eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Conflicto laboral

Trabajadores de Decathlon denuncian acoso por querer conciliar: "Llevo un año frito, he tenido que ir al psicólogo"

Empleados que han pedido adaptar su jornada para cuidar de sus hijos denuncian acoso laboral por parte de la empresa

Entrada de una tienda de Decathlon, en un centro comercial de Barcelona. JORDI COTRINA

La vida, el deporte que más amamos”, esta frase, ilustrada con la fotografía de una madre sosteniendo en brazos a su bebé, es lo primero que ven los clientes de Decathlon cuando abren su aplicación móvil. La estampa evoca unos valores familiares y los vincula con la marca. Decathlon trata de vender así sus productos presentándose como una empresa socialmente responsable y preocupada por la conciliación. No obstante, más allá de las campañas publicitarias, esa no es la historia que cuentan varios de sus trabajadores. 

El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica, ha entrevistado a siete empleados de la multinacional de siete puntos distintos de España. Tanto de almacén, como de tienda. Y todos, con sus detalles e historias propias, cuentan lo mismo: Decathlon pone todo tipo de trabas a sus trabajadores a la hora de ejercer la maternidad paternidad. Se niega sistemáticamente a adaptar sus horarios, les fuerza a ir a juicio si persisten y todos los testimonios entrevistados hablan de acoso por parte de la empresa durante el proceso. La mayoría de nombres que aparecen en el siguiente reportaje han sido modificados por petición de los entrevistados, con el fin de preservar su anonimato.

Un gigante logístico

Trabajar en Decathlon no es un empleo de oficina. Para la inmensa mayoría de personal no existen los horarios fijos de ocho de la mañana a cinco de la tarde, sino que los contratos son de lunes a domingo, con dos días de descanso que pueden caer cualquier día de la semana y turnos cambiantes. "Ya sin hijos cuesta compaginar los horarios, piensa que hay semanas que puedes llegar a tener hasta cinco turnos diferentes", cuenta Nuria, con nueve años de experiencia en almacén. "Quieren que vivas por y para la empresa", afirma Lucas, que entró hace 10 años a trabajar en tienda.   

"Decathlon cumple con la legislación laboral, accediendo tanto a las solicitudes de reducciones de jornada por guarda legal, no denegando ninguna solicitud, así como atendiendo a todas las solicitudes relacionadas con adaptación de jornada según la ley", afirman fuentes consultadas de la compañía. "No son casos aislados, es una política de empresa. Uno de los 'KPI' -hitos- de los responsables es deshacerse de aquellas personas que llevan mucho tiempo en la empresa o no comulgan con sus valores. Internamente les llaman 'no vinculados'. No está escrito, pero es una práctica extendida", afirma el delegado de CCOO Joan Arrufat.

De los siete testimonios entrevistados, todos rondaban jornadas de entre 20 y 30 horas a la semana y salarios ligeramente por encima de los 1.000 euros mensuales. "Ellos lo que quieren es gente joven y siempre disponible. A la que cumples una cierta edad ya les molestas, porque tu vida ya no gira entorno a la empresa", afirma Natalia, empleada que entró en 2006. “Son alérgicos a las canas”, coincide Lucas, en plantilla desde 2012. 

¿Qué establece la ley? “Cualquier persona trabajadora que tenga un hijo a cargo como máximo de 12 años de edad o un familiar dependiente puede pedir, sin tener que negociarlo, una reducción de jornada para poder atenderlos. También puede requerir la concreción horaria, es decir, en qué horario quiere realizar su jornada para cuidar a esa persona a cargo”, explica el abogado defensor del Col·lectiu Ronda José Antonio González Espada, con sentencia favorable.  

"¿Dónde está su padre?", "¿No puedes dejarlo con los abuelos?" o "¿Por qué no nos habías avisado de que querías ser madre?". Son algunas de las reacciones de la dirección a la petición de los trabajadores a una reducción o adaptación de horario. Mayor conflicto hay cuando el trabajador no solicita una reducción de jornada, pero sí una concreción horaria, ya que este no es un derecho reconocido, según explica el abogado del Col·lectiu Ronda.  

