El alquiler medio en España ha aumentado en los últimos años de forma exponencial y no solo en las grandes ciudades. De forma generalizada, la renta que debe pagar un inquilino todos los meses ha crecido cerca de un 60% entre 2015 y 2022, según datos recopilados por la plataforma de datos inmobiliarios de Brainsre. Los expertos fijan entre el 30% y el 35% el límite de ingresos que los inquilinos pueden dedicar a la vivienda sin poner en riesgo la salud financiera del hogar. En el caso del Archipiélago, ese porcentaje va ya por el 38,69%.
El portal inmobiliario Idealista situó en el 5,8% el encarecimiento de los alquileres en las Islas durante el segundo trimestre de este año, lo que dejó en 11,1 euros el precio del metro cuadrado. El incremento fue de mayor intensidad que el de la media estatal, que paró en el 4,2%.
El fenómeno se dispara en Baleares, cuyos ciudadanos destinan el 79,68% de sus salarios
El reparto de la subida resultó homogéneo entre las dos provincias, con un pequeño desequilibrio en contra de Las Palmas (5,7% hasta 11,8 euros por metro cuadrado). En la de Santa Cruz de Tenerife, el incremento fue del 5,3% y 10 euros por metro cuadrado de media. Eso sí, el portal inmobiliario aseguró al hacer públicos los datos que en ambos casos se trata de precios que se acercan a los más elevados desde que se registran.
A Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, no le sorprende la subida. «Es fruto de la reducción de la oferta disponible y de unas políticas de vivienda que lejos de hacer aflorar nuevo producto en el mercado, han espantado a inversores y ahorradores, y reducido el parque inmobiliario», explica.
Escasez salarial
El rápido encarecimiento de los alquileres sin que los sueldos crezcan en la misma medida es lo que ha disparado el porcentaje de renta que se destina a pagar el alquiler. Y Canarias en eso de tener salarios bajos es, desgraciadamente, campeona.
La marcada terciarización de su economía deriva en una demanda muy acentuada de mano de obra con poca o nula cualificación y, por tanto, escasamente remunerada. El Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa en 26.392 euros la renta neta media por hogar en el Archipiélago, mientras que el alquiler medio supone 10.211 euros anuales. En la medida que la segunda de dichas cantidades aumente sin que lo haga la primera en la misma proporción, los canarios tendrán cada vez menos dinero disponible tras pagar el alquiler de sus viviendas.
¿Cuál es el umbral a partir del cual las economías domésticas pueden sufrir? El 30%-35% que los expertos sitúan como barrera –tanto para el caso de la vivienda alquilada como en propiedad– significa que desde que lo atraviesan, las familias verán seriamente dañada su capacidad de ahorrar y, por tanto, de hacer frente a gastos imprevistos. Aparte de las Islas, otras siete comunidades autónomas se sitúan ya por encima.
El caso más serio es el de Baleares, que padece desde hace años el grave problema de la escasez de oferta. La retirada del mercado de gran número de inmuebles destinados tradicionalmente al alquiler residencial para pasarse al vacacional, algo a lo que Canarias tampoco es ajena, se ha cebado especialmente con el archipiélago mediterráneo. La renta neta media por hogar es allí de 29.368 euros, mientras el alquiler medio se sitúa en los 23.400 euros al año, con lo que el esfuerzo de las familias para garantizarse un techo se dispara hasta el 79,68%.
En Cataluña, la renta es de 34.982 euros y, a pesar de la intervención del mercado, el alquiler anual, de 16.644 euros, con lo que se esfuman el 47,6% de los ingresos por trabajo. En Madrid se repite el fenómeno, con un alquiler medio de 16.476 euros y unos ingresos de 37.687 euros. Por tanto, el esfuerzo se sitúa en el 43,72%, también por encima del que tienen que hacer los canarios.
También en peor situación que el Archipiélago se encuentra Andalucía (51,23%) y Comunidad Valenciana (43,26%), mientras que Cantabria (36,89%) y País Vasco (35,2%) completan el club de las que superan el umbral. Donde menos porcentaje del sueldo se destina al arrendamiento es en Ceuta, Melilla, Aragón, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Navarra y La Rioja. La tónica de los últimos meses permite vaticinar que cada vez más de entre estas últimas saltarán hasta superar los porcentajes poco recomendados.
Ocho comunidades superan ya la línea de riesgo que establecen los expertos
A cierre del mes de junio de 2022, arrendar una vivienda en España tenía un coste de 11,2 euros por metro cuadrado, una cifra que es un 1,6% más elevada que la registrada al cierre del mes de mayo y un 4,8% más en comparación interanual. En otras palabras, el mercado del alquiler no muestra visos de abaratarse. Menos aún con el encarecimiento de las hipotecas que provocará la subida de tipos con la que el Banco Central Europeo (BCE) intenta poner freno a la inflación.
El volumen de potenciales arrendatarios aumentará e Iñareta asegura que ni siquiera en las comunidades autónomas en que los mercados están más tensionados los precios han llegado aún a máximos históricos. ¿Por qué? Entre otras cuestiones porque el aumento generalizado de los precios dificulta a los arrendadores encontrar quien les garantice el pago mensual de las rentas. Gastar más en gasolina, en pagar la luz o en el mercado deja menos dinero para afrontar el pago del alquiler.
Según el informe The Housing Property Telescope de la consultora EY, los fondos de inversión y grandes tenedores de viviendas en España son los que más barato alquilan sus viviendas, entre un 7% y un 20% por debajo del precio de mercado de sus zonas de influencia. Y pese a la importancia de los grandes tenedores, su papel es insignificante en el mercado del alquiler español. El 95% total del parque de viviendas está en menos de particulares.
