La propuesta legislativa que presentará la Comisión Europea la próxima semana para intervenir el mercado energético deberá incluir medidas para reducir la demanda de electricidad en la Unión Europea de forma coordinada, limitar los ingresos extraordinarios de los productores de electricidad inframarginales (como renovables o nuclear) y un nuevo instrumento de liquidez para apoyar a los operadores energéticos que actúan en el mercado de futuros puedan seguir contando con las garantías financieras necesarias. Son algunos de los encargos que han salido este viernes del consejo de ministros de energía extraordinario celebrado este viernes del que sale también la petición a Bruselas de explorar algún tipo de tope al precio del gas, aunque con discrepancias entre los gobiernos sobre el precio gas ruso.

Los ministros de energía de la UE avalan así el grueso de las ideas lanzadas a mediados de semana por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para intervenir el mercado energético europeo y poner coto a la espiral de precios ante una situación que no ha dejado de agravarse este último año. “El debate de hoy no ha sido fácil. No es la última vez que nos reuniremos para hablar de los precios de la energía. Lo que hemos hecho es dar un mensaje claro sobre lo que tenemos que hacer”, ha explicado el ministro checo y presidente de turno del Consejo, Jozef Sikela, que ha enumerado cuatro ámbitos en los que esperan propuestas legislativas el próximo martes. Su intención: que los Veintisiete den aprobación al nuevo plan antes finales de septiembre. “Si hiciera falta estoy dispuesto a convocar otra reunión ministerial extraordinaria para adoptar soluciones concretas este mismo mes”, ha anunciado.

Cuatro encargos

El primero, tal y como avanzó Von der Leyen, medidas destinadas a limitar los ingresos de los productores de electricidad inframarginales con bajos costes de producción, como las renovables o la nuclear, así como una “contribución solidaria” de las empresas de combustibles fósiles que se utilice para mitigar el impacto de los altos precios de la energía en los clientes. En segundo lugar, los Veintisiete también consideran que el plan de Bruselas deberá incluir una “intervención de emergencia y temporal”, incluida una limitación del precio del gas. Una idea no recogida en el plan de Von der Leyen -solo figura un tope al precio del gas ruso- y sobre la que ha pasado de largo la comisaria de energía, Kadri Simson.

“Los ministros nos han pedido que analicemos los efectos que tendría fijar un tope al gas del resto de importaciones a la UE” pero “si lo que queremos con nuestra propuesta es hacer frente a la manipulación rusa tiene sentido abordar un tope al gas ruso” ha recordado la comisaria que considera que un tope general podría poner en riesgo la seguridad de suministro en la UE. “El mercado del gas natural licuado es un mercado global y hay una feroz competencia. En este momento es importante que, al perder volumen ruso. podamos optar por proveedores alternativos. Estamos viendo otras posibilidades de reducir el precio, sustituyendo la producción rusa por la de otros socios más fiables”, ha explicado.

“El tope al precio del gas es desde la perspectiva del mercado el caso lo más complejo que tenemos que decidir. Tenemos que analizar primero el impacto de todas estas medidas. La mayoría de los países creen que hace falta fijar un tope pero dennos más tiempo para terminar de ver dónde se fija ese tope y cómo se aplica”, ha admitido Sikela sobre una de las ideas que más recelos generan entre algunos países pero que reclaman desde hace meses otros como Italia o Bélgica. En todo caso, según ha explicado el ministro checo esta medida debería servir para limitar el impacto de los elevados precios del gas en los mercados de la electricidad de la UE y los precios de la energía para los clientes, con el objetivo de “aliviar las consecuencias sociales y económicas de los elevados precios actuales de la energía” lo que significa que podría asemejarse más una especie de “excepción ibérica” para toda la UE, algo que hasta ahora también ha rechazado la Comisión.

Del debate también se desprende un consenso entorno entorno a la presentación de nuevos “instrumentos de liquidez de emergencia que garanticen que los participantes en el mercado tienen a su disposición garantías colaterales suficientes. Además, los Veintisiete también ha cerrado filas con la idea de incentivar una reducción coordinada de la demanda de electricidad en toda la UE, para aliviar la presión sobre la generación de electricidad y hacer frente a la escasez de energía y a los altos precios de la misma, siempre y cuando la medida se aplique con flexibilidad.