Coste de la vida

La inflación se frena en marzo hasta situarse en el 3,3%, al nivel de agosto de 2021

La contención en los precios de la electricidad y los carburantes permite reducir el IPC en 2,7 puntos en un mes, según el avance del INE | El índice más estructural, la tasa subyacente, apenas baja una décima y se sitúa en el 7,5% con una cesta de la compra en cotas muy elevadas

La inflación se frena en marzo hasta 3,3%.

Agencia ATLAS | Foto: EP

Agustí Sala

El índice precios de consumo (IPC) frenó drásticamente su escalada en marzo hasta el 3,3% interanual, casi la mitad que el mes anterior y casi tres veces menos que un año atrás, según el indicador adelantado publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Uno de los elementos que contribuyó a esta evolución fue la moderación de los precios de la electricidad y de los carburantes, así como la comparación con la escalada registrada en marzo del año pasado. Todo ello ha llevado el índice al nivel más bajo desde agosto de 2021.

Un año atrás fue cuando se notó el primer impacto de la guerra de Ucrania, con un aumento mensual con respecto al mes precedente del 3%, el mayor en 45 años. 12 meses después la comparación acusa el denominado 'efecto escalón' y se modera el índice general aunque sigue en niveles elevados la cesta de la compra, sin que hayan tenido mucho efecto la supresión del IVA en los alimentos más básicos y la reducción del 10% al 5% en los aceites y pastas. El IPC con respecto a febrero ha subido el 0,4%.

Como consecuencia de todo ello, la inflación subyacente, la más estructural ya que es la que excluye los precios de la energía y de los alimentos no elaborados, se redujo una décima con respecto a febrero, hasta el 7,5%, el primer descenso desde septiembre pasado, según el INE. El mes pasado, los alimentos alcanzaron un nivel récord del 16,6%, lo que situó la inflación subyacente en el 7,6%, la variable que más preocupa combatir. El mantenimiento de este dindicador en cotas elevadas sugiere que persiste el encarecimiento de la cesta de la compra, que relevó meses atrás a la escalada en los precios de la energía, que fueron los que iniciaron el proceso inflacionista después de comenzar la geurra en Ucrania.

Según fuentes del Gobierno, la menor inflación "está favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, como ponen de manifiesto las ganancias de cuota de mercado y el aumento de las exportaciones de bienes y servicios, incluso en el complejo contexto económico internacional". Desde el Ejecutivo también atribuyen la reducción del nivel general de precios al efecto del tope del gas para producir electricidad, uq evencía en mayo próximo y que se prorroga hasta final de año tras el aval de Bruselas.

Los analistas ya preveían un descenso importante del IPC durante la primera mitad de este año al compararse con el primer semestre de 2022, en el que el que se vivió la gran escalada. De hecho estiman que el 'efecto escalón' o efecto base "presionará significativamente a la baja a la inflación durante toda la primera mitad de 2023", según el análisis de CaixaBank Research. Este desfase se reducirá durante la segunda mitad del ejercicio ya que el fuerte crecimiento del IPC se concentró en el primer semestre de 2022, mientras que durante la segunda parte de ese ejercicio se mantuvo bastante estable.

Tras un 2022 con una inflación media del 8,5%, la más alta desde 1986, y un pico de inflación interanual del 10,8% en julio pasado, en los próximos meses la tendencia podría ser a la moderación. En sus últimas estimaciones el Banco de España, además de mejorar la previsión de crecimiento para este año hasta el 1,6% rebajó las de inflación hasta una media del 3,7%.

También el panel de la fundación de las antiguas cajas, Funcas, que integra las estimaciones de 19 entidades y servicios de estudio, calculó que la inflación este año se situaría en una media en torno al 4%, lo que supone alrededor de la media de 2022. La tasa interanual de diciembre sería del 3,7%, frente al 5,7% del año pasado, según Funcas.

En cuanto a la inflación subyacente, sube cinco décimas, hasta el 4,5% de media anual. El mes pasado se situó en el 7,6% impulsado por la cesta de la compra, que relevó a los precios de la energía, que fueron los que iniciaron la escalada.

Esta evolución es la que empujó al Banco Central Europeo (BCE), más tarde que la Reserva Federal de EEUU, a iniciar el camino de las subidas de los tipos de interés a partir de julio pasado. Desde entonces ha acordado seis incrementos, al pasar del 0% al actual 3,5%, con el consiguiente encarecimiento del euríbor a un año, que es la referencia para las hipotecas de interés variable.