El turismo se ha embarcado en una fuerte reactivación tras el desplome provocado por la pandemia de coronavirus. El sector hotelero vive un boom de demanda durante el verano tras el parón de los dos últimos años, pero aún está lejos de la recuperación total del negocio y de alcanzar los niveles de actividad previos a la pandemia.

Los hoteles españoles registraron en julio, el mes que marca el inicio de la gran temporada alta estival, un total de 42,3 millones de pernoctaciones, lo que supone un fortísimo incremento del 60% en relación del año pasado, pero que aún está por debajo de los registros previos al covid, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, los establecimientos aún registraron el mes pasado 851.000 pernoctaciones menos que en el julio de aquel 2019 prepandemia, cuando se superaron las 43,2 millones de estancias.

El mes pasado los hoteles concentraron 12,3 millones de clientes, casi un 44% más que en el mismo mes del año anterior (con 8,56 millones) y también un 1,7% por encima de los registros de 2019. Y es que en julio de este año los establecimientos recibieron 205.000 clientes más que antes de la pandemia. Hay más viajeros que antes de los estragos del coronavirus, pero se alojan menos noches.

Crece la demanda nacional

Una de las razones de la caída global de la duración de las estancias el mes pasado se deben, según apuntan fuentes hoteleras, al mayor peso que tiene ahora en el conjunto del negocio del sector el cliente nacional, que realiza de media viajes de menor duración que los viajeros internacionales. De hecho, el negocio ligado al cliente nacional sí supera claramente los niveles prepandemia, pero compensa apenas la mitad el descenso de la actividad de los viajeros extranjeros.

Los hoteles registraron el mes pasado un total de 15,66 millones de pernoctaciones realizadas por 6,06 millones de clientes españoles, lo que supone incrementos de casi 800.000 pernoctaciones y de 414.000 viajeros nacionales en relación a los niveles del julio de 2019. Sin embargo, en el caso de los clientes internacionales, los establecimientos aún registraron el mes pasado 1,65 millones de pernoctaciones menos y 209.000 viajeros foráneos menos que antes del covid (hasta quedarse en 26,7 millones de noches y 6,23 millones de clientes internacionales este julio).

Suben los precios

Al calor de la reactivación -aunque incompleta-, los hoteles españoles están consiguiendo subir sus tarifas por la mayor demanda y empujados también por el alza de los costes provocada por la escalada de la inflación. Los establecimientos hoteleros subieron sus precios en julio un 16,4% en julio en relación al mismo mes del año pasado, hasta alcanzar unos ingresos medios por cada habitación ocupada de 142,14 euros por noche. El sector ya supera con holgura los precios que ofertaba antes de la pandemia: en julio de 2019, el ingreso medio por habitación y noche fue de 102 euros, casi un 40% por debajo del nivel actual.

Un indicador clave en el sector turístico para medir la evolución real del negocio y de la rentabilidad es el ingreso por habitación disponible (RevPar), que sirve para calibrar tanto precios como ocupación. Los hoteles españoles elevaron su RevPar en julio hasta los 89,90, euros, con lo que consiguen disparar más de un 56% registros del año pasado y superan en un 17% el nivel del 2019 prepandemia.