El Estado quiere privatizar las torres de los tres grandes aeropuertos isleños

El aeródromo grancanario y los dos de Tenerife se encuentran entre los siete donde las torres de control pasarían a manos privadas | Las aerolíneas aplauden la idea

Un controlador aéreo durante su jornada laboral en un aeródromo de las Islas.

Un controlador aéreo durante su jornada laboral en un aeródromo de las Islas. / M. Á. M.

Las torres de control de los tres grandes aeropuertos de la Comunidad Autónoma –los de Gran Canaria, Tenerife Sur y Tenerife Norte– pasarán a operarse por empresas externas en cuanto se materialice el que será el mayor proceso de privatización de la gestión del control aéreo en España desde que en 2010 comenzase la liberalización de este servicio. Los tres principales aeródromos del Archipiélago, que a su vez figuran entre los más grandes y de mayor tráfico de aeronaves y pasajeros del país tras los de Madrid y Cataluña, están incluidos en el nuevo lote de siete aeropuertos cuyas torres de control también quedarán en manos privadas. Los acompañan en el pack los de Málaga, Bilbao, Santiago y Palma de Mallorca, es decir, los otros cuatro que tras Barajas y El Prat –que serían la particular champions league de los aeropuertos españoles– integran junto con los tres canarios los aeródromos de la Europa league.

El Gobierno sigue las recomendaciones de Competencia, que ya en 2018 pidió liberalizar la gestión

Desde hace semanas ya se escuchaba el runrún sobre la posibilidad de que las torres de control de Gran Canaria y de los dos aeropuertos tinerfeños estuvieran en la siguiente fase del proceso de privatización que timonea el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Y ayer se confirmó. La ministra Raquel Sánchez lo adelantó en Fitur, la feria turística madrileña, hace apenas un par de semanas, y lo cierto es que su departamento tiene preparada la orden que se publicará en breve. La orden se someterá a audiencia pública, eso sí, para recabar alegaciones y comentarios sobre un proceso de privatizaciones que ya ha tenido varias fases anteriores. De hecho, las torres de control de los demás aeródromos de la Comunidad Autónoma están gestionadas por empresas. Es más, en estos momentos hay un conflicto laboral entre las dos firmas –Saerco y FerroNATS– que resultaron adjudicatarias de los contratos para la gestión de las torres ya privatizadas y sus trabajadores. Las huelgas, convocadas por los sindicatos USCA y Comisiones Obreras, empezaron el pasado 30 de enero y continuarán durante el mes de febrero ante el fracaso de negociaciones del IV convenio colectivo de los controlares de torres liberalizadas por el desacuerdo en la subida salarial. La convocatoria de huelga está dirigida a los 160 profesionales que prestan servicio de control en las torres de los aeropuertos, entre otros, de El Hierro, Fuerteventura Lanzarote y La Palma.

El control aéreo de los restantes aeropuertos isleños ya lo operan empresas externas

Con esta decisión, que está en línea con las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que ya en 2018 recomendó al Gobierno ahondar en esta política de privatizaciones del control aéreo, pretende que se gane en competitividad y seguridad amén de contribuir al abaratamiento de los billetes. Fue la misma Aena, la entidad semipública encargada de la gestión de la red aeroportuaria nacional, la que propuso al Ministerio que continuase con la liberalización de las torres. La orden del Ministerio permitirá que Aena pueda escoger entre las empresas que en su momento oferten por el contrato para la prestación del servicio de control aéreo.

«Con la liberalización de estas torres de control se da un paso adelante muy positivo en la modernización del servicio de control, que permitirá alcanzar mayores eficiencias en los servicios de tránsito aéreo», resaltó ayer el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas Javier Gándara. Desde el Gobierno de Canarias aún no han valorado la decisión.

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