Canarias llega al 80% de su cuota de atún rojo dos meses antes del fin de la campaña

El retraso en el arranque del periodo de pesca y el mayor margen adelantan el cierre precautorio

Dos pescadores canarios captura un atún.

Dos pescadores canarios captura un atún. / E.D.

Los pescadores canarios ya han capturado el 80% de la cuota de atún rojo asignada a las embarcaciones del Archipiélago –estipulada en 537 toneladas para este año– a pesar de que todavía faltan casi dos meses para el cierre de la campaña. Por este motivo, la Subdirección General de Vigilancia Pesquera y Lucha contra la Pesca Ilegal ha ordenado el cierre precautorio de la pesquería a los buques del caladero canario, para poder verificar el volumen de las capturas. Un parón preventivo, estipulado en la resolución del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través del que se regulan estas capturas. 

Tras este cierre –que entró en vigor la pasada medianoche– el organismo tendrá que verificar si se ha alcanzado o no la cuota asignada. En caso de que siga habiendo disponibilidad se procederá a la reapertura, acordando con el sector las condiciones necesarias para que no se sobrepase la cantidad estipulada para las embarcaciones canarias. De esta manera, las capturas de todas las embarcaciones que no dispongan de diario electrónico de a bordo deberán estar desembarcadas como muy tarde el próximo martes 2 de mayo. 

Aunque la cláusula que fija el cierre precautorio de la pesquería no es novedosa en la campaña de captura del atún rojo, según el sector algunas especificidades de la de este año han colaborado para que esta clausura llegue antes que en ejercicios anteriores. La primera es el retraso en la apertura de la veda de las capturas, que se produjo el pasado 7 de marzo. Una situación que, según explica Víctor Díaz, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Santa Cruz de Tenerife, no ha hecho otra cosa que acelerar las capturas por parte de las embarcaciones para poder aprovechar el paso de esta especie por las aguas del Archipiélago.

 «Que se abriese más tarde a nosotros nos dificulta porque el pescado ya ha pasado por aquí», explica. Al abrirse al mismo tiempo en todos los caladeros «cuando podemos pescarlo tenemos menos cantidad y hay un mayor volumen en el mercado, con lo que los precios bajan», señala. Por eso, muchos han pisado el acelerador para intentar ganar tiempo en las primeras semanas. 

Otro aspecto que ha ocasionado que el cierre precautorio se haya producido con mayor antelación es el mayor margen que se ha dado al exceso de capturas que quedan sin sanción, que ha pasado del 10% al 30%. Es decir, las 248 embarcaciones autorizadas pueden excederse en un 30% en el volumen de sus capturas asignadas sin miedo a tener que enfrentarse a una multa. Este mayor margen de maniobra también ha reducido el miedo que podían tener los pescadores a capturar algún ejemplar más por el peligro de pasarse.

Aunque Díaz destaca que además de estos factores existe otro que también influye en que se alcancen las cuotas antes del fin de la campaña. «Para la flota canaria la cuota es insuficiente y ridícula», señala. Y eso a pesar de que este año se ha visto incrementada, aunque solo en un 1,8%. «La flota canaria pesca de manera artesanal nosotros no esquilmamos los recursos de túnidos», valora. Por eso, insiste en que en base a esto y a su condición de Región Ultraperiférica (RUP) deberían quedar fuera de las cuotas o en su defecto «tener una cuota más grande y razonable» que se sitúe en torno a las 700 u 900 toneladas, cantidades que históricamente pescaba la flota del Archipiélago. 

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