La inflación entra en las Islas en arenas movedizas. Como en el resto del país el coste de la energía se contiene pero, en el anverso de la moneda, el precio de los alimentos se desboca. Productos básicos como el huevo o la leche cuestan ahora más de un 20% que hace un año como resultado de las restricciones a la exportación a causa de la guerra de Ucrania y el encarecimiento del forraje para los animales. En general los alimentos se han encarecido en las Islas lo nunca visto: un 14,7% –el 15,4% en el conjunto del país respecto a 2021–; son los que mayor avance interanual registran y lo que explica el alza en el IPC de un mes para otro del 0,5 –dos décimas menos en el conjunto del país– y deja el índice en un 7% (7,3 nacional), si se compara con el mismo mes del año anterior, o el 5,4 desde el inicio del año. 

Pero lo realmente preocupante, y la causa por la que ayer las patronales del Archipiélago insistieran a los gobiernos en la necesidad de poner en marcha medidas que en el corto plazo permitan la contención de los precios y otras de compensación de los sobrecostes para las empresas canarias, es el ya más que evidente contagio inflacionista a la parte del coste de la vida en el que las bajadas de precios en los meses sucesivos no será fácil. La inflación subyacente, que deja fuera los precios de los bienes energéticos y alimentos sin elaborar (fruta o verdura) se sitúa a nivel nacional en el 6,2% interanual, mientras que en las Islas se alza hasta el 6,4%, con un crecimiento mensual del 1,2%, dos décimas más que el índice anotado por la media nacional (1,0%).

Las patronales del Archipiélago insisten en la necesidad de poner en marcha medidas que en el corto plazo permitan la contención de los precios y otras de compensación de los sobrecostes para las empresas canarias

Se evidencia, pues, un crecimiento de este índice más intenso en Canarias, lo que supone situar el precio de los elementos más estructurales de la cesta de consumo en su valor más elevado de toda la serie histórica y que da continuidad a la tendencia alcista que se inició en julio de 2022. 

Con todo, en general, se puede hablar de una moderación del IPC. El 7,3% nacional que marcó en octubre deja atrás el 9,8% de marzo o del 10,3% de junio, marcas que no se veían desde hacía 30 años. Los precios energéticos, que han constituido el componente más inflacionista desde el comienzo del conflicto bélico iniciado por Rusia, en febrero, y la posterior crisis energética derivada del mismo, son también ahora el motivo de su moderación.

Así el grupo del IPC en el que más influye el coste de la energía , el de Vivienda, experimentó un retroceso, tanto en Canarias como en el promedio nacional, si bien lo hizo con mayor intensidad en el conjunto del país (-6,6%) que en las Islas (-5,9%), ello a pesar de que la factura eléctrica se contrajo un 14,4% en el ámbito nacional, y un 18,4% en las Islas, con respecto a septiembre.

Con el 7,3 % en octubre –el 7% en Canarias al bajar un 1,2 % desde el 8,2 de septiembre y ya alejado del vertiginoso 9,5 de agosto– el dato nacional de inflación coincide con el adelantado y supone 1,6 puntos menos que el 8,9 % de septiembre y la cifra más baja desde enero, cuando el IPC se sitúo en el 6,1 %. Se encadenan tres descensos consecutivos tras el pico del 10,8 % alcanzado en julio.

Por regiones, la tasa anual del IPC disminuyó en octubre respecto a septiembre en todas las comunidades autónomas. Los mayores descensos se produjeron en La Rioja, Castilla-La Mancha y Castilla y León, con bajadas de 2,1, 2 y 1,9 puntos, respectivamente. Los menores retrocesos fueron, precisamente en Canarias, además de Cantabria, con descensos de 1,2 puntos en cada una.

Desde el Gobierno central señalaban ayer que tras esta reducción de la inflación están medidas como «el mecanismo ibérico, la bonificación del transporte público o la rebaja de los impuestos en la factura del gas [en la península] y de la luz, así como la bajada de los precios de la energía en los mercados internacionales»