Automoción

Seat regresa a los beneficios gracias al impulso de Cupra

Pese a vender menos coches que en 2021 la compañía española del grupo Volkswagen recuperó los beneficios con 68 millones de euros y una facturación cercana a los 10.500 millones de euros.

Wayne Griffiths, presidente de Anfac (y de Seat y Cupra).

Wayne Griffiths, presidente de Anfac (y de Seat y Cupra).

Xavier Pérez

Después de que el pasado 14 de marzo el Grupo Volkswagen anunciara sus resultados, la radiografia de sus marcas sigue el mismo patrón: crecimiento de ingresos pese a vender menos coches. Este es el caso de Seat S.A. (formada por Seat y Cupra), que en su balance de 2022 ha presentado un descenso de las ventas del 18,1% con 26.000 coches menos (algo más del doble que el total del consorcio alemán), pese a lo cual su facturación ha crecido un 13,8% con casi 10.500 millones de euros, la segunda mayor facturación de la historia de la compañía. Se vende menos, con mayor margen y se gana más. Esa es la tendencia. Con ello, la compañía española, regresa a los beneficios tras un par de años de caída tras la pandemia consolidando un neto operativo de 68 millones de euros (en 2021 perdió 256 millones). Entre 2015 y 2019 Seat S.A. cerró los cinco mejores años de su historia.

El impulso de la marca Cupra en Seat es algo conocido, innegable, temido en un principio por los 'seatones', pero necesario en un sector en plena transformación. La llegada de la marca de prestigio de Seat ha abierto un nuevo escenario para la compañía en la que la marca primigenia va perdiendo fuelle poco a poco, para consolidar a Cupra como fuerza de tiro. Hace unos días Oliver Blume, presidente del Grupo Volkswagen, pedía 'paciencia' a la hora de hablar del futuro de Seat, y en la presentación del proyecto Impulse de Cupra el pasado julio, Wayne Grifiths, presidente de Seat y Cupra afirmaba que "Seat es una compañía que fabrica coches en España, tambien con la marca Cupra". De hecho ya vaticinó que "en 2023 la facturación de Cupra será superior a la de Seat". Está en el camino.

El futuro de Seat

Se ha hablado mucho del futuro de Seat. La llegada de Oliver Blume (trabajó en Seat hace años) a la presidencia del grupo Volkswagen en sustitución de Herbert Diess, abrió las puertas a una nueva dimensión para la marca española. De hecho, fuentes de Seat, comentaban que si fuese por Diess la marca Seat habría desaparecido en uno o dos años. El cambio de guión y la racionalización de los proyectos de electrificación, unida a la necesidad de buscar mayor rentabilidad con los productos existentes hará probablemente que la marca en sí, Seat, prorrogue unos cuantos años más su modelo de producción de coches actual.

Se dará un poco más de recorrido a León, Ibiza y Arona también gracias a los cambios normativos que se están trabajando en Europa con los motores de combustión. Con ello, la frase de Matías Carneno, presidente del comite de empresa de Seat, que en una entrevista a El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, señalaba que "a este paso a partir de 2029 no se fabricarán más Seats en Martorell" podria posponerse unos años más en el tiempo.

Lo que está claro es que Seat se convertirá en marca de movilidad dentro del grupo con el desarrollo de sus líneas de moto eléctrica, patinetes y de un coche pequeño eléctrico. Este modelo, basado en el S04 desarrollado por la compañia catalana de Acciona, Silence, verá la luz a finales de este mismo año. Wayne Griffiths reconoció en una reciente reunión con los jurados europeos del Car Of The Year que "Seat seguirá como empresa, transformándose. Estamos preparados con dos marcas bien posicionadas. Como Seat facilitaremos movilidad accesible a los jóvenes, en dos ruedas y en cuatro ruedas". La globalidad de Seat es uno de sus puntos flacos. "Seat nunca ha sido una marca global. Cupra sí lo es. Seat es una marca de la compañía con la movilidad como objetivo", destacó el presidente de Seat. "Hay que ser valientes con las decisiones", añadió.

En cuanto al modelo más esperado de Martorell, el Cupra UrbanRebel, los retrasos en las adjudicaciones del Perte y la necesidad de disponer de baterías, seguramente obligarán a retrasar su llegada al mercado unos seis meses. Estaba previsto para 2025, pero seguramente podría ser ya en 2026. La pasada semana se puso la primera piedra de la Gigafactoría del grupo Volkswagen y POwerCo en Sagunt (Valencia). De allí deben salir las celdas de baterías para los modelos que se ensamblarán en España (Martorell y Landaben en Navarra) pero la tardanza en su construcción obligará a traer las baterías de la planta alemana de Saltzgitter.