Oposición a los precedentes

"Con mi primer niño todavía pude pedir favores y compaginarlo, pero con el segundo fue ya imposible", cuenta Elena, con experiencia en tienda desde el 2009. “Les pedí no trabajar los domingos y me dijeron que si hacían una excepción conmigo tendrían que hacerla con mis compañeros que querían ir a ver el futbol”, cuenta Sofía.

Esa cerrazón llegó a su máximo exponente en el caso de Marta. Madre de una niña pequeña, esta joven es víctima de violencia machista por parte de su ex pareja. Y pese a tener una orden de alejamiento en firme sobre la misma, sus superiores se negaron a adaptarle el horario para evitar (o minimizar el riesgo) que pudiera cruzarse con su agresor al salir o entrar a trabajar. 

“Les pedí que me pusieran de lunes a viernes en el turno de mañana, para tener la tranquilidad que mientras yo estaba trabajando él también y que no podría estar pendiente de mí”, cuenta. “Me dijeron que no, que en mi contrato ponía que yo debía estar disponible de lunes a domingo. Mi seguridad no está garantizada. Voy con un teléfono encima las 24 horas del día que le dice a un equipo de la Cruz Roja donde estoy en cada momento. Con un botón por si se me acerca. Después de 15 años trabajando esperaba un poco de empatía, pero nada”, añade.  

El artículo 37.8 del Estatuto de los Trabajadores especifica claramente el deber de la empresa a reducir o reordenar la jornada en dichos casos. No obstante, no fue hasta la puerta del juzgado, antes de que tuviera que ser un magistrado quien obligara a Decathlon a ello que se avino. Solo dos de los entrevistados perdieron el juicio, el resto o los ganó o alcanzó un acuerdo beneficioso justo antes de entrar a sala. "Decathlon está totalmente sensibilizado con la violencia de género cumpliendo y respetando la legislación en este sentido. Todos nuestros centros acompañan a las personas trabajadoras ante cualquier duda al respecto", afirman desde la compañía.

"Las personas trabajadoras que tengan la consideración de víctima de violencia de género […] tendrán derecho […] a la reducción de la jornada de trabajo con disminución proporcional del salario o a la reordenación del tiempo de trabajo"

Estatuto de los trabajadores - Artículo 37.8

decoration

"¿Me voy o me quedo?"

Casi todos los entrevistados acabaron cogiendo bajas por estrés o depresión antes, durante o después de iniciar un proceso legal para que se les reconociera su derecho a la adaptación de jornada. “Empezaron a no hablarme, a presionar a mis compañeros para que no me hablaran, a cambiarme constantemente las reuniones o de sección… Todos los días movidas”, explica Francisco, en Decathlon desde 2007. "Llevo un año frito, he tenido que ir al psicólogo", reconoce. Ante tal situación todos se preguntaron en algún momento u otro si valía la pena seguir en la empresa o buscarse otro empleo.

Algunas, como Elena, han decidido no volver. Después del juicio acabó cogiéndose una excedencia y se puso a estudiar. Ha acabado las prácticas y ya le han hecho contrato de administrativa en otro sitio. A Francisco, con perfil de vendedor, le llamó un antiguo conocido y le hizo una oferta. “La cogí al vuelo”, explica. Las salidas de Natalia o Sofía fueron parecidas.

Otras, como Marta, están buscando alternativas pero todavía no las han encontrado. “Tengo una niña pequeña, no puedo aceptar un contrato temporal porque si no cuaja como le voy a dar de comer. Si estuviera sola no me importaría, me vuelvo con mis padres y listo. Pero ahora no me puedo permitir dejar un trabajo fijo”, cuenta. Mientras está echando currículos y preparándose unas oposiciones para cartera, como Nuria. 

Y otros, Lucas, se resisten a marcharse. “Me planteé dejarlo, pero no quería. No está bien que jueguen con las personas”, cuenta. Ahora está mirando cómo montar una sección sindical en su tienda para ayudar, con su experiencia, a aquellos compañeros que vengan detrás de él y quieran ser padres o madres.

Compartir el artículo

stats