eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sector pesquero

Falta de relevo y precio del gasoil agravan la sangría en el sector pesquero: Galicia pierde un barco a la semana

La flota de artes menores copa el descenso de capacidad con cuarenta efectivos dados de baja desde agosto de 2021 | Marruecos, Mauritania y Francia, nuevas banderas preferidas

El “Puente Sabarís”, en el puerto sudafricano de Cape Town. / CEDIDA

Aunque Galicia ha recuperado los niveles de afiliación del bum económico previo a 2009, el escenario en tierra firme dista mucho del que se atisba en el mar. En esta última década se perdieron más de 3.000 puestos de trabajo adscritos a este régimen, compuesto por una heterogénea colectividad de marineros, rederas o mariscadoras. La cifra de trabajadores vinculados a la pesca se ha reducido más de un 30% en la última década, y seis de cada diez tienen más de cuarenta años. La falta de relevo generacional se ceba así con un sector envejecido, carcomido por la continua reducción de posibilidades de pesca en aguas comunitarias y trastabillado ahora por el coste del gasóleo. Tres elementos que son la palanca perfecta para una sangría que no termina: la flota gallega pierde un efectivo cada semana, ya sea porque abandonan el continente rumbo a otros caladeros, en búsqueda de una mayor rentabilidad, o porque se dan definitivamente de baja en el censo sin nadie que los mantenga operativos. Desde agosto del año pasado, sin contar con los naufragios del Villa de Pitanxo y el Piedras, desaparecieron medio centenar de pesqueros en Galicia.

Los buques de mayor porte que se dieron de baja emprendieron travesías de largo recorrido para abanderarse en otros países y disfrutar así de mayor disponibilidad de cuotas o de acuerdos privados de pesca. La exportación de barcos es una tendencia que se ha vuelto a acelerar en el último año, como constatan los datos facilitados desde la Comisión Europea. Con destino a Francia se marcharon dos: el Mar Mares (causó baja el 4 de agosto) y el Nuevo Laredo (26 de julio). El primero, con 38,5 metros de eslora y construido por el desaparecido astillero Nodosa, contaba con matrícula de Vigo pero operaba ahora desde Ondarroa. El segundo tiene 36,3 metros y fue ensamblado en Armada. Son unidades que siguen la estela emprendida en su día por una extensísima lista de pesqueros (ArgelesPlaya de TuyaRío da BouzaFaro PicamilloPepe Barreiro...), que encontraron mejor acomodo –y rentabilidad– en los puertos de Bayonne o Lorient.

En suma, en el último año se exportaron nueve buques, con una eslora media superior a los 33 metros y una capacidad conjunta (en toneladas de arqueo bruto, gross tonnage) de 3240 GT. Además de a Francia, Mauritania –donde han reforzado su presencia pesqueras como Iberconsa, Pereira o Pescapuerta–, Marruecos, Belice, Omán y Sudáfrica han sido los demás pabellones de destino. En Cape Town opera ya el Puente Sabarís, histórico player del caladero de NAFO, con cerca de 1.400 GT. Fue la pérdida más cuantiosa, a efectos de capacidad, para el censo gallego.

Más salidas

Si nos retrotraemos más al pasado, y como publicó FARO, en los últimos diez años Galicia exportó más de medio centenar de pesqueros, con un arqueo conjunto de casi 28.000 GT. Representa el 20% de la capacidad pesquera de la comunidad. Walvis, Luanda, Cork, Nouadhibou, Tallinn. Son los nombres que lucen ahora en los cascos algunos pesqueros de capital gallego y que habían iniciado su trayectoria bajo pabellón español. Unidades como el Villa de Hío, ForcadelaPesca Baqueiro Tres (ahora Dunboy), Praia de Areamilla (hoy es el Tafra 1) o Nuevo Virgen de Lodairo (Lennuk), construidos principalmente en astilleros de Vigo como el desaparecido MCíes, Construcciones Navales Paulino Freire o Armón.

La bajura

En todo caso, y aunque a efectos de GT resulten testimoniales, las bajas más severas se han producido en la flota de artes menores. De empresas familiares, principalmente, y de barcos dedicados a recursos como el pulpo, robalizas o nécora. En este mismo periodo de análisis, y de nuevo con la información oficial remitida a Bruselas por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, fueron 40 las embarcaciones que figuran como “desguazadas” o retiradas de los registros. La mayor parte de ellas (22) desaparecieron entre agosto y diciembre del año pasado; las restantes son las que dijeron adiós a su actividad hasta este lunes. Es el caso de La Salve, con puerto base en Noia, que formalizó su despedida el 19 de julio. Tenía 5,2 metros de eslora. De este grupo de barcos, la dimensión media apenas alcanza los 6,5 metros, con escasos 252 GT en su conjunto. Lira, Arcade, Baiona, Bueu, Camariñas, Santa Cristina de Cobres, Portosín, Redondela, Marín, Caión, Lorbé...

Compartir el artículo

stats