Jornada de APD con directivos

Antón Costas (CES) aboga por un "nuevo pacto social" para la "nueva era" de la eterna incertidumbre

Dirigentes empresariales de Europastry, Ficosa o la cotizada Fluidra auguran un 2023 de crecimiento económico y destierran las sombras de recesión

El presidente del CES, Antón Costas, a la izquierda de la imagen, en unas jornadas de la APD.

El presidente del CES, Antón Costas, a la izquierda de la imagen, en unas jornadas de la APD. / RICARD CUGAT

Gabriel Ubieto

¿Cómo irá la economía este año? Esta es la pregunta que cada ejercicio se hacen y tratan de responder los dirigentes empresariales convocados tradicionalmente para estas fechas por APD y ERA. El año pasado, en 2022, los pronósticos se les quedaron obsoletos a las pocas semanas, cuando Vladímir Putin decidió invadir Ucrania a finales de febrero y acelerar así el ciclo inflacionista que marca hoy en día el panorama económico internacional. 

“¿Cómo irá la economía este 2023?”, se han preguntado este lunes altos directivos de EuropastryFicosa o la cotizada Fluidra en la sede del Col·legi d’Economistas. La síntesis de la reflexión compartida la ha dejado encima de la mesa redonda el director general corporativo de Ficosa, Josep Maria Serra: "La principal preocupación es como seguimos trasladando el previsible aumento de costes a precios". Es decir, hay actividad, hay expectativas de inversión, la economía no frenará en seco, pero deberá seguir conviviendo -de momento- con precios altos, para reto de las empresas y dolor de cabeza (o algo más) para las economías familiares.

"Volatilidad" -en otros foros le llaman "incertidumbre"- ha sido la coletilla preferida de los participantes para matizar sus pronósticos, que mayoritariamente son buenos para este 2023. "Se les paga un poco más que a la media para que la gestionen bien", ha ironizado el presidente del Consejo de Economía Social (CES), Antón Costas.

Este mismo martes Randstad ha actualizado sus datos de remuneraciones entre altos directivos, cuantificando su nómina anual entre los 100.000 euros de salario fijo (variables a parte) de una pyme, hasta los 275.000 euros que de media cobra el máximo dirigente de una gran empresa. Algo menos de la mitad, en relación a esta última referencia, que los casi 400.000 euros que percibe el líder de la patronal CEOE, Antonio Garamendi.  

Volviendo a las quinielas y el estado de la cuestión económica para este 2023, "puede ser un buen año, con alguna sombra", ha resumido el rector de la UPF, Oriol Amat. Ese moderado optimismo -que contrasta con el fatalismo y los vaticinios de recesión que entonaron varias voces durante el pasado verano- lo ha venido ha corroborar este mismo martes la Comisión Europea, que ha revisado al alza del crecimiento de España y prevé un 1,4% para este 2023. 

Buenas perspectivas, pese a una alta inflación

“La economía está relativamente fuerte”, ha señalado el director financiero de Fluidra, Xavier Tintoré. "Los volúmenes de consumo son buenos y sanos, no hay grandes señales de alarma", ha coincidido su homólogo de Europastry, Joaquim Baulo. "Prevemos unos incrementos de ventas de entre el 4-6%. Estamos muy pendientes de China", ha afirmado Serra (Ficosa). 

Las expectativas son igual de buenas que seguros se han mostrado los ponentes de que la inflación no regresará este ejercicio a cotas por debajo del 2% -tal como pretenden los bancos centrales-. Según las últimas previsiones de Funcas, el IPC cerrará el ejercicio en el 3,8%, la mitad que un año antes pero todavía muy por encima de los registros previos a los de la invasión rusa. El reto que han verbalizado los directivos es el de ir acompasando esos incrementos de costes a precios, sin perder clientes por el camino. 

Un "nuevo contrato social", para una "nueva era"

El presidente del CES, Antón Costas, ha cerrado la jornada apelando a configurar un "nuevo pacto social" para dar respuesta a los retos de una "nueva era", en la que los estados y las economías deberán coexistir con esa permanente incertidumbre. Una de las fórmulas para minimizarla que ha propuesto es reconfigurar el papel del Estado, bajo esa máxima clásica de "tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario", y volver a blindar una serie de necesidades básicas como hace un siglo blindó el Estado del Bienestar.

En este sentido ha alabado la diferente respuesta que desde las administraciones, tanto nacionales como internacionales, se ha dado a la crisis del covid, vía gasto público y protección social, en contraste con la reacción a la crisis del 2008, basada en la austeridad. 

"Los precios de una parte de productos van a seguir siendo altos [durante los próximos meses] y eso plantea un problema para ciertos colectivos", ha alertado Costas, abogando por medidas de protección a las rentas más vulnerables. Aunque también ha alertado de que todos los problemas "no los podremos arreglar solo con redistribución -más impuestos y más gasto-, necesitaremos buenos empleos para todo el mundo". Pues en una economía que apueste por la innovación, el elemento del precio -crítico en la actualidad- perderá preponderancia.