La primera planta de hidrógeno verde de Galicia consumirá tanta electricidad como todo el comercio

La antigua mina de carbón que alimentó a la térmica de As Pontes, la joya de la corona del sistema eléctrico gallego durante casi medio siglo, será la cuna en la comunidad de la primera gran planta del hidrógeno verde, “un vector energético clave para la descarbonización de la energía y del sector del transporte, ya que no genera emisiones de gases de efecto invernadero durante el proceso de generación ni durante su consumo como combustible”, como destaca Reganosa, la promotora. Justo lo contrario que la central predecesora, el principal foco de dióxido de carbono de todo el país mientras estuvo en funcionamiento. El proyecto H2Pole prevé levantar en dos fases una factoría de 100 megavatios (MW) con una producción anual estimada de 16.000 toneladas. Será una gran consumidora de electricidad. Para el proceso de electrólisis que separará el hidrógeno del oxígeno en las moléculas de agua que tome del lago situado en la localidad coruñesa –un máximo de 438.000 metros cúbicos, el 0,07% del recursos disponible en la zona– y en previsión de que opere unas 8.000 horas al año necesitará “aproximadamente 880 gigavatios hora (GWh) durante el funcionamiento normal de la planta”, casi el mismo consumo que tiene ahora mismo el sector del comercio en la comunidad.

La demanda eléctrica es uno de los principales datos recogidos en la documentación en exposición pública desde ayer con la solicitud de autorización ambiental integrada, el estudio de impacto ambiental y la declaración de utilidad pública. La Xunta le da prioridad tras declararlo Proyecto Industrial Estratégico el pasado septiembre. Hay 30 días hábiles para la presentación de alegaciones u observaciones.

Acuerdo con EDP

Reganosa recuerda en el proyecto que la futura planta de hidrógeno verde cubrirá sus necesidades de electricidad con parques eólicos. De ahí el acuerdo firmado con la filial española de EDP Renovables. El anuncio publicado ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG) contempla un presupuesto total para la ejecución material de 156,2 millones de euros, aunque la memoria del proyecto eleva la inversión a casi 209 millones de euros: 76,9 millones para la primera fase y 131,8 millones para la segunda. El H2Pole es una de las iniciativas seleccionadas por el Gobierno hasta ahora en el Perte de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento, junto con la planta de metanol Green Umia impulsada por Iberdrola y Foresa en Caldas de Reis y la planta productora Julio Verne diseñada en el Puerto de Vigo por parte de una docena de pymes gallegas y la colaboración, entre otros organismos, del CTAG, Anfaco y Aclunaga. La planta de Reganosa y EDP recibirá una inyección de 24 millones a cargo de los fondos europeos.

Es muy posible que haya una tercera fase intermedia. “De acuerdo con la disponibilidad de los programas de financiación para el desarrollo de esta nueva tecnología y ante la falta de capacidad de modularización de los electrolizadores”, los 50 MW iniciales podrían desarrollarse “de forma escalonada”, alcanzando una capacidad de 20 MW en un principio. “El objetivo final de H2Pole es el desarrollo del uso de hidrógeno en la zona para los diferentes usuarios finales (industriales, movilidad, particulares, etc.) y contribuir tanto a la descarbonización del sector energético, como el de potencial el desarrollo social y económico en un área especialmente afectada por la deslocalización industrial”, señala la compañía.

Usos y calendario

Concretamente, la producción se destinará a las líneas de distribución de gas –se ejecutará un hidroducto desde las instalaciones al nudo de la red de la propia Reganosa–; a almacenamiento a alta presión para su reparto en buques cisterna; y a repostaje de vehículos “como un futuro uso”.

El calendario establece el inicio de las contrataciones a partir del próximo mes de mayo. La construcción de la primera fase se desarrollaría entre septiembre de este año y diciembre de 2025. La segunda iría de marzo de 2027 a junio de 2029.

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