Disa crea en el edificio-piano de Tomás Morales un espacio sociocultural

Un momento de la intervención de Demetrio Carceller durante el acto de ayer. |

Un momento de la intervención de Demetrio Carceller durante el acto de ayer. | / Alberto García Saleh

La Fundación Disa ha transformado el conocido como edificio-piano, situado en la calle Tomás Morales 20 de Las Palmas de Gran Canaria, en un nuevo espacio para celebrar diferentes actividades socio-culturales pero que también albergará su sede a partir de ahora.

Este edificio emblemático del centro de la capital grancanaria fue encargado en plena recuperación económica de los años 50, cuando también se inició y consolidó en toda Canarias una apuesta por crear elementos arquitectónicos capaces de convertirse en referentes urbanos. Diseñado por el arquitecto Fermín Suárez Valido, el estilo es de corte racionalista con influencia del Movimiento Moderno, y ha acogido durante todo este tiempo las sedes de diferentes empresas del Grupo Disa, así como la estación de servicio Capitol, que en el año 2017 se convirtió en la ya conocida cafetería Jamaica.

La rehabilitación ha contado con el trabajo de Romera y Ruiz Arquitectos y de Syocsa Inarsa S.A., un proyecto pensado para dotar de accesibilidad al inmueble que ahora cuenta con una amplia sala multiusos ubicada en la primera planta, zona de trabajo y reuniones en la segunda, y una terraza transitable que pretende acoger diferentes actividades al aire libre pensadas para los más pequeños principalmente. Lo más importante es que se ha conservado la fachada original, de la cual sólo se ha cambiado la cristalera.

El presidente del Grupo Disa, Demetrio Carceller, recordó, durante dicha inauguración, que en estos casi doce años de andadura “nuestra Fundación ha invertido más de 22 millones de euros en acciones y programas sociales, con los que se han beneficiado más de 400.000 personas de media al año”. Además, Carceller explicó que se trata de “un alcance y efectividad que hemos ido multiplicando exponencialmente gracias a la energía de cientos de organizaciones e instituciones», que han estado «dedicadas al impulso de la educación, la cultura, el deporte, la ciencia y la protección de nuestro medio ambiente”.

El presidente hizo estas declaraciones en una inauguración a la que asistieron, entre otros, el presidente de la Fundación Disa, Raimundo Baroja; el director general de Radio Ecca, José María Segura, la consejera de Cultura del Cabildo, Guacimara Medina; el consejero de Hacienda del Cabildo, Pedro Justo Brito, o el diputado del Común, Rafael Yanes. Carceller subrayó que la Fundación DISA es parte del compromiso del Grupo con Canarias, que va mucho más allá y cumple ya 90 años de vigencia. «Disa es uno de los motores económicos de Canarias, con más de 2.000 empleos directos en las islas, a los que suma su aportación al mantenimiento del doble de puestos de trabajo indirectos con su actividad», aseguró. «Pero, además, Disa es el único operador presente en las ocho islas, pese a los sobrecostes y con el objetivo de que todas las personas de las islas dispongan de la energía que necesitan para su vida», porque, como el propio Carceller recordó «sin energía no hay nada».

El presidente del Grupo cifró la inversión directa de Disa en Canarias en los últimos ocho años que ha ascendido a 512 millones de euros, de los que 125 han sido destinados al impulso directo de la generación eléctrica de origen renovable, contribuyendo de esta manera a los objetivos europeos en la lucha contra el cambio climático.

Carceller aseguró que su Grupo impulsa la transición energética que debe garantizar el acceso de todas las personas a una energía «barata, capaz de llegar a todas las personas y casi ilimitada». A continuación, José María Segura, director general de Radio Ecca, con quien la Fundación Disa mantiene colaboración desde sus inicios, habló en representación de las organizaciones presentes y dijo que «como fundaciones somos instituciones sin ánimo de lucro y mucho más. Somos instituciones con una misión que es aportar corazón, aportar sentido, aportar alma a la sociedad. Y cuando ponemos esa misión, ese corazón, esa alma en el centro, colaboramos entre nosotras con fluidez, y se generan sinergias, fluyen las ideas, fluyen los proyectos».

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