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Energía

¿Por qué ha fracasado la subasta de renovables?

La incertidumbre en el sector redujo las pujas y quienes acudieron al concurso lo hicieron a un precio por encima del máximo fijado por el Gobierno y se quedaron fuera

¿Por qué ha fracasado la subasta de renovables?

A falta de que se publique el resultado oficial, la subasta de renovables celebrada este martes fue un tremendo fiasco: solo se repartieron 50 megavatios del total de 3.300 ofrecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica. Es la tercera gran subasta, después de dos organizadas el año pasado que fueron todo un éxito, por su acogida y por el resultado, el precio promedio fue de 24,47 euros y de 30,56 euros. ¿Qué ha pasado este año?

"Es un momento convulso", reconocía este miércoles en los pasillos del Congreso de los Diputados la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Riberaal ser preguntada por el resultado del concurso. Este tipo de subastas sirven para aportar seguridad financiera a los promotores de proyectos de energía limpia, al garantizarles un precio fijo durante un periodo de tiempo largo (en este caso 12 años). El Gobierno establece unos cupos --en este caso 1.800 megavatios de potencia solar y 1.500 megavatios de potencia eólica-- y gana quien ofrezca el precio más bajo al que está dispuesto a producir esa electricidad.

Días antes de su celebración la palabra que más se repetía en el sector era "incertidumbre" por los altos precios de las materias primas (encarecen las instalaciones) y la incertidumbre financiera que hay actualmente. Descartaban una puja masiva y a precios tan bajos como los de entonces, pero había una incógnita que señalaban como clave: el precio de reserva, que es el precio máximo al que se puede pujar y es lo que, señalaban, determinaría la balanza hacía un lado u otro.

Este precio de reserva es una cifra que fija el Gobierno y es secreta, aunque podría haberse situado en torno a unos 50 euros por megavatio, pues fuentes del sector apuntan a un precio medio de los dos adjudicatarios de unos 45 euros por megavatios y algún participante reconoce que lo "razonable" hubiera sido un precio de reserva de entre 55-60 euros por megavatio-hora, lo que da una pista de por donde ha podido ir la puja.

¿Y por qué no se ha puesto un precio de reserva más alto? La vicepresidenta, que no quiere desvelar ese tope "para que no haya información para las próximas subastas", ha defendido que si el precio de reserva no ha sido más alto es para "mantener un límite de precios que protegiera al consumidor", dado que el precio al que finalice la subasta marcará la retribución que reciban estas instalaciones durante los 12 años siguientes a su puesta en marcha. "Los precios de hoy no serán los precios de dentro de 8, 10 o 5 años y, por tanto, poco sentido tiene elevarlos demasiado", ha agregado.

En este sentido, el director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio, explicaba hace unos días que los promotores tienen tres años entre que ganan la subasta y ponen en funcionamiento el parque. Lo pueden hacer antes, pero con los precios actuales, si el precio de la subasta es bajo deja de tener sentido hacerlo y, por eso, plantearon sin éxito al Gobierno que durante 18 meses esas instalaciones pudieran ir al mercado.

¿Supone este fracaso una ralentización en el crecimiento de las renovables? No necesariamente. La subasta únicamente garantiza un precio fijo a los promotores, pero en España hay peticiones de acceso y conexión de eólica y solar para 143,7 gigavatios de potencia, lo que supone más que triplicar la generación en servicio actual (43,5 gigavatios). Y es aquí donde entra otra de las variables que también anticipaban los expertos: los contratos a largo plazo (PPA) con un cliente industrial garantiza un precio fijo durante un tiempo determinado y, probablemente, ese precio, dado los altos precios del mercado, es superior al precio ofertado por el Gobierno. "En este momento el mercado tiene otras alternativas más interesantes", reafirmaba una fuente del sector el martes por la noche tras conocer los resultados de la subasta.

Además, Ribera ha añadido que estaban acreditados muchos más megavatios que "no necesariamente han hecho una propuesta concreta". Las empresas deben 'apuntarse' a la subasta con cierta antelación, y la gran mayoría lo hicieron, pero una parte importante de ellas decidieron no realizar ninguna oferta este martes. No obstante, la vicepresidenta Ribera ha pedido "tranquilidad" ante este resultado y ha confirmado que "habrá más subastas" en el futuro.

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