Refugio ante la subida de tipos

Los fondos de inversión se fijan en el sector agrícola español

La creciente tecnificación y las exportaciones son claves para la producción de frutas y verduras españoles y requieren inversiones millonarias

Verduras y hortalizas en un supermercado.

Verduras y hortalizas en un supermercado.

Eduardo López Alonso

Las ventas en el extranjero de frutas y hortalizas españolas superaron la cifra de 15.800 millones de euros en 2022, cerca de un 50% más que en 2014, año desde el cual no ha parado de crecer, aunque con menos brío el pasado ejercicio tras recortes en términos de volumen causados por causas climatológicas. La exportación es válvula clave del crecimiento para el sector primario español, al suponer dos terceras partes de las ventas y permitir los mercados exteriores mejores márgenes que en el mercado interior. Como consecuencia de la tecnificación del sector y de este peso creciente de los mercados exteriores, el tamaño de las empresas que intervienen en el sector ha crecido. También los fondos de inversión han irrumpido con fuerza en el sector en los últimos años, al encontrar rentabilidades atractivas. Así, la facturación conjunta de los 30 primeros mayoristas supera ya los 7.600 millones de euros, según el estudio sobre el sector publicado recientemente por el Observatorio Sectorial DBK de Informa.

En el sector se identifica un alto número de pequeños y medianos productores, si bien se aprecia una creciente tendencia hacia la integración y asociación en organizaciones de productores y comercializadores. En el ámbito de la comercialización mayorista especializada existe un mayor grado de concentración. La facturación total conjunta de los 20 principales operadores superó los 6.000 millones de euros en 2021, mientras que los treinta primeros facturaron ya cerca de 7.600 millones.

La tendencia

Según la consultora Valoral Advisors, en los últimos años el número de fondos de inversión especializados en agricultura y alimentación se ha multiplicado hasta sumar casi 900 fondos con cerca de 140.000 millones de euros en activos bajo gestión. España, como séptima potencia agroalimentaria en el mundo, es uno de los destinos favoritos para el capital nacional e internacional. Pero se trata de una tendencia a escala planetaria. El apetito por este tipo de activos se ha visto impulsado desde el estallido de la guerra en Ucrania y, pese a la desaceleración de la actividad inversora actual, se espera que las fincas rústicas se mantengan como valor refugio por su alta rentabilidad y la resiliencia frente a los cambios de ciclo.

En concreto, el volumen total de transacciones realizadas por inversores institucionales en el sector en Iberia (España y Portugal) superó los 1.000 millones en 2022, según los datos de CBRE. Según Thomas Teixeira, responsable de Agribusiness en Iberia de CBRE, reconoce que aumenta el interés del capital en la producción agrícola ante la previsión de que la producción agrícola tiene que aumentar el 30% hasta el 2030. "La incertidumbre sobre la inflación, eleva el interés en el sector agrícola", explica, ante las expectativas de buena rentabilidad por el previsible alza de precios. "El conjunto de determinados factores ha llevado al Agribusiness a un 'boom' en España. Fondos patrimonialistas, de capital de riesgo y de pensiones y aseguradoras ponen su atención en los suelos cultivables de España", reitera. Pero la incertidumbre rodea también esas inversiones ante una de las sequías más persistentes de los últimos años y alzas de costes de transporte y de fertilizantes. 

Un ejemplo de estos movimientos lo protagonizó el año pasado Planasa una empresa que atrajo ofertas el año pasado por más de 1.000 millones de euros por parte de fondos de inversión como CVC, Partners, KKR, Permira y Bridgepoint, informó la prensa especializada. Planasa, [propiedad del grupo inversor Cinven (MásMóvil , Hotelbeds, RB Iberia (que aglutina el negocio de Burger King, Popeyes y Tim Hortons en España y Portugal), Tinsa y Ufinet], está especializada en la generación de variedades de arándanos, frambuesas, fresas y moras. Pero produce también ajo, espárrago o aguacate. Prevé facturar unos 210 millones de euros este año, con una plantilla de unas 4.000 personas y ebitda (beneficio bruto) de unos 80 millones. Es un ejemplo del perfil de la nueva agricultura que viene. Otro ejemplo es el grupo Ametller Origen, que pretende invertir 180 millones en potenciar la verticalización de su negocio agrícola-distribuidor alimentario y ser referente en la nueva agricultura tecnificada.

