Este 1 de abril ha entrado en vigor la reforma de las pensiones en España, la cual establece importantes cambios en la forma de calcular las prestaciones. La principal modificación afecta a la forma de calcular la base reguladora, que es uno de los factores esenciales para determinar el importe de la pensión de jubilación.
Antes, se tenía en cuenta la base de cotización de los últimos 25 años, pero ahora se podrá optar por seleccionar los últimos 29 años cotizados excluyendo los dos peores. La Seguridad Social ofrecerá ambas alternativas para que los pensionistas puedan seleccionar la más favorable.
Modificaciones en las cuantías
Además, la reforma de las pensiones establece que la pensión máxima se revalorizará con el IPC más el 0,115% hasta el año 2050, y entre 2051 y 2065 se producirán nuevas subidas con el objetivo de que en 2065 la pensión máxima se haya incrementado un 20% de manera acumulativa.
También se estipula que las pensiones mínimas contributivas alcanzarán, como mínimo, el 60% de la renta mediana, lo que significa que la pensión mínima de jubilación se incrementará desde los 13.500 euros anuales actuales hasta los 16.500 euros anuales.
La reforma de las pensiones también beneficiará a las pensiones no contributivas, ya que el importe de las mismas subirá hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal. Asimismo, se prevé que la pensión de viudedad aumente entre 1.775 y 3.800 euros anuales a lo largo de los próximos cuatro años. Estos cambios suponen un paso importante para mejorar el sistema de pensiones y garantizar un futuro más estable para los jubilados en España.