Conseguir mesa para un grupo numeroso en algún restaurante canario para los fines de semana de diciembre puede convertirse en misión imposible. Quienes no tengan ya reservada su cena de empresa o reunión con amigos pueden encontrarse con serias dificultades para encontrar un lugar en el que sentarse a cenar en estas fechas ante el llenazo que están experimentando los locales del Archipiélago, que se han encontrado con una avalancha de reservas después de dos años de restricciones derivadas de la pandemia. Los restauradores estiman que los números se encuentran ya por encima de los de la Navidad de 2019, la última antes de la aparición del coronavirus, y se frotan las manos ante las que son las fiestas de la vuelta a la normalidad para ellos.
«La gente tiene ganas de salir y de compartir y estamos ya en números por encima de los de 2019», asegura Carlos Quintero, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Restauración y Ocio (AERO), quien asegura que muchos locales tienen ya todo reservados para las fechas en las que tradicionalmente tienen lugar este tipo de encuentros, que este año caen en los fines de semana del 10 y el 17 de diciembre. Una situación que está provocando que muchos tengan que adelantar sus comidas y cenas navideñas y desde este pasado fin de semana ya pudieron verse a muchos compañeros de trabajo reunidos entorno a una mesa para celebrar la tradicional comida de empresa. «Llaman y preguntan para cuándo tenemos fecha y se tienen que adaptar, ya que comentan que lo han intentado en varios sitios sin éxito», señala.
El coste de los menús sube un 7% y el de las bebidas alcohólicas casi un 10% respecto a 2021
Ante esta situación, «no nos podemos quejar», sostiene Quintero quien detalla que los restaurantes valoran mucho esta vuelta a la normalidad tras dos años en los que las restricciones sanitarias habían reducido al límite estas comidas y ocasionado miles de euros de pérdidas a los restauradores, en un momento del año en el que realizan buena parte de su facturación anual.
Eso sí, a la hora de pedir la cuenta habrá que desembolsar una cantidad mayor que en 2019. Salir a cenar esta Navidad saldrá bastante más caro que antes de la pandemia, ya que la carta de los restaurantes no se han librado de sufrir la inflación que atenaza a todos los aspectos de la economía desde la cesta de la compra hasta la energía. «Si te sube la mercancía y la electricidad al final tú también tienes que aplicar una subida en el precio de los menús», reconoce Quintero, aunque recalca que los hosteleros no están repercutiendo en el coste final de sus servicios el incremento real de los precios. «Todo depende de la carta y de los productos que utilices para elaborar el menú, pero algo habrán de subir todos», admite.
De hecho, el precio de los restaurantes se ha encarecido un 7% en lo que llevamos de año según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). También saldrán más caras las bebidas si tras la cena el grupo decide ir a celebrar a algún local de ocio nocturno. En concreto, habrá que pagar por las copas que se consuman durante la noche o por el vino que se sirva a lo largo de la cena un 9,4% más que hace un año.
Aún así, este encarecimiento parece no frenar las ganas de los consumidores de reunirse con sus compañeros de trabajo, familiares o amigos esta Navidad tras dos años de ausencia, como tampoco lo hacen el alza de otros gastos como el que ha sufrido la alimentación, la gasolina o las hipotecas.
Lo más habitual a la hora de contratar una cena de empresa es recurrir a un menú cerrado con un precio acordado con anterioridad. Los restaurantes que se dedican a organizar este tipo de comidas suelen tener diferentes opciones que abarcan distintos precios en función de lo que incluye, de la calidad de los productos o de la mayor o menor elaboración de los platos. Las opciones más económicas se sitúan en unos 25 euros por persona, que incluye un entrante, un primero, un segundo y un postre. A partir de ahí, existen otras alternativas más costosas que pueden alcanzar incluso los 50 euros por comensal en aquellos locales más exclusivos.
Sin embargo, estos precios cerrados también conllevan un riesgo para los restaurantes ante esta espiral inflacionista. Al contratarse con antelación, el coste de las bebidas o de los productos incluidos en el menú puede subir y ese sobrecoste lo tendría que asumir el propio local al no poder repercutirlo en el precio final del menú.
Las restricciones por la pandemia en 2020 provocó 6.000 millones de pérdidas
Aún con todo, «estamos viviendo una etapa dulce», insiste Quintero, quien asegura que desde marzo la actividad en el sector de la restauración del Archipiélago no ha hecho otra cosa que crecer, después de dos años terribles debido a la pandemia. En la Navidad de 2020, los cierres de interiores, los aforos, la limitación del número de comensales por mesa y la falta de vacunación y alta incidencia redujo al límite estas cenas. En todo el país las pérdidas del sector hostelero superaron los 6.000 millones de euros. Mientras que el año pasado la implantación del certificado covid –necesario para acceder al interior de la mayoría de los locales– permitió algo de reactivación, pero no consiguió alcanzar los niveles prepandemia debido a las cancelaciones provocadas por el miedo al virus. «Este año las previsiones son inmejorables, igual que digo que en la pandemia lo pasamos muy mal, esperamos que esta temporada sea muy buena», resalta Quintero.
La hostelería espera también beneficiarse de las actividades de dinamización que se lleven a cabo en las áreas urbanas y que atraerán gente al comercio pero también a los restaurantes. Los locales de ocio nocturno también se preparan para recibir a quienes después de las comidas busquen algo de baile y diversión. Un sector que se reactiva y que espera vivir esta Navidad su particular agosto.
Más de 16.000 contrataciones para esta campaña
La campaña de Navidad generará en Canarias más de 16.000 nuevos empleos, según Adecco, compañía internacional especializada en recursos humanos, lo que supone un 6% más que en el año anterior. Se trata de puestos de trabajo que se crearán no solo en el sector de la restauración sino que una parte los absorberá el comercio. El crecimiento de las contrataciones que registrará Canarias está por debajo de la media nacional que se sitúa en el 8% y es el menor de los últimos años. Algo que Adecco achaca a al encarecimiento de precios, al desabastecimiento de materias primas y a la invasión rusa en Ucrania que pueden suponer un freno al consumo. Se estima que durante los meses de noviembre y enero (ambos incluidos) se firmen en España cerca de 1.118.000 contratos, frente al 1.035.826 contratos de la pasada temporada, todavía afectada por la pandemia. El e-commerce, la distribución, el retail, la logística, el transporte, el gran consumo, la alimentación, y la hostelería y el turismo, son los sectores que más empleo generarán.| E. D.
