coste de la energía y del CO2 | La siderurgia alerta sobre las importaciones

Factoría de ArcelorMittal en Gijón.

Factoría de ArcelorMittal en Gijón. / MARCOS LEÓN

Javier Cuartas

El sector siderúrgico protagonizará un cambio de tendencia a partir de la segunda mitad de año, con un repunte de la demanda de acero, según las previsiones actualizadas de Eurofer, la patronal europea del sector. Esta organización empresarial considera que "lo peor parece haber pasado después del cuarto trimestre" del año pasado, cuando a causa de la crisis energética el consumo aparente se desplomó el 19,3%, lo que supuso el segundo peor comportamiento trimestral desde la pandemia de 2020.

Aun así, el ejercicio aún arrojará en el acumulado del año un retroceso de la demanda del 1%, que, aunque mucho más liviano que el del año pasado (-7,2%), supondrá que la industria siderúrgica europea sumará el cuarto descenso anual en los últimos cinco años, mientras que para 2024 se espera una continuidad de la recuperación con un aumento del consumo aparente de acero del 5,4%.

El punto de inflexión que presagia Eurofer a partir de mediados de año avala el pronóstico avanzado por Aditya Mittal, consejero delegado del primer fabricante mundial, ArcelorMittal, quien el pasado día 4 sostuvo que "las condiciones del mercado" ya "mejoraron en el primer trimestre" y que espera "un aumento adicional de la rentabilidad en el segundo trimestre".

La voluntad de la compañía de reabrir a fines de junio los hornos altos incendiados en Gijón y en Dunkerque apunta a la pretensión de aprovechar la recuperación de la demanda que en algunos casos ya se está constatando, en parte, según Eurofer, por la recuperación relativa de la industria automovilística y la estabilidad de la construcción, entre otros sectores consumidores.

La mejora que se atisba desafía así otros indicadores adelantados, como los PMI (índice de gestores de compras), que persisten en recesión en el sector manufacturero en casi todas las economías, a diferencia de los de servicios. Alemania, una economía muy industrializada, confirmó este jueves que su PIB ha encadenado su segundo trimestre consecutivo en negativo. Eurofer dijo por ello que la mejora de la producción de los sectores que consumen acero será "modesta" este año, con un aumento del 0,6%, para tomar más impulso en 2024, con una mejora del 2,3%.

Tanto Eurofer como la asociación española de la industria electrointensiva (AEG), que ayer celebró su asamblea anual, alertaron no obstante de la "elevada incertidumbre" existente. La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), de la que forma parte ArcelorMittal, Azsa y Celsa (presentes en Asturias), cree que "las perspectivas de recuperación de la actividad industrial para este 2023 no son muy optimistas".

Coste de energía y CO2. Ambas organizaciones y la patronal siderúrgica española (Unesid) han vuelto a llamar la atención sobre los costes energéticos que, pese a que se han aliviado, persisten por encima de la era precovid, lo que daña la competitividad internacional de las industrias siderúrgicas europea y española. Aunque "la evolución reciente nos está dando un respiro, todavía en abril de este año el precio de la luz es un 40% más elevado que en 2019 y el gas es casi tres veces más caro", dijo Alejandro Arnao, del departamento de estudios económicos de Unesid. Esta patronal apunta a su vez al coste de los derechos de emisión de CO2 en la UE, que "se encuentra en máximos históricos y se ha multiplicado por cuatro". Se trata, dijo, de niveles "claramente insostenibles".

El presidente de AEGE, José Antonio Jainaga, que este jueves fue reelegido para un nuevo mandato, abundó en que, "a pesar de la caída" reciente, "se espera" que los precios de la electricidad "continúen por encima de los 100 euros por megavatio en el mercado mayorista", lo que entrañará, dijo, "una clara desventaja". Según Jainaga, el precio de la electricidad ya no solo es el principal elemento de los costes de producción de los consumidores electrointensivos sino que ha pasado a tener más peso que el resto de las variables de producción juntas.

Según AEGE, otros países del entorno europeo tienen "medidas destinadas a proteger su actividad", lo que "ayuda a mitigar el impacto de sus precios energéticos", "evitando paradas en la producción y deslocalizaciones".

La patronal siderúrgica española (Unesid), apuntó, no obstante, que pese "al desorbitado coste de la electricidad" durante el año pasado, "el sector consiguió mantenerse entre los principales exportadores de la industria manufacturera", por más que las ventas en el exterior se redujeron el 14%, hasta 8,1 millones de toneladas, lo que "supone volver prácticamente a 2020", cuando las ventas españolas de acero en el extranjero se situaron en 8 millones de toneladas. Este retroceso se produjo tras la "intensa recuperación de 2021", cuando España vendió en el exterior 9,5 millones de toneladas de productos siderúrgicos.

La patronal europea del acero (Eurofer) enfatizó que el conjunto del sector en la UE afronta "precios de la energía, costes de producción e inflación muy por encima de los niveles anteriores" a la crisis. Eurofer reclamó "acceso a electricidad no fósil asequible" para que el sector siderúrgico europeo pueda acometer sus planes de descarbonización.

Para el caso español, AEGE cree que el estatuto de la industria electrointensiva aprobado por el Gobierno es "una herramienta apropiada que debería reforzarse para fortalecer la política industrial" y reclamó la prórroga durante el segundo semestre de la reducción del 80% de los peajes eléctricos ahora vigente y el aumento de la dotación presupuestaria para compensar las emisiones indirectas de CO2, lo que "aliviaría", dijo, la elevada exposición de este tipo de industrias al precio eléctrico.

Importaciones. La entrada en Europa de importaciones siderúrgicas extracomunitarias constituye el otro gran desafío del sector del acero. Eurofer dijo que, aunque han disminuido por la caída de la demanda, su participación de mercado sigue siendo históricamente alta (representan el 23,4%) y "siguen inundando el mercado europeo".

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