La historia de Arehucas se remonta al 9 de agosto de 1884 cuando fue inaugurada en Arucas, Gran Canaria, la Fábrica de San Pedro, dedicada a la producción de azúcar fundamentalmente y, en menor medida, a la elaboración de aguardientes de caña y ron, precursora de la actual Destilerías Arehucas.

En 1884 se inauguraba la Fábrica de San Pedro, precursora de la actual Destilerías Arehucas. La calidad de sus licores la hizo valedora del Vaso de Plata y Bronce y el Título de Proveedores de la Real Casa y Corte española. En el año 1909, se adquirió un alambique con sistema ‘Guillaume’ de la fábrica Egrot et Grangé , de París, que permitiría aumentar la producción, pero fue en 1965 cuando La Fábrica pasó a denominarse Destilerías Arehucas, marcando el comienzo de una época de expansión.

En el año 2005 Destilerías Arehucas adquiría la Fábrica de Licores Artemi, formando así el mayor grupo de destilados y bebidas espirituosas de Canarias, con el fin de mantener la historia del ron canario y continuar su fuerte vinculación con el archipiélago. «Desde hace 50 años somos líderes de ventas en Canarias y poseemos una de las bodegas de ron más grandes de Europa, hecho que ha impulsado nuestra imagen en el exterior y nos ha llevado a exportar productos a países tan dispares como Suecia, Alemania, Japón y Estados Unidos entre muchos otros», relatan desde Destilerías Arehucas, una empresa «consciente de que su bienestar está inextricablemente unido al de la comunidad a la que pertenece y a los valores que comparten», afirman.

Actualmente Arehucas cuenta con más de 80 empleados en las islas, con presencia directa en 4 islas: Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura. «En 2021 un 57% de los aprovisionamientos fueron adquiridos en Canarias a proveedores canarios, contribuyendo de una forma muy relevante a dinamizar la economía del Archipiélago y la creación de empleos indirectos», afirman desde la empresa canaria, que ha sabido conjugar los métodos tradicionales de producción con la más moderna tecnología y los esfuerzos por ser más sostenible, iniciando el proceso de certificación ecológica de su plantación o el proyecto de conseguir que el 100% de la energía eléctrica consumida por su planta sea de fuentes renovables en 2025.