Los alquileres suben en Canarias el doble que la inflación

La escasez de oferta, agravada por el auge de la vivienda vacacional, dispara los precios en las Islas un 70% más que en la Península

Un cartel de 'Se alquila' en el balcón de una vivienda.

Un cartel de 'Se alquila' en el balcón de una vivienda.

Las familias canarias se las ven y se las desean cada vez que toca hacer la compra. Y si encima viven de alquiler, entonces han de ponerse la capa de superhéroe para llegar a fin de mes. Todo subió de precio en 2022, pero los alquileres lo hicieron de forma extraordinaria, histórica. Más si cabe en las Islas, donde el recibo mensual de la vivienda se incrementó, de media, un 14,2%. Para hacerse una idea de la magnitud de esta subida basta con apuntar que duplica la inflación. Es decir, que si todo se ha encarecido, los arrendamientos se han encarecido el doble. Un auténtico drama social, ya que la carestía de los alquileres impide el acceso a la vivienda a muchos jóvenes y les quita a miles de familias la posibilidad de cambiar de casa ante unos nuevos precios disparatados. Y eso por no mencionar a quien se ve obligado a cambiar de municipio o de ciudad porque en el suyo no hay ni un solo arrendamiento que pueda pagar.

El alquiler medio en el Archipiélago, según la estadística del portal inmobiliario Idealista –que a falta de un registro oficial es una de las bases de datos más fiables del sector–, cerró 2022 en 11,8 euros por metro cuadrado. El ciudadano o familia que quiera arrendar un piso o casa de 75 metros cuadrados tendrá que pagar una media de 885 euros mensuales, y el recibo se irá hasta los 1.062 euros por una vivienda tipo de 90 metros cuadrados. El precio varía, claro, en función de dónde se encuentre el inmueble, con cifras astronómicas en municipios turísticos como Adeje o San Bartolomé de Tirajana –en el primero supera los 15 euros por metro cuadrado y en el segundo, los 17 euros– y más asequibles en localidades rurales y/o más alejadas de las áreas metropolitanas de cada isla. En cualquier caso, la tendencia es la misma en casi todas las ciudades y municipios de la región: alquilar es hoy más caro y hasta mucho más caro que hace un año.

Encontrar un alquiler asequible en las localidades turísticas es casi una quimera

El Índice de Precios de Consumo (IPC) muestra que la inflación media en Canarias en 2022 fue de un 7,5%. De modo que la subida media de los arrendamientos –14,2%– prácticamente dobló la inflación. Es más, si en lugar de la media del IPC en el año se toma como referencia el dato de diciembre –la inflación cerró 2022 en las Islas en un 5,8% en tasa interanual–, entonces resulta que el recibo mensual del alquiler se ha disparado hasta 2,5 veces más que el IPC.

El coste de vida subió en 2022 un 7,5% pero el recibo del alquiler lo hizo aún más: un 14,2%

Es verdad que la carestía de la vivienda es generalizada en toda España, pero también es verdad que la subida en la Comunidad Autónoma es sensiblemente mayor. Frente a ese aumento del 14,2% en el Archipiélago, los alquileres se incrementaron el año pasado en el conjunto del país una media de solo un 8,4%. Dicho de otro modo: el recibo medio mensual del piso o de la casa aumentó en 2022 en Canarias un 70% más de lo que lo hizo en el Estado. Son varios los factores que explican por qué la subida de los arrendamientos es superior en las Islas, pero se resumen en uno: la escasísima oferta.

El factor turismo

El delegado de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (APEI) en Canarias, Isidro Martín, explica que más allá del encarecimiento generalizado del coste de vida, el mercado del alquiler tiene en la región una serie de particularidades que agrava el problema de la inflación. En primer lugar están las altas rentabilidades que los arrendamientos les reportan a los propietarios, algo que no es nuevo y que tiene que ver con esa falta de oferta. Como cualquier otro bien, la vivienda está sujeta al diálogo entre la oferta y la demanda, y cuando hay mucha demanda y poca oferta, los precios suben. En una región donde la población no ha dejado de crecer y donde ha habido años en los que no se ha levantado ni una sola vivienda pública, resulta lógico que el coste de los inmuebles se dispare. En segundo lugar, ahonda el representante de la APEI, está el factor de la vivienda vacacional, que ha reducido aún más la oferta en alquiler residencial. Tampoco es algo nuevo. Muchos propietarios han visto que arrendar sus inmuebles a turistas por períodos de 15 días, un mes o una semana les sale más a cuenta que alquilar a residentes. Así que, por un lado, la demanda crece año tras año al ritmo de la población; y, por otro, la ya de por sí baja oferta de casas en arrendamiento para residentes se reduce más si cabe con el auge del alquiler turístico. Y ello sin contar con el cada vez mayor número de extranjeros que compran viviendas para, por ejemplo, disfrutarlas como segundas residencias en sus vacaciones.

Pero es que, además, a lo anterior se ha sumado un nuevo factor, al menos a juicio de Martín y de no pocos expertos en la materia: la prohibición, decretada por el Gobierno de Pedro Sánchez, de subir los alquileres vigentes más de un 2%. Una medida que el Ejecutivo estatal ha decidido prorrogar durante 2023 y que según el delegado de la APEI en la Comunidad Autónoma resulta contraproducente. ¿Por qué? Porque muchos propietarios, vista la disposición del Gobierno para intervenir el mercado –PSOE y Podemos buscan ahora la fórmula para limitar también los precios de los nuevos alquileres, incluso en los inmuebles de pequeños propietarios–, deciden no poner sus casas en alquiler, sino venderlas. De hecho, Isidro Martín expone que muchos herederos están optado en Canarias por vender en lugar de arrendar para librarse de las trabas del Gobierno. «Hay indefensión y hay inseguridad jurídica, y por eso muchos propietarios sacan sus viviendas del mercado del alquiler para venderlas», resume el experto.

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