Aumento de precios

La sociedad de tasación Gesvalt reconoce que, aunque en más del 90% de las propiedades de fincas rústicas en España son personas físicas, cada año las sociedades mercantiles van aumentando su presencia. En la actualidad, estas sociedades solo representan el 2,5% de las explotaciones y en torno a un 12% de la superficie agraria, según la consultora, por lo que las expectativas de crecimiento de la inversión en el sector agrícola son elevadas. Gesvalt pronostica un crecimiento en el precio de la tierra destinada a cultivos para 2023, aunque tradicionalmente las revalorizaciones han sido moderadas.

Según los datos del estudio de DBK, el valor de la producción de frutas y hortalizas en España descendió un 2,4% en 2022 situándose en 20.645 millones de euros. A pesar del perceptible incremento de los precios, se produjo en el último ejercicio una significativa caída del volumen de producción motivada por fenómenos climatológicos adversos. Todos los expertos vaticinan que en el futuro, los productores de productos agrícolas y ganaderos tendrán que tener en cuenta que serán necesarias importantes inversiones para afrontar cultivos en un contexto de falta de agua y encarecimiento de los costes energéticos.

La exportación española de frutas y hortalizas frescas en 2022 totalizó 12 millones de toneladas, lo que supuso el 10,4% menos que en 2021, mientras que el valor aumentó casi el 1,5%, totalizando 15.930 millones de euros, según los datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, hechos públicos por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

El fuerte descenso del volumen exportado de frutas y hortalizas frescas que confirman los datos definitivos de 2022 se debe en gran medida a la climatología adversa, según la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex). Hubo heladas en primavera, que supusieron la fuerte reducción de la fruta de hueso especialmente en Aragón y Catalunya, o las incesantes lluvias durante los meses de abril y mayo en regiones eminentemente hortofrutícolas como Murcia. A lo que se sumaron las olas de calor del verano y un arranque de invierno muy cálido, que afectó a las producciones hortofrutícolas andaluzas.

Campo de cultivo.

Campo de cultivo. / ARCHIVO

Crecimiento desde 2014

En este marco de incremento de costes energéticos y de abonos, las exportaciones de frutas y hortalizas ralentizaron su crecimiento en 2022, con ese aumento del 1,5%, frente al 7,5% del año anterior. No obstante, las ventas españolas de frutas y hortalizas en el extranjero no han dejado de crecer desde el año 2014, acumulando desde entonces un aumento cercano al 50%. El incremento de costes energéticos disparó los precios de producción en el norte de Europa, beneficiando las importaciones de productos del sur de Europa pero menos de lo previsto inicialmente por el sector. Pese al aumento de la exportación, el valor de las exportaciones de frutas cayó un 2,7%, hasta situarse en 8.885 millones de euros. Las ventas al exterior de hortalizas se incrementaron un 7,5%, alcanzando la cifra de 6.949 millones de euros.

Exportación

La Unión Europea destaca como el principal destino de las exportaciones españolas, reuniendo el 81% y el 79% de las ventas de frutas y hortalizas al exterior, respectivamente. Por países, Alemania, Francia y Reino Unido se configuran como los principales países de destino en ambos segmentos, reuniendo conjuntamente en los dos casos en torno al 60% del valor de las mercancías exportadas.

Por su parte, las importaciones de frutas y hortalizas aumentaron un 12,8%, hasta los 3.523 millones. Destaca el peso de las importaciones procedentes de Marruecos, al concentrar el 20% del total de frutas importadas y el 46% en el caso de las hortalizas.

El descenso interanual del volumen exportado fue más notable en las frutas, con una caída del 13%, totalizando 6,6 millones de toneladas y afectando a casi todos los productos. En fruta de hueso retrocedieron los principales productos como melocotón, con un 24% menos y 262.211 toneladas o nectarina, con un 20% menos y 277.539 toneladas. En frutos rojos, la fresa descendió un 12% situándose en 278.137 toneladas o el arándano, con un 3% menos y 86.879 toneladas. En cuanto al valor total de la exportación de frutas ascendió a 8.843 millones de euros (-3%).

La exportación de hortalizas en 2022 bajó un 7% respecto a 2021, totalizando 5,3 millones de toneladas, retrocediendo las principales hortalizas exportadas, como pimiento con 795.669 toneladas (-7%), lechuga con 714.503 toneladas (-12%), tomate con 629.269 toneladas (-5%) o coles con 500.520 toneladas (-7%). En cuanto al valor total de la exportación de hortalizas creció un 7% totalizando 7.086 millones de euros.