Empresas líderes de Canarias constatan la buena marcha de la economía pero avisan de nubarrones cercanos

La 'tasa verde' y la descorbanización en transportes y turismo, combatir la alta inflación, sobre todo en la construcción, y la falta de personal se erigen en retos para potenciar la competitividad de las Islas

Jornada sobre el estado de los principales sectores económicos

Jornada sobre el estado de los principales sectores económicos / Juan Carlos Castro

La economía canaria se recupera tras la crisis derivada por la pandemia, y 2023 es un año "bueno", pero preocupa 2024 : la aplicación del impuesto al queroseno o de cualquier tasa asociada a la descarbonización en el transporte aéreo y marítimo pueden lastrar estos sectores y el turismo. Además, la inflación que se notará en los bolsillos de los turistas el próximo año y en los materiales de construcción, así como la escasez de profesionales jóvenes preocupa a las Islas. Empresas canarias líderes en sectores económicos, como Binter, Astican, Lopesan, Acosta Matos o el Grupo Martínez Abolafio, realizaron este martes un diagnóstico de la situación de la economía regional bajo el punto de vista de sus sectores y aunque coincidieron en que Canarias está experimentando un crecimiento positivo se deben aclarar cuestiones que hagan más competitivas a las Islas, como que se defienda con fuerza que el Archipiélago, como región ultraperiférica (RUP) de la Unión Europea, quede exento del régimen del comercio de los derechos de emisiones de CO2 y de cualquier tasa asociada a la pretendida descarbonización del continente, entre otras múltiples cuestiones.

Las firmas admiten que este año el crecimiento es muy positivo pero no hay que bajar la guardia

En el encuentro Impulsando los negocios y los sectores económicos en Canarias, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección con la colaboración de Deloitte, Rodolfo Núñez, presidente de Binter, afirmó que las regulaciones ambientales constituyen una de las dos "nubes" que preocupan a la aviación, junto con la capacidad de algunos aeropuertos y la de atraer personal cualificado al sector.

En su opinión, se debe tratar con prudencia las cuestiones relacionadas con el impacto climático, y recalcó que la aviación sólo es responsable de entre el 2,5 y el 3 % de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Para Núñez, los derechos de emisión, las tasas verdes o los impuestos al queroseno encarecerán los billetes y viajes de a cada pasajero que venga a Canarias, por lo que al Archipiélago solo le queda apelar a, que como RUP, pueda quedar exenta de esa fiscalidad verde. "Canarias tiernen elementos para poder esquivar" esas tasas, aseveró, y se refeiriró a que ya las empresas hacen todos lo posible para que sus aviones sean sostenibles.

"No hay otra tecnología disponible, de ahí que no debemos centrar el foco en este sector, sino en los camiones de basura y en ámbitos donde se puede crecer más", especificó

Gabinete Literario

Una reflexión que secundaron los ponentes presentes en un concurrido acto de agentes económicos en el Gabinete Literario en Las Palmas de Gran Canaria. El presidente de los astilleros Astican, Germán Suárez, expuso que que las medidas en favor de la descarbonización será una variable que marcará tendencias en los medios de transporte en los próximos años, si bien opina que las autoridades "están construyendo la casa por el tejado y dando tiros equivocados".

El responsable de Astican explicó que su compañía fue viento en popa en 2022. No obstante, auguró que que los bancos y las aseguradoras dejarán de financiar o subirán los precios a los barcos que a partir de 2024 posean licencias de operaciones que los clasifiquen como más contaminantes en función de su índice de emisiones de CO2, algo que pasará con el 50 % de la flota. Según Suárez ,existe incertidumbre en el sector en torno a la tecnología o el combustible para cumplir con los cánones de descarbonización como demuestra el hecho de que la navira MSC esté apostando por el gas natural licuado, Maersk por el metanol verde, y otras empresas por el amoníaco o el hidrógeno verde.

A su juicio, "toca esperar" porque comprar barcos de estas características suponen inversiones de 30 millones de euros para arriba. En la coctelera del futuro del sector está por tanto, una reducción de la oferta de barcos disponibles, fletes altos y un escenario en el que el puerto de Las Palmas de Gran Canaria jugará la mejor partida, ya que para los armadores, el coste de oportunidad de no venir -a reparar o a avituallarse en un sitio efeciciente y de calidad- será muy elevado, "lo que nos da buenas perspectivas", celebró.

En representación del grupo LopesanJosé Ignacio Alba remarcó que el 71 % de la economía canaria depende del turismo, según datos del Centro de Estudios del Atlántico, y ha consideró que "Canarias está en el lugar adecuado, en el momento adecuado y con el producto adecuado". Su empresa está "en plena forma". De hecho,facturó el pasado año 500 millones de euros, cifra que prevé duplicar en próximos años, indicó el director general de división hotelera.

El turismo se ha consolidado como una necesidad básica y Canarias debe presumir sin complejos de ser una comunidad turística, un sector que crecerá un 6 % interanual en los próximos 20 años, ha referido.

Captar a ‘baby boomers’ como clientes o fomentar los negocios en África, otros retos

No obstante, Alba, recordó que los años de la pandemia han sido muy duros y puso en el punto de mira la inflexibilidad laboral y burocrática, además de la escalada inflacionista, factores que provocan que el sector turístico "necesite ayuda" porque pese a que a corto plazo la recuperación postpandemia esté siendo positiva por la vía de los ingresos, preocupa la rentabilidad a medio o largo plazo, sobre todo a partir de 2024, cuando en Europa se hayan consumido los ahorros y se comience a notar la pérdida de poder adquisitivo, que "se comerá" lo que los visitantes del continente se gastan en sus vacaciones. De hecho contabilizó que se prevé unos 350 euros al mes menos de poder adquisitivo, lo que supone al año el coste de unas vacaciones.

'Baby Boomers'

Para el representante de Lopesan, hay que dar al turismo cierta flexibilidad para adaptarse a este escenario, en el que "la inflación ha aguado la fiesta", mientras que el sector debe poner el foco en los 'baby boomers', esto es, en los potenciales clientes de entre 55 y 60 años, ya que la llamada Generación Z no tiene ni trabajo ni ahorros, y en la necesidad de recurrir a la inmigración para cubrir la demanda creciente de trabajo operativo, menos agradecido, como el que realizan las camareras de pisos o el personal de cocina.

También habrá que atender a las exigencias de la descarbonización, un ámbito en el que, a su juicio, "o se nos entiende por ser región ultraperiférica de la UE o estamos muertos", ha augurado. "Es una necesidad competitiva, nuestra competencia no se vertebra por las mismas reglas", expuso.

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