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Canarias se hunde entre las regiones con menos productividad del país

Las dos provincias isleñas pasan de estar entre las 20 con mayor renta media por asalariado a comienzos de siglo a caer a la cola del ‘ranking’ dos décadas después

Dos turistas se bañan en una playa de Los Cristianos, al sur de Tenerife. Andrés Gutiérrez

La economía canaria pierde posiciones en el ranking nacional de productividad de forma irremediable. Ocurre en las dos provincias de la Comunidad Autónoma, aunque en la de Las Palmas de manera más acusada. En dos décadas, entre el año 2000 y 2019 –el último ejercicio de normalidad económica antes de la covid y la actual ola inflacionaria–, ambas provincias isleñas pasaron de figurar entre las 20 más productivas del país en términos de renta por asalariado a caer a la cola de esta particular clasificación. El tejido productivo de la demarcación de Santa Cruz de Tenerife perdió 18 puestos; el de las islas orientales, hasta 29. Resulta así que entre las 50 provincias y dos Ciudades Autónomas españolas –Ceuta y Melilla–, la economía de la provincia tinerfeña ocupa la trigésima octava posición en este ranking de productividad; la de Las Palmas cae hasta la cuadragésima primera.

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Santa Cruz de Tenerife


  • El tejido productivo de la provincia de Santa Cruz de Tenerife ocupa la trigésima octava posición del ‘ranking’ nacional de la productividad con un PIB por asalariado de 59.965,9 euros.

Los cálculos de los expertos de Ineca, un think tank o laboratorio de ideas de Alicante, permiten una nueva lectura sobre la cada vez mayor brecha existente entre la riqueza media en España y la riqueza media en Canarias. En el año 2000, el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de las Islas equivalía al 98% de la media nacional. Dicho en términos gruesos: por cada cien euros que tenía entonces en los bolsillos un ciudadano del resto de España, un canario tenía 98. Casi había una perfecta convergencia. En 2019, la renta o PIB por habitante del Archipiélago ya solo equivalía al 81% de la media estatal. Se produce así desde comienzos de siglo una divergencia que, de momento, no parece tener fin. A cada año que pasa, los isleños son un poco más pobres en comparación con el conjunto de los españoles. Hay que puntualizar, eso sí, que esto no significa que la renta media no haya crecido en el Archipiélago, donde por supuesto también lo ha hecho, sino que se ha incrementado en menor medida, en realidad en mucha menor medida, que en el conjunto del Estado. No obstante, en este mismo período, en estas dos últimas décadas, la población de Canarias ha aumentado de forma sensible, y en última instancia la renta o riqueza per cápita no es otra cosa que el resultado de dividir el PIB de un país o territorio por su número de habitantes. Si este último crece de manera extraordinaria, como ha ocurrido en las Islas, la riqueza per cápita, claro, se reduce. Por eso desde la política se ha puesto la lupa en distintos momentos –ahora mismo hay una comisión de estudio en el Parlamento autonómico– en la variable de la población y en la capacidad de carga de Canarias, esto es, en hasta qué punto pueden mantener las Islas unos niveles de vida y bienestar propios de una región europea de continuar el actual ritmo de incremento poblacional. Ahora bien, ¿y si el proceso de depauperación relativa que sufre la Comunidad Autónoma no se debiera tanto al mayor número de habitantes como a una productividad anormalmente baja?

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Las Palmas


  • La economía de la demarcación de Las Palmas es la cuadragésima primera en productividad de entre las 50 provincias y dos Ciudades Autónomas con 55.214,8 euros.

Los datos que maneja Ineca, adelantados por el diario Información, evidencian justamente eso, que el problema no está en el aumento de los habitantes –no está por tanto en la inmigración–, sino en la improductividad económica. Porque si en vez de cruzar el PIB con la población se cruza con la población asalariada, queda de manifiesto el problema de productividad que padece la región. La riqueza media por asalariado en las industriales Tarragona, Álava o Vizcaya llega e incluso supera los 70.000 euros. Esas son las tres provincias que ocupan el podio nacional de la productividad. En la de Santa Cruz de Tenerife, la 38 del ranking, roza pero no alcanza los 56.000 euros, y en la de Las Palmas, en el puesto 41, apenas supera los 55.200.

Las Palmas se desploma


En el año 2000, a punto de entrar en el siglo XXI, la provincia de Santa Cruz de Tenerife ocupaba la vigésima posición del país en términos de productividad. La demarcación de Las Palmas rozaba el top ten en el puesto 12. El PIB por asalariado en las islas occidentales era entonces de 38.241 euros, y en las orientales, de 40.419. La brecha con la provincia más productiva de España –Álava– era entonces de 7.412 euros en la demarcación tinerfeña y de solo 5.234 en la de Las Palmas. Dos décadas después, la provincia occidental ha caído hasta el puesto 38 y la de Las Palmas, hasta el 41. La renta media por asalariado en esta última es ahora de 55.215 euros, y en la tinerfeña, de 55.966. La brecha con la provincia ahora líder –Tarragona– se ha disparado hasta los 17.634 euros en las islas occidentales y hasta los 18.385 en las orientales.

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