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Vodafone sufre una caída del 10% de sus ingresos en España por la guerra comercial

La teleco agudiza el descenso de su negocio en relación a los trimestres anteriores golpeada por la hipercompetitividad de los operadores de bajo coste y por la pérdida de clientes.

El logo de Vodafone, en el edificio de la compañía telefónica en Madrid.

El logo de Vodafone, en el edificio de la compañía telefónica en Madrid. / EP

David Page

Vodafone sufre en sus cuentas el impacto de durísima competencia en que se ha embarcado el sector de las telecos en España. La fortaleza de las operadoras de bajo coste, que concentran el 60% de todos los cambios de compañía en el mercado español, y la persistente guerra comercial suponen un lastre para la filial española del grupo británico y castiga cada vez más sus ingresos.

Vodafone España ha registrado una facturación de 971 millones de euros en su tercer trimestre fiscal (entre octubre y diciembre), lo que supone un fuerte recorte del 9,8% en relación al año anterior. Un retroceso de los ingresos que se agrava en relación a los trimestres anteriores en este año fiscal, cuando registró descensos del 4% y del 6% en el primer y segundo trimestre, respectivamente.

Los ingresos por servicio -los directamente relacionados con los servicios de telecomunicaciones y que miden mejor la evolución del negocio- registraron una caída del 8,7% en el tercer trimestre (frente a los recortes del 3% y del 4,5% de los trimestres previos).

La filial española atribuye la pérdida de facturación a la “agresividad comercial en el mercado”, a una “menor base de clientes” y al descenso del precio del roaming decretado por la Unión Europea. La compañía también ha perdido parte de su negocio mayorista, tras la rescisión del contrato de alquiler de su red con Lebara (integrada en el grupo MásMóvil) al migrar a la red de Orange.

“En un mercado hipercompetitivo en el que más de un 60% de las portabilidades se las lleva el 'low-end', el intenso crecimiento del número de operadores, marcas y ofertas disponibles en el mercado ha dado lugar a un modelo de competencia basado exclusivamente en los precios”, subrayan fuentes de Vodafone España, cuyo consejero delegado, Colman Deegan, ha anunciado su renuncia al cargo que se hará efectiva en marzo.

La compañía emprendió el año pasado un cambio de su estrategia comercial, con tarifas más sencillas y transparentes, y también con la anunciada subida de sus precios al mismo ritmo que lo haga la inflación. En este contexto, la compañía ha perdido 19.000 clientes de móvil, 27.000 usuarios de banda ancha y 6.000 clientes convergentes, dejando su base en 2,2 millones de clientes en España.

“A pesar del impacto que esta compleja situación todavía tiene en los resultados financieros, empezamos a ver avances que nos permiten ser optimistas sobre la evolución futura del negocio”, apuntan desde la filial española. “Ya hemos detectado que las altas netas de clientes vuelven a impulsar una tendencia positiva que esperamos se consolide en los próximos meses”.