AUTOMÓVIL

El ERE de Ford Almussafes golpeará especialmente a las operaciones de vehículos y menos a motores

La multinacional quiere despedir a alrededor de 960 personas del área mayoritaria de la planta, la de fabricación, que cuenta con aproximadamente 4.700 empleados en la actualidad

Fabricación de coches en Ford Almussafes.

Fabricación de coches en Ford Almussafes. / MIGUEL ANGEL MONTESINOS

Juanma Vázquez

El expediente de regulación de empleo (ERE) oficializado el pasado viernes en Ford Almussafes y que afectará hasta a 1.144 trabajadores golpeará principalmente a las operaciones de vehículos, el área más numerosa a nivel laboral de toda la factoría. Según ha podido saber este diario a través de fuentes sindicales, los despidos anunciados por la compañía afectarían según las estimaciones a alrededor de 960 personas en una sección compuesta hoy por entorno a 4.700 empleados. Es decir, a una de cada cinco.

El amplio volumen afectado va en línea con los motivos ofrecidos el viernes por la multinacional para llevar a cabo los despidos. En los mismos aseguraba que la principal causa para el recorte camino a la electrificación de una fábrica que se consumará en 2026 tenía que ver con la desaparición a partir de finales de este mes de marzo de dos de los cuatro modelos que hoy todavía resisten en las líneas de fabricación de la planta, el S-Max y el Galaxy.

Pese a que ambos en su conjunto representaron un 6 % de las unidades totales fabricadas el año pasado en Almussafes, desde la firma del óvalo insistían a este diario que estos modelos "tienen mucha carga de trabajo" y que eso era factor "principal" para tener que realizar un reajuste laboral tan alto.

Con ese fuerte impacto en vehículos, la derivada es que en las operaciones de motores el golpe sería menor. De las alrededor de 1.100 personas que hoy fabrican unidades de potencia en la factoría valenciana, el ERE afectaría a 140. O lo que es lo mismo, a entorno al 12 % de la plantilla total de este área. No hay que olvidar que los motores 'made in Almussafes' (como los Ecoboost 2.0 y 2.3) en su mayoría se exportan rumbo al mercado norteamericano, donde la transición hacia modelos eléctricos parece que será mucho más lenta y que, por tanto, sigue requiriendo de estas unidades para impulsar sus utilitarios y camionetas.

Puig espera "diálogo"

Más allá de cifras, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha destacado al respecto esta mañana que es "consciente de las dificultades" de una industria del automóvil que camina hacia la electrificación, pero que su intención es que las salidas en la factoría se realicen "a través del diálogo" para lograr "una buena solución". Eso sí, ha recordado como ya señaló la ministra de Industria, Reyes Maroto, que "siempre hay una relación entre las ayudas y la inversión en capital humano" en referencia a la esperada acogida de la marca al Perte del vehículo eléctrico.

Suscríbete para seguir leyendo