Los precios de los alimentos no paran de crecer. El Índice de Precios de Consumo (IPC) de febrero reveló que en las Islas se han disparado un 18% durante el último año, solo en Extremadura crecieron más (19,1%). Los supermercados canarios sostienen que no se están enriqueciendo por ello. Al contrario, aseguran que sus márgenes de beneficio se reducen, porque no repercuten todo el incremento en los clientes. Además, restan valor a la creación de la cesta antiinflación que se va a poner en marcha Francia.
«Es un anuncio muy poco concreto», sostiene el director de Comunicación de El Corte Inglés en Canarias, Alfredo Medina, sobre la medida anunciada por el Gobierno galo la pasada semana. «Se comprometen a mantener el precio más bajo en una serie de productos que ellos mismos elegirán, pero es que eso ya lo ha hacemos aquí para la totalidad de la oferta», completa Alonso Fernández, secretario general de la Asociación de Supemercados de las Islas Canarias (Asuican).
Los distribuidores canarios afirman que solo son la cara más visible de la inflación
El propio Fernández aclara quede no ser así, «al cliente le basta con cruzar la calle para buscar un precio más interesante» en otro establecimiento competidor. A juicio de Francisco Navarro, director de Operaciones de SPAR Gran Canaria, resulta «mucho más beneficioso» mantener una «política continuada de ofertas» que adoptar decisiones «efectistas». Poniendo por delante el «respeto» que le merecen todas las decisiones que se toman ante la escalada de precios, entiende que la articulada por Francia no va más allá de un efecto balsámico para calmar a la opinión pública.
Su análisis coincide plenamente con el de Medina, que contextualiza la iniciativa del Ejecutivo galo en el marco de la «conflictividad social» que existe en ese país. En su opinión, solo de esa manera se explica la inconcreción de la medida y que en ningún caso se haya puesto sobre la mesa la posibilidad de establecer «topes a los precios» de los productos que conformen la cesta antiinflación.
Hoy arranca el III Encuentro del Sector Comercio de la CEOE (C4). Habrá presencia canaria, con la participación tanto de Alfredo Medina como de Alonso Fernández. Encima de la mesa estará la escalada de precios. El mensaje fuerza que manejan los distribuidores es que ellos tan solo son el último eslabón de la cadena y que no pueden asumir al completo los sobrecostes. «Eso pondría en riesgo la viabilidad de la empresa y el empleo», subraya Navarro.
La invasión de Ucrania ha generado un efecto negativo sobre la oferta de materias primas
Centrando la mira de nuevo únicamente en los supermercados, los alimentos frescos –sin elaboración– se han encarecido un 16,3% en el último año en Canarias. Son casi tres puntos más que la media nacional (13,4%), según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Alfredo Medina incide en que la mala situación no se circunscribe a España, incluso que aquí el escenario puede ser «hasta mejor del que tienen otros países del entorno». En el análisis de las circunstancias que concurren para que la inflación no se detenga, Francisco Navarro enumera el efecto altamente negativo que la invasión rusa de Ucrania ha tenido para «la disponibilidad de materias primas como los cereales, el aluminio, el cartón o el petróleo», con el efecto multiplicador que este último tiene sobre la cadena de producción.
La estructura de costes en sectores como la agricultura se ha disparado durante el último año
Es decir, el problema está en el origen del proceso productivo. Como ejemplo, Alonso Fernández expone el «62% que han aumentado los precios agrícolas, según ha publicado el ministerio». ¿Quiere decir esto que el agricultor se hace rico? No, simplemente que sus proveedores de fertilizantes, por ejemplo, les venden más caro, y lo mismo les ocurre con la factura energética y la práctica totalidad de sus estructuras de costes.