La persistencia de la inflación, desbocada hasta el 8,6% en la eurozona y en el 10,2% en España en junio, ha empujado al Banco Central Europeo (BCE) a acometer la primera subida del precio del dinero en 11 años.

La idea inicial es un incremento de 0,25 puntos, pero los elevados niveles del índice de precios de consumo (IPC) hacen que haya miembros del consejo de gobierno, que tomará hoy una decisión, que se decanten por un alza de 0,50 puntos.

En todo caso, también está prevista una nueva subida en septiembre. En EEUU ya ha habido tres alzas por parte de la Reserva Federal, pero la diferencia es que allí la escalada del nivel general de precios es por un empuje de la demanda. El problema es que en Europa se debe a la oferta y está por ver que el aumento del precio del dinero sea la herramienta adecuada y, en cualquier caso, el BCE que preside Christine Lagarde, debe afinar mucho para evitar frenar la demanda y provocar una recesión.

La mayor rentabilidad en EEUU ha reforzado el dólar y lo ha llevado hasta la paridad con el euro por primera vez en 20 años. Los mercados están pendientes de la política que lleve a cabo el BCE.

Por lo pronto, se produjo una escalada de los rendimientos de la deuda de los países periféricos, entre ellos España, que llevó al banco central a reunirse de urgencia y anunciar medidas para frenar esa evolución.

La presión de la inflación ha llevado al euríbor a 12 meses, la principal referencia para las hipotecas en España a situarse por encima del 1%. En abril dejó el terreno negativo en el que se había situado seis años antes.