Las restricciones de la UE cercenan en 10 años una cuarta parte del músculo pesquero de Vigo

El tijeretazo a la pesca de fondo y el aumento de costes aceleran el adelgazamiento del sector, que pierde casi la mitad de sus capturas | Exportación y desguaces de buques censados en otros puertos agudizan más la sangría

Pesqueros amarrados en Beiramar.

Pesqueros amarrados en Beiramar. / JOSÉ LORES

Lara Graña

El músculo de la pesca extractiva gallega está en riesgo. Y, por extensión, afronta mismo escenario incierto su máximo exponente: el que se concentra alrededor del puerto de Vigo, líder europeo en pesca fresca y uno de los más relevantes a nivel global. El adelgazamiento progresivo del sector primario hace mella en la actividad diaria de O Berbés, como constatan tanto los registros de flota como los balances de subastas. La industria no es indemne a la creciente presión regulatoria procedente de la Comisión Europea, exacerbada en los últimos meses con un veto a la pesca de fondo que irá a más, que acelerará con la reserva de hasta el 30% de aguas comunitarias o con las directrices para descarbonizar –sin ayudas, de momento– los barcos.

Y tampoco a la falta de relevo generacional, el éxodo de profesionales a otros caladeros y el incremento del coste de los insumos, como combustibles, plásticos o el hielo. Solo en una década, desde la puesta en marcha de la Política Pesquera Común (PPC), la pesca de Vigo ha perdido una cuarta parte de su capacidad, expresada en toneladas GT (arqueo bruto o gross tonnage), de acuerdo a los registros oficiales de la Consellería do Mar.

La evolución de la pesca en Vigo.

La evolución de la pesca en Vigo.

A día de hoy, con la venta del pesquero Portomayor y tras el naufragio del Villa de Pitanxo –ambos con folio de Vigo–, en la ciudad figuran como censados 111 barcos. Lo relevante, a efectos de valorar una reducción de buques, es analizar la capacidad en GT. La mayoría de las unidades que componen la flota en Galicia son de artes menores, de muy poca eslora y arqueo bruto, y el desguace de un centenar de estas embarcaciones puede equivaler a la pérdida de un único arrastrero, por ejemplo. A cierre del año 2012 constaban en el puerto olívico 140 buques con más de 55.300 GT, y ahora no se alcanzan las 43.000. Es una merma de casi el 23%, un enorme daño a la masa crítica de un sector estratégico y en torno al cual se vertebró la ciudad en sus inicios. Río Mau (a Marruecos), Nuevo Laredo (Francia), Adexe Primero (Camerún), Abrela (Senegal) o Nuevo Bitácora (Namibia) son algunos de los buques con matrícula de Vigo perdidos en los últimos tres años. Todos, de gran capacidad. Sin contar, además, unidades como el Skellig Light II, de capital vigués y que vendía el resultado de su faena en la lonja de O Berbés, y que ha ido a desguace en las últimas semanas.

Río Mau (a Marruecos), Nuevo Laredo (Francia), Adexe Primero (Camerún), Abrela (Senegal) o Nuevo Bitácora (Namibia) son algunos de los buques con matrícula de Vigo perdidos en los últimos tres años

Menos capacidad, menos actividad en alta mar y menores resultados económicos en el pósito. Entre el 1 de enero y este 21 de abril, se subastaron en Vigo algo menos de 5.800 toneladas de pescado, de acuerdo al portal Pesca de Galicia de la Xunta. Es un 40% menos que el balance registrado en el mismo periodo del ejercicio 2012, y una cifra inferior a todos los años precedentes. Como consecuencia, y a pesar del encarecimiento de algunas especies que han elevado el valor del precio medio por kilogramo, la facturación por subasta se ha desplomado otro 20,6% en la misma década. Sea cual sea el ejercicio con el que se realice la comparación –sin contar con el año de la pandemia–, este 2023 es peor en todos los registros; en lo que va de año, los ingresos quedaron por debajo de los 25 millones de euros, frente a los 31,5 millones del mismo periodo de 2012 o los 32,5 de 2018.

  • El censo actual

    Lo componen 111 barcos, registrados en Vigo, con una capacidad –expresada en GT, que es arqueo bruto o gross tonnage– de menos de 43.000. Es una cuarta parte inferior a la de hace solo diez años.

  • Los ingresos

    La merma de músculo extractivo penaliza los resultados de la lonja viguesa, con una pérdida del 40% de la facturación en subasta. En lo que va de año, estos ingresos no alcanzan los 25 millones.

  • El éxodo

    Como consecuencia de la falta de rentabilidad y por la falta de relevo, son múltiples los buques que son exportados a otros caladeros, sobre todo a Mauritania o Marruecos.

  • El futuro

    Bruselas ha advertido que va a perseverar en las restricciones a la pesca de fondo, además de vetar el 30% de aguas europeas.

El futuro no se presenta halagüeño. Bruselas tiene intención de perseverar en las restricciones a la pesca con artes de fondo, como el arrastre o el palangre, y ya puso en marcha un reglamento sin disponer de un informe de impacto socioeconómico y sin datos científicos del rastro de las artes fijas en el fondo del mar. El nuevo dictamen de los científicos que asesoran a la Comisión Europea, aun sin conocer –como reconocen– en qué medida afecta el palangre a los ecosistemas vulnerables, incrementa las superficies donde se prevé vetar esta actividad.

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