La Plataforma en Defensa del Transporte ha suspendido su paro indefinido tras dos días de protestas. Las movilizaciones de autónomos y pequeños empresarios del transporte habían registrado hasta ahora un escaso seguimiento, sin apenas piquetes, ni cortes de carretera y con las cadenas de suministro operando con normalidad. La Plataforma afirma que está siendo objeto de una persecución y no quiere exponer a sus asociados, tal como ha manifestado en un comunicado emitido en el mediodía de este martes. Todas las patronales del sector habían dado la espalda a las protestas convocadas desde la organización dirigida por Manuel Hernández, ya que entendían que sus reivindicaciones de prohibir trabajar a pérdidas ya estaban contempladas en la normativa.

Las carreteras españolas apenas han notado que desde el lunes y hasta este martes al mediodía había un paro de transportistas convocado. Frente a las movilizaciones de camiones, así como bloqueos de zonas portuarias y mercados mayoristas que hubo en marzo de este mismo año, la normalidad ha sido la tónica dominante en este conato de protesta abanderado desde la Plataforma. 20 días consecutivos duraron las protestas hace seis meses, consiguiendo dejar vacíos algunos estantes de supermercados y con la patronal de las distribuidoras tildándolo de "problema de estado". Día y medio ha durado este segundo asalto, sin apenas incidencias en la logística alimentaria o industrial.

"Hoy martes nos hemos encontrado con una persecución, acoso y coacciones inconcebibles por parte de distintas autoridades, donde no se está respetando el derecho a paro y a su correspondiente información como ampara la ley por parte de los organizadores", argumentan los protestantes en el comunicado donde anuncian la suspensión del paro indefinido. Otro argumento que dan es que las grandes empresas han presionado a los pequeños para que atendieran sus contratos previamente firmados y no se sumaran a los paros, bajo amenaza de denuncia por incumplimiento.

Los convocantes no han conseguido arrastrar a los transportistas asociados a las grandes patronales del sector, principalmente a los que representan a aquellos autónomos con uno o dos camiones. Como sí ocurrió hace seis meses, cuando la división empresarial provocó que varios de los asociados de organizaciones como Fenadismer apoyaran las protestas y desbordaran por momentos las actuaciones de la policía. Hasta 20.000 agentes, entre Guardia Civil y Policía Nacional, llegó a movilizar en la primavera el Ministerio de Interior para evitar que las cadenas de suministro se rompieran. Ya que, en tanto que paro de autónomos -no huelga-, no se decretaron servicios mínimos.

Sin afectación en los suministros

Las grandes plataformas logísticas y de distribución han operado estos dos días de paro con normalidad. En Mercabarna -ubicación habitual de piquetes en marzo- no han registrado ninguna incidencia en esta ocasión y los mayoristas han podido transaccionar sin problemas. Fuentes del mercado de la capital catalana explican que durante el fin de semana previo los establecimientos no se proveyeron de almacenaje extra, ya que no anticipaban graves problemas de distribución. Ha sido así.

El impacto económico de unas protestas generalizadas y con incidencias como las de marzo hubiera podido ser significativo, a tenor de que el Black Friday se celebra la semana que viene y con él arranca la campaña de Navidad. Según cálculos de la OBS Business School, el paro pudiere llegar a traducirse en una pérdida de hasta 600 millones de euros diarios