Un trabajador de una empresa de Canarias ha sido despedido tras cometer una "falta muy grave". Así lo ha denunciado en SER Canarias, en donde cuenta que solicitó una botella de agua a su encargado, pero éste se la negó porque "estaba con otra cosa urgente", añadiendo que, "en cuanto pudiera le hacía el traspaso del agua". 

Según cuenta, al no tener noticias sobre el agua ni sobre el encargado, el trabajador despedido decide quejarse al jefe de equipo, recriminándole que está "harto de la situación de tener que estar rogando agua". Ante esto, el jefe de equipo le responde que hay botellas disponibles en otra nave, y que si no quiere desplazarse hasta allí, tiene que esperar a que el jefe de almacén le de botellas de agua "a la salida", -es decir, al acabar el turno de trabajo-.

El trabajador, que perdió los nervios, perdió los nervios y según notifica la carta de despido "desencajando la puerta y gritando, insultando y discutiendo con el jefe de almacén."

La empresa califica la actitud del empleado como una "falta muy grave" causa de despido disciplinario, motivo por el cual perdió su trabajo en plena ola de calor. 

La abogada laboralista de la Unión General de Trabajadores (UGT), Rosa García, explicó en los micrófonos de SER Canarias que "el hecho, el incidente, el detonante de la carta de despido es que ha habido un conflicto derivado de que un trabajador ha pedido, reiterado y rogado, que le dieran agua. Y que la empresa sostenga que hay un protocolo para su concesión. El despido se produce tras no dar agua a un trabajador o por lo menos obstaculizar su acceso a la misma". Además, la abogada sostiene que podríamos estar ante un despido improcedente o nulo.

La abogada de UGT recuerda que el Real Decreto 486/97 establece disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo regula el derecho al agua de los trabajadores

"Los lugares de trabajo dispondrán de agua potable en cantidad suficiente y fácilmente accesible. El Real Decreto dice que el agua debe ser fácilmente accesible, esto es importante recalcarlo, porque en la carta de despido hay un protocolo para que un trabajador pueda acceder al agua", explica la abogada. Desde la empresa explican a la SER que el despido no se produjo en modo alguno por pedir agua, sino por la actitud violenta del trabajador que es causa de falta muy grave

"Trabajar en almacenes con carretillas en verano hace aun más necesario tener a mano y de manera accesible algo tan elemental como el agua", expuso Margarita Ramos.

 "La norma general, que en este caso es una disposición reglamentaria, establece que las empresas tienen que tener en los lugares de trabajo una serie de elementos disponibles para las personas que garanticen su seguridad y salud. Y uno de esos elementos es el agua", añade. 

"Las empresas tienen que cuidar la salud de las personas, no se puede continuar con este deterioro de las condiciones de trabajo", señala. 

Además, recuerda que las ofensas verbales en el trabajo no siempre son causa directa de despido. "Depende de su gravedad, ha matizado el Tribunal Supremo que las ofensas verbales hay que ponderarlas en función del grado de presión al que estaba sometida la persona trabajadora en el momento de proferir esas ofensas", concluye.