Sebastián Pérez González (Madrid, 1946) es ingeniero aeronáutico y durante quince años fue director regional de Navegación Aérea de Canarias. Forma parte del Observatorio del Transporte Aéreo de Canarias, de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria y tiene claro que lo principal es que la Agencia Espacial se quede en el Archipiélago; importa menos en qué isla porque todas se beneficiarán.
¿Por qué debe ser Canarias sede de la Agencia Espacial?
Existen factores singulares relacionados con la ubicación geográfica, está más cerca del ecuador. También climáticas, que propician una menor incidencia de la corriente de chorro. Y, por supuesto, están las que se derivan de ser una región ultraperiférica, lo que permite contar con un régimen fiscal del que se beneficiarán las empresas que lleguen. Todo ello sin olvidar la buena conectividad aérea que disfrutan las Islas.
¿Por qué eso es importante para los lanzamientos?
No para hacer lanzamientos, sino para estar próximos a la primera órbita de inicio y desde ahí enviarlos a la definitiva. Estar más cerca significa llegar con mayor velocidad, con lo que se simplifica ese segundo paso.
¿Qué elementos podrían lanzarse desde el Archipiélago?
Es importante entender que se trata de lanzamientos ligeros, no tan agresivos como los que se realizan desde lugares clásicos como la Guayana Francesa o Houston. Hablamos de haps (plataformas pseudosatelitales de gran altitud) que se mueven por la estratosfera como, por ejemplo, la que se está preparando en el Parque Tecnológico de Fuerteventura. También drones o incluso aviones.
¿Y cómo se abordan los lanzamientos?
En Canarias se podría a través de sistemas poco agresivos y ya probados como globos. Se envía a la estratosfera y desde ahí, con el cohete incorporado, sale a la órbita inicial. Una experiencia canaria es el Minisat. Incluso desde un barco puede lanzarse.
¿Cualquier otra ciudad candidata tendría más problemas?
Se puede hacer desde cualquier lugar pero con métodos más agresivos que permitan al satélite vencer el pozo gravitatorio y abandonar la troposfera. No quiero criticar ninguna otra propuesta, simplemente aludo a criterios técnicos. Son otros los que tienen que argumentar en favor o en contra de cada una de ellas.
"Si la conceden, Canarias tiene que pedir la gestión de los aeropuertos para sacar todo el provecho"
¿Con qué fin se pondrán en órbita los haps o drones?
Lo primero que tenemos que definir es la franja a explotar, que va desde el nivel del mar hasta los 36.000 metros, que es donde están las órbitas geoestacionarias. Más allá de esa distancia puede interesar establecer alianzas con otras agencias. Por encima de esa altitud ya nos metemos en áreas donde no hay gravedad, donde no existe el aire que necesitan los aviones para sostenerse.
¿Para qué?
Los drones, por ejemplo, tienen múltiples aplicaciones. Forman parte del proyecto que desarrolla el Parque Tecnológico de Fuerteventura que es el primer lugar de Canarias en el que se está haciendo ingeniería aeronáutica. Los haps se mueven en la franja de los 20.000 metros y pueden realizar labores de vigilancia, análisis medioambiental, seguridad aérea... Un ejemplo práctico sería la participación en un incendio. Pueden convertirse en el puesto de mando para dirigir los movimientos de los helicópteros que participan en las labores de extinción. Además, toda vez que están en órbita, tienen disposición para realizar esa labor en cualquier punto de Europa o el continente África. En el ámbito militar también son capaces de aportar un alto valor añadido. Y siempre sin perder de vista que el trabajo que realizan es sostenible, porque sus motores se alimentan con energía solar exclusivamente. Y volvemos a Canarias como lugar idóneo, porque tiene más horas de sol que las competidoras.
¿Podemos confiar en que la candidatura canaria contará con una valoración justa?
La subjetividad es inevitable. Lo que queremos es que se haga un esfuerzo para valorar de la manera más objetiva y que se prescinda de cuestiones políticas.
Sinceramente, ¿alguna candidata supera a Canarias?
Honestamente, pensamos que no. Sevilla tiene una industria aeronáutica fantástica, pero de las mejores que existen. Está Airbus, pero no su división aeroespacial, y estamos hablando del espacio. Por poner solo un ejemplo.
¿Gran Canaria o Tenerife?
Nos da igual una que otra, se trata de que esté en la comunidad autónoma. He nombrado a Fuerteventura varias veces y no hay una candidatura majorera, pero es impensable que se prescinda de todo lo que se ha avanzado ya en el Parque Tecnológico de esa isla.
¿Es factible un desarrollo de la industria aeronáutica aquí?
Ya se está trabajando en la infraestructura y el campo de operaciones para la plataforma japs que se lanzará en 2024 en Fuerteventura. Será un aerostato, es decir, más ligero que el aire. Se suelta de noche para no interferir con ningún tráfico. Es como un dirigible de 140 metros de longitud por más de 30 de ancho. Se rellena de gas helio y va subiendo, le llevará entre dos y tres horas alcanzar la estratosfera. A partir de ahí se maneja desde tierra para trasladarlo a cualquier lugar del mundo para realizar esas misiones de vigilancia, seguridad o medioambientales, entre otras, de las que le hablaba antes.
¿Podemos fiarnos de la defensa que hará de esta candidatura el Gobierno canario?
Necesitamos que se moje un poco más, que desarrolle una política de transporte aéreo más seria. No siquiera tenemos las competencias en materia de helipuertos y aeropuertos de uso restringido. Madrid las ha ofrecido y otras comunidades autónomas ya han solicitado el traspaso. Además, si queremos desarrollar en plenitud la Agencia, tenemos que pedir la gestión de las infraestructuras aeroportuarias de uso general. El artículo 161.1 del Estatuto de Autonomía abre la puerta a ello.
