BOOM DE EXPORTACIONES

España catapulta la reventa de gas a nuevos países en plena crisis

La apertura del “gasoducto virtual” por mar con Italia y la reversión del flujo del tubo con Marruecos coloca a ambos países por primera vez entre los mayores compradores

La planta de regasificación de Enagás en Barcelona.

La planta de regasificación de Enagás en Barcelona. / ENAGÁS

David Page

La crisis energética está provocando una sacudida histórica en el ranking de proveedores y destinatarios en el comercio exterior de gas en España, que se ha convertido en un gran hub de compra y reexportación de energía en plena guerra en Ucrania y el terremoto económico y energético que la invasión militar de Rusia ha provocado.

Con toda Europa buscando reducir al mínimo su dependencia del gas ruso, España está consiguiendo sacar partido de su amplia red de plantas regasificadoras -las que reciben y envían el gas por barco- y está exprimiendo al máximo sus gasoductos internacionales, lo que está provocando que las reventa de gas a otros países se estén disparando.

Las exportaciones de gas desde España a otros países se han disparado un 88% desde el inicio de la guerra y hasta el pasado febrero, hasta los 73.186 gigavatios hora (GWh) equivalentes, según los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores). Los países europeos son el principal destino de las exportaciones de gas con mucha diferencia, concentrando un 90% de las ventas en los últimos doce meses (frente al peso del 65% de 2021).

Durante el último año, España ha impulsado hasta niveles récord sus envíos de gas a Francia, el país con el que es más intenso el comercio habitualmente, por cercanía y por contar con interconexiones por tubo. Las exportaciones a Francia han crecido durante la guerra casi un 160% tanto por gasoducto como por barco , hasta superar los 38.000 GWh, mientras que las importaciones se han mantenido estables en el entorno de los 19.500 GWh.

Un ‘puente marítimo’ con Italia

La crisis energética y el impacto de diferentes tensiones geopolíticas ha hecho que nuevos países ganen fuerza en el listado de grandes compradores. Italia, un país tradicionalmente muy dependiente del gas ruso, está tomando un inesperado protagonismo en las exportaciones gasistas desde España y en los últimos meses se ha colocado incluso como principal destino de las reventas (la última vez, el pasado febrero, con un 29% del total).

El Gobierno italiano ha impulsado una suerte ‘puente marino’ para poder elevar las compras de gas desde España utilizando pequeños barcos metaneros que de manera continua cargan gas natural licuado (GNL) en las plantas regasificadoras españolas, singularmente la de planta de Barcelona. La renovada intensidad comercial de ese gasoducto virtual ha hecho que las exportaciones de gas a Italia se hayan multiplicado por nueve en el último año, hasta un máximo histórico de 12.183 GWh.

Las autoridades de ambos países hablan de que se ha puesto en marcha un “gasoducto virtual”, utilizando barcos y no tubería, e incluso Enagás -el gestor del sistema gasista español y de las redes de gasoductos y plantas de regasificación- ha ampliado la capacidad de sus instalaciones en el puerto de Barcelona para favorecer el boom de envíos a Italia.

Un barco para el transporte de gas natural licuado (GNL).

Un barco para el transporte de gas natural licuado (GNL). / LUC SKEUNDENER | PIM

Marruecos, de país de paso a comprador

España reabrió el pasado junio el gasoducto Magreb-Europa, que Argelia había decidido unilateralmente cerrar unos meses antes. Pero la reactivación del tubo a través del Estrecho de Gibraltar ahora no está sirviendo para que llegue gas a España como siempre había sucedido, sino que se revirtió el sentido del flujo de suministro para mandar gas de España a Marruecos. En los últimos meses estos envíos de gas a Marruecos no han dejado de intensificarse.

Cuando se reabrió el gasoducto, las cantidades transportadas al país africano eran muy reducidas, pero en los dos últimos meses las exportaciones se han intensificado con fuerza. Frente a los volúmenes casi testimoniales de junio (60 gigavatios hora, GWh), julio (172 GWh) y septiembre (123 GWh), en octubre los envíos empezaron a multiplicarse (328 GWh) para empezar a dispararse en noviembre (553 GWh), diciembre (527 GWh) y en enero (536 GWh), y alcanzaron nuevas cotas históricas en febrero (680 GWh) y en marzo (820 GWh), según los últimos registros de Enagás.

El papel de España se limita a recibir en sus plantas de regasificación los barcos con el gas que compra Rabat a cualquier país proveedor y lo envía a través del gasoducto de Tarifa (Cádiz) hasta el país alauí. Madrid echa así un capote a Marruecos en plena crisis energética mientras trata de intensificar y reconducir sus buenas relaciones bilaterales. Pero el guiño a Marruecos tensa aún más el choque diplomático entre España y Argelia tras el giro del Gobierno de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental, respaldando el plan autonomista marroquí para la antigua colonia española.

El Gobierno argelino bloqueado las relaciones comerciales con España y ha amenazado con romper contratos de suministro de gas firmados con empresas españolas si detecta que parte de ese gas acaba siendo revendido a Marruecos, con el que ha roto relaciones diplomáticas también a cuenta del Sáhara. El Ejecutivo español niega por completo que el gas argelino pueda ser redireccionado a Marruecos y ha activado un plan especial para evitar tal posibilidad.

En paralelo, las ventas de gas a Portugal también se están incrementando. Durante el último año el envío de gas a través de los gasoductos que unen ambos países ibéricos ha crecido un 50%, pero es en los últimos meses cuando se ha disparado con fuerza. Sólo en febrero las ventas a Portugal se han multiplicado por diez y han concentrando más de una cuarta parte de todas las exportaciones españolas.

España como ‘hub’ gasista

España ha reexportado a Europa durante el último año cerca del 15% de todo el gas que llega al país y tiene capacidad para elevar aún más la reventa en caso de ser necesario. Según los datos que maneja Enagás, el sistema gasista español puede exportar al continente 8.500 millones de metros cúbicos de gas (8,5 bcm) al año a través de los dos gasoductos con Francia tras la ampliación de capacidad puesta en marcha en noviembre con un nuevo compresor en Irún, y actualmente también tiene capacidad para mandar otros 4 bcm por barco desde las plantas de regasificación.

Pero si se ponen las regasificadoras a máximo rendimiento, se pueden sumar casi otros 10 bcm adicionales y elevar la cantidad redigirida a otros países europeos hasta más de 20 bcm cada año (aproximadamente un 13% del volumen de gas que compra Europa a Rusia). Además, Enagás trabaja con poner en marcha de manera inmediata la planta asturiana de El Musel, hasta ahora inactiva, para utilizarla como almacén logístico de reexportación, lo que podría elevar en otros 8 bcm la capacidad española de envío de gas a Europa a partir del próximo año.