El incremento acumulado del Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) excluidos energía y alimentos durante los últimos tres años -entre julio de 2019 y julio de 2022- ha sido del 6% y del 5,3% en el área del euro y en España, respectivamente, frente a aumentos en torno al 3% en ambas áreas si se considera el incremento de los tres años anteriores a la pandemia.

Así se refleja en el estudio 'Evolución reciente de la inflación subyacente en el área del euro y en España', publicado este lunes por el Banco de España, en el que se apunta que las presiones sobre la inflación subyacente se han intensificado en el área del euro y España, lo que refleja el aumento sostenido en los costes de producción y algunos factores relacionados con la pandemia.

En el área del euro, la inflación subyacente ha mostrado un marcado perfil ascendente y ha alcanzado niveles inéditos en la historia de la Unión Económica y Monetaria (UEM), tras rebasar los registros máximos en noviembre de 2021, cuando superó el 2,5%, y situarse en el 4% en julio de 2022.

Los diecinueve Estados miembros han superado la tasa del 3% de inflación subyacente; en algunos casos, como en los países bálticos o Eslovaquia, rebasa el 8%. Igualmente, en España, la inflación subyacente ha mostrado un aumento intenso desde mediados del año pasado, y se situó en el 4,6% en julio de 2022.

Más peso en España del ocio, la restauración y el turismo

En España, la contribución del ocio, la restauración y el turismo al aumento de los precios de consumo en el último año ha sido significativamente mayor que la observada en el área del euro, tanto por los superiores incrementos de precios en estas partidas como por su mayor peso en la cesta de consumo.

En cambio, el Banco de España señala que la contribución de las partidas relacionadas con el transporte ha sido ligeramente más reducida que la observada en el área del euro.

En concreto, en España, los precios relacionados con el ocio, restauración y turismo muestran un incremento relativo más intenso en el último año --un 8% en julio--, frente a un 7% del subíndice de precios de 'Equipamiento y conservación de vivienda' y un 5,6% de 'Transporte'.

Si se considera el incremento acumulado de los precios a lo largo de los últimos tres años, el aumento más intenso se observa en el subíndice relacionado con la 'Vivienda' (un 9%), mientras que el índice de 'Ocio, restauración y turismo' acumula un aumento del 7,9%.

Para el Banco de España, es notoria la contribución de 'Ocio, restauración y turismo' a la inflación general en España, que explica 1,6 puntos porcentuales (pp) de la inflación de julio de 2022, frente a un punto en la UEM. "Esta partida representa el 20% del gasto en consumo en España, frente al 16% que supone en la UEM", explica el organismo.

En segundo lugar, la contribución a la inflación general del 'Transporte' está siendo algo inferior en España (0,4 puntos) respecto a la observada en el conjunto de la zona del euro (0,6 pp) o Francia e Italia (0,9 pp). Esta menor contribución refleja no solo un crecimiento de los precios algo inferior, sino también el menor peso de este componente -7,6% en España, frente al 10,2% en la UEM-.

En el caso de Alemania, el Banco de España explica que el nuevo abono de transporte público subvencionado ha supuesto una caída del 60% interanual en el precio del transporte combinado de pasajeros. Por ello, la contribución del subíndice de 'Transporte' a la inflación general en junio y julio en este país ha sido casi nula, frente a los 0,8 puntos de mayo.

Factores detrás del incremento de la inflación subyacente

Algunos factores destacables que señala el Banco de España detrás del incremento de la inflación subyacente son el coste de las materias primas, el gasto en vivienda, los cuellos de botella, la reapertura, y la ciclicidad de los precios según destino del gasto.

Según el Banco de España, la permanencia en el tiempo de estos incrementos en los componentes más estables de la inflación es incierta y considera que una respuesta relativamente contenida de los salarios y de los márgenes empresariales a las presiones inflacionistas actuales será fundamental para evitar la aparición de efectos de segunda vuelta significativos y, con ello, la prolongación del actual escenario inflacionista.