Grandes fortunas

Estas son las propiedades en España del hombre más rico del mundo

Bernard Arnault desbanca a Elon Musk a la cabeza de la prestigiosa lista Forbes

La Residencia levantada por Branson fue comprada por Arnault para Belmond.

La Residencia levantada por Branson fue comprada por Arnault para Belmond. / Manu Mielniezuk

Matías Vallés

El vuelco en la identidad de la persona más rica del planeta repercute en la hostelería mallorquina. El hundimiento de las acciones de Tesla derriba al estadounidense de origen sudafricano Elon Musk (2), sustituido por su inmediato seguidor el francés Bernard Arnault (1) en la lista de la revista Forbes. El presidente del grupo LVMH (iniciales de Louis Vuitton Moët Hennessy) es el dueño de La Residencia de Deià a través de su rama hotelera Belmond, con un selecto portfolio en el que también sobresale el Cipriani veneciano.

La fortuna atribuida al propietario de La Residencia es de 174.700 millones de euros, ‘solo’ cien millones de euros por encima de Musk. La cifra equivale a los ingresos de nueve millones de trabajadores medios en un año. Además del pintoresco hotel de Deià, el grupo LVMH posee la tienda Louis Vuitton del Borne palmesano. Concebida en esencia como un mero escaparate del imperio del lujo, se ha convertido en un negocio boyante, con colas en el exterior pese a sus sucesivas ampliaciones.

La incursión en la industria turística fue la iniciativa más reciente de Arnault, antes de hacerse con la joyería Tiffany. El creador de la Residencia fue Richard Branson (600 en la lista de Forbes), que transformó el municipio romántico dominado por la figura de Robert Graves en un foco para atraer a clientes como su amiga Lady Di. Los propietarios de Virgin y de LVMH se hallan en las antípodas del sentido de la existencia. El nuevo hombre más rico del mundo es un consumado pianista clásico, el inglés cimentó su fortuna produciendo las Tubular Bells de Mike Oldfield, y ahora se ha desplazado a Son Bunyola en Banyalbufar. El magnate francés disputa cada año un set a Roger Federer por una cantidad no divulgada, y presume de los escasos tantos que le ha arrancado.

Pese a sus intereses mallorquines, Arnault no ha sido avistado en Mallorca. Su yate Symphony, valorado en 150 millones de euros, ha atracado en el Club de Mar palmesano. El afrancesamiento de La Residencia no ha repercutido en el sesgo británico de su clientela más distinguida, con nombres como Pierce Brosnan o el John Cleese de Monty Python. De hecho, ha sido el mayor foco de atracción de grandes estrellas anglonorteamericanas de los contornos, junto a s’Estaca de Michael Douglas en Valldemossa.

La exclusividad de La Residencia dentro del imperio de Arnault viene medida por su condición de único establecimiento español en el exquisito catálogo de Belmond, que incluye productos tan variados como el Orient Express. A la inversa, la propiedad extranjera del hotel de Deià remacha que la planta íntegra del turismo de gran lujo se halla en manos extranjeras.

La victoria sobre Musk satisface menos a Arnault que el predominio sobre su gran rival francés, Fraçois-Henri Pinault (32) de Gucci. El vínculo de este bretón con Mallorca se establece en su condición de entusiasta comprador de la obra de Miquel Barceló, una de las firmas fundamentales de su ecléctica colección artística.