Coyuntura

El Banco de España mejora sus perspectivas pero la inflación de los alimentos seguirá alta

El organismo eleva hasta el 1,6% el avance del PIB en 2023 y rebaja al 3,7% la media del IPC previsto para este año pese a que la cesta de la compra se mantendrá en máximos

Detalle de la fachada del Banco de España.

Detalle de la fachada del Banco de España. / JUAN CARLOS ROJAS

Rosa María Sánchez

El Banco de España ha mejorado ligeramente sus proyecciones sobre la economía española para 2023, pero avisa: la inflación de los alimentos no ha tocado techo y seguirá alta durante todo el año. En el informe trimestral publicado este miércoles el organismo eleva al 1,6% su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2023 (tres décimas por encima del 1,3% proyectado en diciembre). Al mismo tiempo recorta de forma importante, en 1,2 puntos, su previsión de inflación media para este ejercicio, hasta el 3,7%, por la intensa moderación que se prevé en los precios de la energía.

La inflación de los alimentos, sin embargo, se mantendrá elevada en el conjunto del año: el Banco de España ha elevado hasta el 12,2% la inflación media prevista para los alimentos en el conjunto de 2023. Esta previsión es muy superior a la que se estimaba en diciembre (7,8%), a pesar de la rebaja del IVA que entró en vigor en enero de 2023 para una amplia cesta de alimentos y de que, según estimaciones del Banco de España, la rebaja fiscal se ha trasladado de forma muy importante (en un 90%) a los precios finales de los productos. Lo más preocupante es que la subida del 12,2% estimada para 2023 se aplica sobre unos precios que ya subieron el 12% en 2022 (en media, para el subgrupo de alimentos). Para 2024 el Banco de España proyecta una inflación de los alimentos del 4,6%. La principal razón que explica que la inflación de los alimentos vaya a estar muy por encima del IPC general este año tiene que ver con el retraso "de entre uno y dos años" con el que la subida de los costes de producción (energía y materias primas) se traslada al precio final, según el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán.

Panorama general

En conjunto, el Banco de España anticipa ahora para 2023 más crecimiento, menos inflación, más empleo, menor tasa de paro y tipos de interés más altos que lo que proyectaba en diciembre para la economía española. Con todo, el crecimiento previsto para 2023 por el Banco de España (1,6%) aún se mantiene por debajo de la estimación más optimista del Gobierno español (2,1%) y significa un frenazo en seco respecto al avance logrado en 2022 (5,5%).

Las perspectivas que publica este miércoles el Banco de España terminaron de elaborarse a principios de marzo, antes de la reciente aparición de tensiones en los mercados financieros internacionales. El organismo prevé que, tras haber crecido el 5,5% en 2022, el PIB crecerá el 1,6%, el 2,3% y el 2,1% en 2023, 2024 y 2025 respectivamente. Por el lado de la inflación general —que en el promedio de 2022 se situó en el 8,3%— se prevé que descenderá hasta el 3,7% en 2023, permanecerá prácticamente estable en 2024 —en el 3,6%— y se reducirá hasta el 1,8% en 2025. Por su parte, el componente subyacente de los precios crecerá un 3,9 % este año —una décima más que en 2022— y se desacelerará hasta el 2,2 % y el 1,8 % en los dos años siguientes, según las nuevas previsiones del organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos.

Un primer trimestre mejor de lo esperado

¿Qué ha pasado desde diciembre para que el Banco de España haya mejorado sus perspectivas? Lo primero ha sido la revisión al alza del crecimiento de 2022 (hasta el 5,5%), lo cual supone un efecto arrastre favorable para 2023, que ha empezado el año mejor de lo que esperado. Además se ha observado una rápida corrección de los precios de la energía. En el otro plato de la balanza, la subida de los tipos de interés, el mayor encarecimiento de los alimentos y los niveles más altos de la inflación subyacente juegan en sentido contrario.

En particular, el Banco de España estima un crecimiento trimestral del 0,3% para los tres primeros meses del año, una décima por encima de lo anotado en el último periodo de 2022. "La evolución de la economía española en los primeros meses de 2023 estaría siendo, de acuerdo con la información aún incompleta que proporcionan los indicadores más recientes, algo más favorable de lo que se anticipaba en diciembre", sostiene el informe. En particular, hace referencia a indicadores como la afiliación a la Seguridad Social o la recuperación de la actividad turística.

Empuje a partir de la primavera

"A partir de la primavera se espera que la actividad económica presente un grado de dinamismo creciente", con ayuda de la disminución prevista de las presiones inflacionistas, la recuperación de la confianza y de las rentas reales, la mejora de las cadenas mundiales de aprovisionamiento y la intensificación del despliegue de los fondos europeos Next Generation EU. En contra del crecimiento jugará, en todo caso, "el posible tensionamiento adicional que podrían experimentar las condiciones financieras" (por la subida de los tipos de interés), así como la culminación de la traslación de los aumentos pasados en los tipos de interés a los créditos y las hipotecas. Bajo la trayectoria proyectada por el Banco de España el PIB recuperará su nivel previo a la pandemia en el segundo semestre de este año.

Para 2024, la previsión de crecimiento del 2,3% supone un recorte de cuatro décimas respecto a lo proyectado en diciembre pasado. El 2024 no será un ejercicio de corrección de la inflación ya que se prevé que en ese ejercicio se retirarán la medidas para paliar la subida de los precios que sí se prorrogaron para 2023. Así, se prevé que la inflación media apenas bajará una décima en 2024, hasta el 3,6%, antes de descender nuevamente en 2025 hasta el 1,8%.

"La creación de empleo se prolongará a lo largo del horizonte de proyección, en consonancia con el avance de la actividad", se afirma. Para 2023 se ha corregido al alza la previsión del crecimiento en término de horas trabajadas (hasta el 0,9%, frente a la proyección anterior del 0,5%). Ahora se prevé que la tasa de paro se situará en una media del 12,7% de la población activa en 2023, dos décimas por debajo de la estimación anterior.

Déficit y deuda

El cuadro de macromagnitudes que presenta ahora el Banco de España incluye una proyección de déficit público con tasas del 4,6% del PIB en 2022; el 4,1% en 2023 y del 3,5% en 2024, antes de repuntar al 4,3% en 2025, muy por encima del objetivo del 3% que se mantendrá en las nuevas reglas de estabilidad de la Unión Europea. En 2025, "al aumento estructural del gasto —principalmente por las pensiones— y a la reducción de ingresos —por la reversión parcial de las sorpresas en la recaudación que han tenido lugar en 2020-2022— se uniría la cancelación prevista de los gravámenes transitorios introducidos en 2023", explica el informe del Banco de España, en alusión a los recientes tributos sobre banca, energéticas y patrimonio.

Para la deuda pública se prevé una ligera reducción desde el 113,1% del PIB de 2022; al 111,1% del PIB en 2023 y el 108,6% en 2024, antes de repuntar al 109,6% en 2025.