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Las aerolíneas ofertan 2,4 millones de plazas más para la temporada alta

La programación de las compañías aéreas es un 33% superior al último invierno antes del covid

Dos turistas en el aeropuerto de Tenerife Sur. Carsten W. Lauritsen

La conectividad aérea de Canarias prevista para la campaña de invierno –la temporada alta para el turismo en el Archipiélago– desafía las variables que predicen un otoño caliente a la vuelta de las vacaciones de verano. Las aerolíneas tienen programadas 2,4 millones de plazas más para conectar las Islas con sus principales mercados emisores. Una cifra que supone dejar atrás por completo la reducción de asientos que provocó la pandemia, ya que la oferta de más de 9,6 millones de billetes de avión supone un incremento del 33% respecto a la programación de la última temporada de invierno antes de la irrupción del coronavirus.

El aumento es prácticamente generalizado tanto en las conexiones que unen el Archipiélago con la Península como en las que se ofrecen a los principales países de origen de los visitantes internacionales. Según los datos recopilados por Turismo de Canarias, las plazas para volar desde otros puntos de España a las Islas aumentarán este invierno un 31%, alcanzando los 2,3 millones, que suponen 572.000 más que en 2019. El incremento es también superior al 30% en los asientos para viajar a Canarias desde el extranjero. Si en la última campaña de invierno antes del covid se comercializaron 5,3 millones de plazas en vuelos internacionales, la previsión para esta temporada es de 7,2 millones, un 34% más.

Previsiones que son, en definitiva, una buena noticia para el sector turístico en Canarias, tras dos años en los que la temporada alta ha estado lastrada por las restricciones generadas por el covid. El confinamiento decretado en marzo de 2020 paralizó casi por completo los viajes, provocando que el Archipiélago perdiera buena parte de su capacidad aérea. En la temporada de invierno de 2020/21, las Islas perdieron 4,2 millones de plazas aéreas, que supusieron que la oferta de las aerolíneas descendiera un dramático 59% si se comparaba con 2019. Hay que recordar que en aquel momento la mayoría de la oferta alojativa canaria se encontraba cerrada por la falta de demanda y todavía se imponían duras restricciones para viajar en Europa, donde no comenzó la vacunación hasta esa Navidad.

La siguiente temporada de invierno, entre octubre y marzo de 2021 y 2022, las aerolíneas ya programaron una cantidad de plazas superior a la de la prepandemia. En concreto, un 7%, algo más de medio millón de plazas extra.

De cumplirse las previsiones realizadas por las compañías, este invierno sería el de la consolidación definitiva de una recuperación turística vital para la economía de Canarias. Esta programación evidencia que, al menos el mercado aéreo, espera que la demanda turística se mantengan después del verano, a pesar de las incertidumbres que pueden ocasionar la escalada de precios y la crisis energética que amenaza a Europa con la llegada del otoño.

Aun así, la programación actual debe ser tomada con cautela ya que como es habitual está sujeta a los vaivenes del mercado. Sin ir más lejos el caos aéreo que se ha vivido este verano ha obligado a muchas aerolíneas a modificar sus previsiones. Huelgas, escasez de personal y una amplia oferta para poder atender la gran demanda acumulada tras dos años de restricciones han llevado al límite a muchos aeropuertos, provocando que varias compañías hayan tenido que cambiar su operativa prevista en las últimas semanas.

En la actualidad, la oferta del mercado aéreo para Canarias se encuentran más de un 30% por encima de las prepandemia, pero ahora no solo se debe mantener la programación prevista sino también conseguir llenar de pasajeros esas plazas.

El Archipiélago cruza los dedos para que el deseo de viajar del turista internacional sea más fuerte que su recelo por la situación de incertidumbre. En este momento lo que más preocupa es el comportamiento que pueda tener el mercado alemán –el segundo en importancia para las Islas solo por detrás del británico– atenazado por su alta dependencia del gas ruso. El germano bien puede optar por ser precavido y quedarse en casa para hacer frente a la crisis como generar un éxodo de teletrabajadores que busquen destinos más cálidos para huir de las restricciones energéticas que se prevé que pueda imponer el país.

De esta manera, el sector espera es que la principal industria canaria resista en su temporada alta pese al contexto de crisis europeo. Tanto es así que las previsiones de la Consejería de Turismo para este año se mantienen y estiman que Canarias puede cerrar el actual ejercicio habiendo recibido 14 millones de turistas.

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