La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja) pidió ayer a la industria láctea y a las empresas distribuidoras el cumplimiento de los precios acordados tras el compromiso adquirido en mayo con el sector ganadero, un pacto para el que el Gobierno canario actúa como intermediario. Solo así, explicó Asaga, podrá el sector primario «soportar la imparable escalada de precios» de los insumos, principalmente de los cereales.

La presidenta de Asaga, Ángela Delgado, aseguró que este acuerdo «no se está cumpliendo» y avisó que esto tendrá «consecuencias nefastas» para la ganadería local, ya que «si no se toman medidas urgentes, muchas explotaciones acabarán cerrando y la actividad experimentará una caída sin precedentes que será difícil remontar».

Delgado añadió que de mayo a agosto «tan solo» se le ha subido al productor –de vacuno lechero– cuatro céntimos, de tal forma que ha pasado de percibir 0,48 a 0,52 euros por litro, una remuneración que califican de «insuficiente y alejada» de los costes de producción, que se sitúan actualmente en 0,63 euros por litro de leche producida.

Este diferencial de casi diez céntimos, puntualizó la representante de Asaga, lo asume el ganadero, lo que traducido en términos empresariales supone «nula rentabilidad», ya que «ni siquiera las ayudas que las administraciones insulares y regionales han activado, aunque hayan sido bien recibidas, cubren los sobrecostes del sector».

Delgado apuntó que cuando los productores reciben esas ayudas «solo» se les permite saldar «parte de las deudas, además de que muchos ya no pueden acceder a más cuantías porque sobrepasarían» el límite establecido por ley. Por todo ello, desde Asaga Canarias Asaja se insta a las administraciones públicas a activar medidas «urgentes y eficientes» para evitar la desaparición del sector en los próximos meses.

Rebajas agresivas

Otra de las problemáticas a la que los agricultores hacen mención es que las cadenas de supermercados, «en especial las de reciente implantación», están «rebajando» los precios de la leche de sus marcas blancas, con las que han entrado al mercado local.

Estos descuentos ofertados pueden llegar, en función de la diferencia de grasa –entera, semi o desnatada–, hasta los 0,69 euros el litro en algunos puntos de venta, «generando un efecto dominó» en el resto de la distribución que «también se apunta a esta rebaja para no perder clientela, una guerra contraproducente para el sector ganadero».

Para Asaga Canarias, este tipo de prácticas comerciales deberían vigilarse porque «afecta negativamente» a las negociaciones que se han llevado a cabo, tanto con la industria láctea como con los supermercados, para lograr un incremento en el precio de la leche a los ganaderos. «El objetivo es que no se bajen los precios conseguidos, tal y como estaba acordado, evitando dañar las rentas de los productores», dijo.