Apuesta por el hidrógeno

El Gobierno renuncia a construir nuevas conexiones para llevar gas natural a otros países

El Ejecutivo descarta lanzar otras conexiones para transportar gas natural y entierra el ‘megaplán’ de tubo submarino con Italia tras impulsar el corredor del hidrógeno verde con Francia | El sector gasista defiende que ambas infraestructuras son compatibles y que puede impulsarse durante unos años el transporte de gas natural hasta que sea una realidad la revolución del hidrógeno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en Alicante en la presentación del H2Med.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en Alicante en la presentación del H2Med. / EFE

David Page

España renuncia a la construcción de nuevas interconexiones internacionales para transportar gas natural y concentrará su apuesta de futuro sólo en el hidrógeno verde. Hasta hace apenas dos meses, los planes pasaban por intentar recuperar el proyecto de un nuevo gasoducto con Francia a través de los Pirineos (retomando el antiguo MidCat) y lanzar -como alternativa o como complemento- un gasoducto submarino con Italia. Ni lo uno ni lo otro.

España y Francia renunciaron al renovado MidCat y han acabado por sustituirlo por un nuevo corredor que conectará bajo el mar Barcelona y Marsella con un tubo que se utilizará exclusivamente para transportar hidrógeno verde a partir de 2030, y que se complementará con otra conexión también sólo para hidrógeno entre Portugal y España.

Y el Gobierno español se dispone también a enterrar definitivamente el ‘megaplán’ de lanzar un gasoducto submarino con Italia -entre Barcelona y Livorno- que se utilizaría primero para llevar gas natural y luego se reconvertiría para transportar hidrógeno, y para el que ya se habían desarrollado los estudios previos que apuntaban a que se destinarían 3.000 millones en su construcción.

El Ejecutivo reorienta su estrategia para el comercio exterior gasista y renunciará a construir ninguna conexión internacional más que sirva para transportar gas natural, para hacer una apuesta total por la futura revolución del hidrógeno renovable, según confirman fuentes oficiales del Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por la vicepresidenta Teresa Ribera.

España cuenta con gasoductos que conectan su sistema gasista con Francia, con Portugal, con Argelia y con Marruecos, y los planes del Gobierno pasan por no sumar ni una sola instalación más que sirva para transportar gas natural y centrarse en todo caso en futuras instalaciones para hidrógeno verde (que no tiene emisiones de CO2 al producirse utilizando energías renovables y que servirá para descarbonizar sectores que tienen difícil electrificarse, como la gran industria y el transporte pesado).

Desde el sector gasista español se considera que el nuevo hidroducto con Francia y el proyecto de gasoducto con Italia son compatibles y pueden impulsarse de manera simultánea, con el objetivo de aumentar en un primer momento la capacidad de exportación de gas natural desde España al resto de Europa a la espera de que la revolución del hidrógeno verde sea una realidad. Una opción que el Gobierno descarta.

Primer corredor de H2

La apuesta de las interconexiones del futuro se reorienta hacia el hidrógeno verde. España, Francia y Portugal preparan el primer gran corredor de hidrógeno verde de Europa con el objetivo de tenerlo totalmente operativo en 2030. Presentado por todo lo alto por los mandatarios de los tres países la pasada semana, el ‘megaproyecto’ conectará en dos tramos diferentes Portugal, España y Francia con el resto de la UE y contempla inversiones por unos 2.850 millones de euros para ponerlo en marcha (2.500 para el tramo submarino entre España y Francia y 350 millones más para el de Portugal con España).

El H2Med, que así se ha bautizado al corredor liderado por los tres países, será presentado por los tres países en los próximos días a la Comisión Europea como candidata ser considerado proyecto de interés común comunitario (PIC) y optar así a fondos europeos que podrían financiar hasta la mitad del coste total del plan. De momento, Bruselas ha bendecido el proyecto y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, le dio un auténtico espaldarazo político acudiendo a la presentación en Alicante.

El H2Med sólo servirá para transportar hidrógeno verde y no gas natural convencional, ni siquiera de manera temporal como hasta la semana pasada se planteaba por los tres países. El proyecto sólo puede aspirar a los fondos europeos con los que hacerlo viable, apuntan fuentes oficiales, si su objetivo es el transporte de hidrógeno. La financiación europea en ese tipo de infraestructuras está restringida a las energías limpias y no puede destinarse al gas natural, que es un hidrocarburo.