El PP no cree que sea el momento para desarrollar el Plan de Transición Energética de Canarias (Ptecan) que proyecta el Gobierno regional por el elevado coste de la propuesta que choca con el grave escenario económico actual. Además, censura que el Ejecutivo canario quiera adelantarse diez años al pacto verde internacional del Acuerdo de París, de modo que este plan sea efectivo en 2040. La descarbonización de Canarias en 18 años tendrá un coste estimativo de 40.130 millones de euros, según el borrador del Ptecan, promovido por la Consejería de Transición Ecológica y elaborado por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC),

La diputada del PP, Luz Reverón, cuestiona el gasto que prevé el plan, que costará la «friolera» de 2.400 millones de euros anuales hasta 2040. A su juicio, «con una inflación por encima del 10% y subiendo, el aumento de los intereses de la deuda y la amenaza de una recesión en Europa, no parece el momento más adecuado para afrontar un gasto de esta magnitud y en tan corto periodo de tiempo».

Por eso, en su opinión, el Gobierno de Canarias debería tener en cuenta lo que está pasando en otros países y fijarse en la Unión Europea «que nos está señalando el camino y dándonos un ejemplo de responsabilidad y de capacidad de adaptarse a la realidad y a las circunstancias que estamos viendo y viviendo”.

«Todos estamos a favor de una transición energética ordenada hacia energías limpias y renovables, pero lo que pretende el Gobierno no tiene nada que ver con una transición, sino con una ruptura abrupta que se está revelando como un auténtico fracaso y que debería replantearse, como lo están haciendo buena parte de nuestros vecinos europeos», insiste.

La diputada del PP reclama, por tanto, una decisión «realista y pragmática» al tiempo que requiere al Gobierno «abrir una reflexión sobre el modelo energético por el que está apostando y que va a suponer una nueva carga sobre la economía de las familias canarias, que ya están muy castigadas por la inflación y el aumento del coste de la vida».

El documento proyectado por la Consejería de Transición Ecológica que dirige José Antonio Valbuena plantea, por ejemplo, que en los transportes -el principal sector contaminante en las Islas ya que alcanza el 57,62% de las emisiones- los vehículos de menor peso (turismos, furgonetas y motos) tiendan al uso de motores eléctricos, mientras que el transporte pesado (autobuses y camiones) sea prioritariamente descarbonizado con el uso de vehículos de celda de combustible (hidrógeno). En la propuesta se plasma que lo ideal sería alcanzar los 225.424 verdes en 2030 en transporte ligero mientras que para el transporte pesado se requerirían 7.183 vehículos de hidrógeno. El total de puntos de recarga necesario sería de 249.765.

La descarbonización del transporte marítimo se ha centrado en el transporte interinsular y pasa por dos puntos clave: el uso de amoniaco como combustible verde para buques de transporte de personas y mercancías entre islas y la electrificación de los barcos de recreo y de pesca de cercanías. En el ámbito del transporte aéreo se propone utilizar combustibles sintéticos producidos mediante energías renovables. La potencia renovable instalada ascendería a los 3.410 megavatios (MW) repartidos entre generación eólica terrestre, eólica off-shore, fotovoltaica on-shore, off-shore y de autoconsumo, biomasa o geotermia. Y se requeriría avanzar en el almacenamiento de la energía.