La competitividad canaria toma aire tras la pandemia pero sigue a la cola

La ausencia de innovación y el elevado desempleo dejan al Archipiélago en el

puesto 15 de 17 | Tan solo el 0,6% del PIB de la comunidad autónoma va a I+D

Proyecto de desalación presentado el pasado mes de mayo en el Archipiélago.

Proyecto de desalación presentado el pasado mes de mayo en el Archipiélago. / Andrés Cruz

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

La muy escasa innovación, las carencias formativas y la mala salud del mercado laboral colocan a Canarias como antepenúltima comunidad autónoma española en el ránking de competitividad elaborado por el Consejo General de Economistas de España. La única buena noticia es que el Archipiélago sigue la estela del conjunto del país y resurge con fuerza tras el descalabro que provocó en este y prácticamente todos los conceptos económicos la crisis sanitaria.

La competitividad estructural estatal se incrementó un 4,4% durante el año 2021. En ese contexto, las Islas presentaron variables más positivas que la media del país. Por ejemplo, los precios crecieron menos, un 2,22% por el 3,09% del conjunto de España. Mejor parada sale en esa comparación la productividad real, que multiplicó por más de dos la del conjunto de las comunidades autónomas, 5,58% en las Islas frente al 2,06% de incremento medio español.

El PIB per cápita –cuánto corresponde a cada ciudadano de la riqueza del Archipiélago– tomó la misma senda y se elevó un 7,15% (5,25% el estatal), mientras que el conjunto de la economía ganó siete puntos (5,1 en el país). En realidad, todos estos indicadores no hacen sino dejar constancia del mayor tiempo que costó a la economía canaria recuperar el pulso.

Mientras otras regiones iban recuperando los niveles productivos, las más dependientes del turismo, uno de los sectores más afectados por las restricciones sanitarias, continuaban con las puertas de los hoteles y apartamentos cerradas. Por eso, las Islas ahora avanzan más, porque a diferencia de la mayoría del resto de comunidades autónomas no habían podido hacerlo antes.

A pesar del contexto de mejora generalizada, que a falta de constatación estadística se ha consolidado en este 2022, nada evita que Canarias vuelva a aparecer en el tercer puesto por la cola –decimoquinta de 17 y solo por delante de Extremadura y Andalucía– cuando el Consejo de Economistas analiza la competitividad. Las Islas alcanzan los 5,54 puntos, casi diez menos que Madrid, que con 15,12 encabeza la clasificación.

La competitividad canaria toma aire tras la pandemia pero sigue a la cola

La competitividad canaria toma aire tras la pandemia pero sigue a la cola

El coeficiente se obtiene de la conjugación de siete ejes. El Archipiélago es la región con menor grado de innovación, la segunda con un peor mercado de trabajo y tercera por la cola en entorno económico, infraestructuras básicas y eficiencia empresarial. Gana un puesto –decimocuarta– a la hora de analizar el capital humano, lastrado por severas deficiencias formativas, con solo el 36% de su población con educación de nivel superior; el conjunto de España llega al 40,7%, si bien es cierto que Canarias supera el 33,4% de media que alcanza los 27 países que integran la Unión Europea (UE-27).

Solo en un eje aparecen las Islas en un lugar cómodo de la clasificación (noveno), en el del entorno institucional. Contra lo que podría suponerse en el marco de graves crisis (pandemia, erupción volcánica, quiebra de Thomas Cook...) y con cuatro partidos distintos sosteniendo el Gobierno regional, la estabilidad es más que suficiente.

En esta variable aparecen en los puestos más bajos regiones afectadas por casos de corrupción (Comunidad Valenciana o Baleares), con ejecutivos débiles o sostenidos por formaciones de escaso bagaje democrático. También Cataluña (13), que padece las tensiones derivadas del procés.

Solo en estabilidad institucional las Islas están en una cómoda novena plaza en el ‘ranking’

El informe de los Economistas refleja con claridad que el incremento de la competitividad pasa de manera obligada por la innovación, y que esta demanda niveles formativos elevados, tanto para gestarla como para gestionarla. ¿Y cuánto invierte Canarias –sectores público y privado– en I+D? El 0,6% de su PIB, tan solo Baleares (0,5%) empeora la oferta. Una apuesta de tan escasa intensidad que solo cubre el 38,9% de la que realiza España en su conjunto y, aún peor, el 24,1% de la UE-27.

También la cohesión social resulta importante y tampoco el Archipiélago presenta buena cara en este capítulo. Es más, la desigualdad crece y la renta de quienes más ingresan multiplica por 8,1 la de los menos favorecidos en este ámbito. Es la diferencia más grande de todo el país, un 32,3% más elevada que la media estatal y un 65% por encima de la que alcanza la UE-27.

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